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Tono SALDAÑA*

BARCELONA, ESP.-El apego humano es una piedra angular de las relaciones interpersonales. Según la teoría del apego de John Bowlby y los desarrollos posteriores de Mary Ainsworth, los estilos de apego moldean cómo los individuos se conectan emocionalmente con los demás. Uno de los estilos más desafiantes es el apego evasivo, caracterizado por una tendencia a evitar la cercanía emocional y depender en gran medida de uno mismo.

Cuando dos personas con estilo de apego evasivo se involucran románticamente, la relación puede parecer superficial al principio. Ambos pueden sentirse cómodos con la falta de demandas emocionales. Sin embargo, a medida que la relación progresa, comienzan a surgir patrones que reflejan su evitación a la intimidad. En lo negativo se encuentran los mecanismos de desactivación, estrategias subconscientes que utilizan las personas con apego evasivo para mantener la distancia emocional y evitar la ansiedad que surge de la cercanía. Estos mecanismos están diseñados para proteger la autonomía, pero a menudo pueden ser perjudiciales para la relación.

  1. Enfoque en lo negativo: Tienden a resaltar las fallas de la relación o del otro como una forma de justificar la distancia emocional.
  2. Fantasías de perfección: Pueden idealizar a posibles parejas futuras mientras minimizan el valor de su pareja actual.
  3. Minimización de la importancia de la relación: Expresan que las relaciones no son esenciales para su bienestar.
  4. Evasión de conversaciones profundas: Evitan discutir emociones o problemas importantes.
  5. Retirada emocional: Pueden distanciarse o enfocarse en actividades individuales para evitar la cercanía.

Aunque hay fortalezas en la dinámica evasiva, las dificultades tienden a superar estas ventajas, especialmente a largo plazo. Los principales desafíos que enfrentan las parejas evasivas son:

  1. Falta de conexión emocional.

La evasión mutua de la intimidad emocional puede llevar a una desconexión progresiva y es difícil que la relación evolucione a un nivel más profundo.

  1. Ciclos de distanciamiento.

Ambos miembros pueden participar en un “baile de alejamiento”, donde cada intento de proximidad de uno se encuentra con la retirada del otro, creando un ciclo de distanciamiento continuo.

  1. Negación de necesidades emocionales.

En lugar de expresar sus necesidades, pueden ignorarlas o reprimirlas, lo que a menudo lleva a sentimientos de insatisfacción y vacío.

  1. Dificultad para resolver conflictos.

La tendencia a evitar conversaciones emocionales hace que los problemas no se resuelvan y se acumulen.

  1. Baja satisfacción relacional.

A largo plazo, la falta de cercanía puede provocar insatisfacción en la relación.

La conciencia de los patrones de apego y un compromiso mutuo para trabajar en ellos pueden abrir el camino hacia una relación más equilibrada y satisfactoria comenzando por reconocer los patrones de evitación y cómo el apego evasivo influye en los comportamientos y la dinámica de la relación. Ambos deben trabajar para crear un entorno donde la expresión emocional sea bienvenida y no juzgada.

Las relaciones entre dos personas con estilo de apego evasivo son una danza delicada entre la independencia y la conexión. Aunque la autonomía y el respeto mutuo son fortalezas clave, las dificultades surgen cuando ambos evitan la vulnerabilidad y la intimidad emocional. Sin embargo, con conciencia, esfuerzo y, en algunos casos, la ayuda de un profesional, estas parejas pueden aprender a superar sus patrones de evitación y construir una relación más profunda y satisfactoria.

 

*Master en coaching en inteligencia emocional y PNL por la Universidad Isabel I de Castilla. Nº 20213960.

Diploma en especialización en coaching y programación neurolingüística (PNL) por la Escuela de Negocios Europea de Barcelona.

IG: tonosaldanaartista

YouTube.com/c/TonitoBonito

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