Karla MARTINEZ DE AGUILAR
Hoy tenemos el privilegio de conversar con un profesional cuya trayectoria combina dos disciplinas fundamentales para el desarrollo de nuestra sociedad y nos comparte su historia de vida y trayectoria profesional.
Se trata de Ricardo Camargo Enciso, quien ha formado su familia desde hace 32 años en este estado del sur, es licenciado en administración de empresas y abogado con gran trayectoria en el ámbito penal. En ejercicio profesional destacan casos pro bono de mujeres abandonadas no solo por las instituciones en su camino por obtener una sentencia, sino también por su familia.
¿Quién es José Ricardo Camargo Enciso?
Un Abogado Penalista con un corazón que late por la justicia, al que le gusta la igualdad, que aboga por el respeto a los derechos humanos, y que da mucho valor a la familia y a la sociedad. Soy una persona trabajadora y creo en brindar oportunidades a las mujeres: el 80% de mi equipo en mi despacho Camargo Legal S.C., está conformado por ellas.
Llevo una década ejerciendo en materia penal, representando a personas, empresas y entidades públicas.
Motivo a mujeres privadas de su libertad a estudiar, superarse y tener una segunda oportunidad; reconozco que no somos perfectos, pero sí perfectibles, y a pesar de lo que viven, merecen una segunda oportunidad. Creo que todos la merecemos.
Los principios que guían y han guiado mi camino son la honestidad, la transparencia y el amor a la familia; ellos fueron inculcados en mi familia desde niño y yo lo he replicado en mi propia familia.
Siempre he dicho que la justicia empieza desde la casa porque a traves de ella, le das a cada quien lo que le corresponde, promoviendo la equidad y el respeto por los derechos de todos.
Llevo 32 años de matrimonio con una excelente mujer oaxaqueña y he formado en esta entidad mi familia; mis hijos y mi nieta son oaxaqueños y aunque nací en Torreón, me considero oaxaqueño por convicción con 32 años radicando en este hermoso estado.
Oaxaca mi fuente de inspiración
Cada día me enamoro más de Oaxaca y su cultura, tradiciones y arte, todo gracias a las manos de los diversos artesanos que mantienen vivas estas expresiones. Oaxaca es un estado que te atrapa con sus colores, olores y sabores. Me encanta recorrer sus mercados, descubrir nuevos rincones y disfrutar de su gente. Es un lugar que te cautiva, te llena de orgullo y, sin duda, te motiva a trabajar por tu familia y por el futuro de esta tierra.
Mi deseo es un Oaxaca en paz, donde todos podamos seguir caminando sin miedo, vivir con nuestras familias de manera tranquila, y trabajar por un futuro mejor. Como dijo Su Santidad Pablo VI en su mensaje para la V Jornada de la Paz: “Si quieres la paz, trabaja por la justicia”. Esta frase resuena profundamente en mí y me impulsa a esforzarme cada día para lograr que Oaxaca y México sean lugares más justos, donde las nuevas generaciones puedan prosperar en un entorno seguro y lleno de oportunidades.
Creo firmemente que la justicia es la base para alcanzar la paz, y en este compromiso, siempre estaré dispuesto a trabajar por un Oaxaca más fuerte, más unido y más justo para todos.
Influencias que marcaron su vida personal y profesional
En lo profesional, son Jorge Carpizo Mcgregor, a quien conocí por mi padre; Benito Juárez, con su frase célebre “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”; y el Doctor en Derecho, Miguel Carbonell Sánchez, con quien coincido en el pensamiento jurista.
En lo personal, mi padre Anatolio Camargo quien, a pesar que murió muy joven, de un infarto, me inculcó valores de lealtad, justicia, honestidad y disciplina; mi señora Madre Ali, de quien aprendí la importancia de la igualdad y el valor de la familia; mi esposa Gaby y mis hijos Ricardo, Marifer, mis motores del diario como lo es mi nieta Adri, quien cambió mi forma de vida; y la fe ha sido parte importante de mi formación: soy católico, aunque respeto todas las religiones.
¿Qué lo llevó a la abogacía como jurista?
La vida misma. A los 40 años decidí estudiar Derecho como reto personal y como homenaje a mi padre quien no pudo titularse porque falleció antes de completar ese logro.
Me titulé junto a mis hijos y cofundé un despacho con Óscar Carpizo Trueba, quien fue mi mentor.
Nunca he dejado de estudiar porque el conocimiento es clave –junto con los valores- en esta profesión; tengo diplomados en el ámbito penal en Técnicas de Litigación Oral y en Juicio de Amparo así como Congresos Internacionales y seminarios en el área.
Ser Abogado Penal es una gran responsabilidad social, un compromiso enorme con las familias oaxaqueñas y conmigo mismo de ser cabal en mis principios, de respetar y hacer valer los derechos humanos, de ser estrictamente justo y cumplir lo que indica nuestra Carta Magna como los Tratados Internacionales en los cuales Mexico es parte.
Las mujeres privadas de su libertad una causa personal
Durante mi carrera me sensibilicé y decidí abogar por las mujeres involucradas inconscientemente en diversos delitos y que son abandonadas en los penales sufriendo maltrato y siendo doblemente señaladas por la sociedad y, en ocasiones, por quienes las representan. Aplicar la justicia con ética, equidad y honradez; dar a cada uno lo que le corresponde con una justicia más pronta y expedita; que los juicios no duren años, debemos simplificar los procesos apegados a lo que marca la Constitución ahorrándole mucho dinero a las familias.
Se tiene que impartir justicia de manera igualitaria no culpabilizar sin conocer el caso (condenar anticipadamente) y, sobre todo, apoyar a las mujeres ya que son juzgadas fuertemente y pagan su culpabilidad de una forma más dura a comparación de los hombres.