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Karla MARTINEZ DE AGUILAR

Fotografías: Maanika Verma

CUERNAVACA, MORELOS.- Mercedes Espinosa Melchor nacida el 24 de septiembre de 1974, es originaria de Oaxaca de Juárez, los primeros acercamientos a la pintura fue de niña pintando árboles que pegaba en la pared de su habitación de manera amateur, ya que no tuvo la oportunidad de que sus papás la llevara algún curso de pintura o dibujo, pero la inquietud de dibujar y pintar nunca se esfumó y retomó en su etapa de estudiante, y desde entonces el arte la ha acompañado de una manera para transformar sus emociones en obras pictóricas además su historia de vida ha sido ejemplo de resiliencia para sus hijos Adrian, Elliot y Maanika Verma.

Retomar el camino del arte

En el 2005 fui a la Casa de la Cultura Oaxaqueña a tomar clases; mi maestro fue Roberto Hernández y empecé a practicar las diferentes técnicas para pintar. El destino me permitió tener una conexión con los maestros Rolando Rojas, Tomás Pineda, Israel Montes, Vicente Mesinas, quienes me permitieron trabajar en sus talleres y aprender de ellos. Después de ello, me di cuenta que a esto me dedicaría profesionalmente y con el tiempo, comencé a conectarme con las galerías y a realizar exhibiciones en Oaxaca, en México, e, incluso, a tomar cursos como el que hice en Inglaterra.

En el 2010, aparte de cursar mi maestría en Ciencias Educativas, me fui a Ciudad de México a tomar un curso en certificación de pintura y dibujo; ahí tuve la oportunidad de exhibir en varias ocasiones. En ese momento me di cuenta que ya no me daba pena enseñar mi obra y que estaba lista para continuar en este viaje.


¿Qué historias hay detrás de su trabajo?

En mi infancia, pintaba árboles secos que reflejaban esa etapa tan difícil que viví; la que fue una época muy triste ya que tuve una familia disfuncional donde hubo maltrato tanto físico como psicológico. Con los años y después que empecé a estudiar pintura, comencé a ponerle un poquito de más vida a lo que hacía aunque también seguía expresando a través de los colores cálidos cierta melancolía. La pintura es una manera de expresar mis sentimientos y mis vivencias.

¿El arte fue sanador y también una forma de canalizar esas emociones que desde niña vivió?

Exacto. También el deporte me ha salvado de muchas cosas. Mi papá era muy deportista, le gustaba mucho jugar fútbol y béisbol; nos llevaba a sus partidos y a la par, íbamos al Club Deportivo Oaxaca donde comencé a jugar frontón y squash. Tenía 11 años cuando empecé a ganar competencias (incluyendo las de nivel estatal) en ambas disciplinas y lo seguí haciendo hasta mi etapa adulta siendo el año 2017 el último que gané.

Mientras estudiaba en el Instituto Carlos Gracida, en la ciudad de Oaxaca, hice varios deportes como el atletismo, fútbol y kickingball, y ya como mamá de tres hijos, practiqué taekwondo porque mis hijos Adrian y Elliot, iban a eso hasta que tuve a mi nena Maanika; hasta hace poco hacía pesas, de hecho, 17 años las hice, también practique por varios años artes marciales y después continúe con TRX, aunque no dejo de hacer de todo, pero con más cuidado porque tengo una hernia lumbar acabada de operar.

Con todo lo que te acabo de contar, te puedo decir que el deporte me mantuvo y me ha mantenido alejada del alcohol y las drogas.

El arte y el deporte ha forjado su carácter, pero también ¿qué habilidades le ha permitido desarrollar?

Todas las habilidades, pero sobre todo la facilidad de moverte y de poder crear varias cosas, despertar tus habilidades; no rendirse ha sido fundamental y saber que lo puedo hacer las veces que sean necesarias hasta conseguirlo.

En la pintura puedes cometer tantos errores, pero sabes que al final, vas a tener un resultado que te puede llevar a superar tu expectativa o a reiniciar con el proceso de creación.

El deporte y la pintura se parecen porque en ambas tienes que practicar, te caes, te pegas, te lastimas, pero sigues adelante y sigues creando. Eso es lo importante, crear sin parar.

Sin duda, estas dos ramas le han permitido aprender de los fracasos y de los éxitos, pero también le han dado lecciones de vida que la han forjado

Sí, definitivamente, por ejemplo, cuando no ganas el torneo, no consigues una marca o te buscan hacer menos por el machismo que existe (y más en la época que viví). Recuerdo que participaba en contra de hombres en squash y frontón (no había mujeres) y en muchas ocasiones, perdí varios torneos por esta situación, porque no era posible que una mujer le ganara a un hombre.

En el ámbito de la pintura, desgraciadamente también vi que los artistas tenían grupos muy cerrados y solo eran hombres; entrar a su mundo era difícil, por ello, me fui acercando de manera individual y demostrándoles que era capaz de realizar un buen trabajo.

¿Cuál es la lección más importante que le ha dado el arte?

No mirar a los demás y realizar un trabajo propio que se alimenta de los viajes que uno realiza, de lo que ves cotidianamente, de lo que te gusta; creo que si no te permites estar fuera del mundo de los artistas plásticos con los que convives, te empiezas a llenar de pedacitos de ellos y a proyectar cosas similares. Ello no significa que no admire mucho el trabajo que realizan, solo que prefiero que no diga la gente que les copié algo.

¿Qué elementos forman parte de su iconografía?

En una primera etapa, fueron estos árboles secos, paisajes áridos, pero fui evolucionando para plasmar más colores y otros elementos como las casas y las iglesias con la idea de no encajonarme con un solo elemento. Comencé a cuestionarme sobre qué cosa podemos notar cuando vamos caminando en las calles, en las paredes, en donde vives, a tu alrededor.

Mi familia vive enfrente de Santo Domingo y todo el tiempo están viendo la majestuosa Iglesia de Santo Domingo y eso me ha inspirado para plasmar algunos elementos en mis creaciones.

Te he de confesar que no son muy fan de hacer pinturas por encargo porque encuentro difícil poder meterme en la mente del cliente y saber lo que exactamente quiere, pero intento plasmar su idea de forma abstracta.

Y hablando de ello, tengo una experiencia con un cliente que me pidió un cuadro; al inicio, dudaba si le gustaría lo que hice, pero quedó sumamente contento y lo tiene en su recámara, tanto así que me recomendó con uno de sus amigos y le hice uno como con hojas de libro con el mismo estilo abstracto que el anterior; le  encantó también al señor.

Al crear, lo importante es no estancarse. No me he casado con una sola cosa, pero sí creo que cuando ves alguna de mis pinturas sabes que es una Espinosa; siempre trato de poner mi sello en mis creaciones. Uno de los grandes retos es buscar un sello propio y si tuviera que describirme como artista, lo haría como una persona perseverante, creativa e insistente.


 

 

 

 

¿Qué exposición o anécdota la ha marcado?

La que hice en la Secretaría de Economía donde mi padrino, Tomás Pineda, la inauguró y me  hizo un poema muy bonito. Ahí me cayó el veinte que he mejorado y puedo seguirlo haciendo con el tiempo.

Quiero que mis obras que se conozcan y la gente quiera tenerlas en sus espacios. Gracias a Dios, mis pinturas se han ido a Estados Unidos, a Canadá, a Inglaterra, a Francia; eso habla que han sido aceptadas por la gente y buscaré que cada vez se conozcan más.

¿Qué técnicas que le gustan más?

El óleo porque es muy maleable, te puedes equivocar y puedes crear otra cosa distinta que al inicio, aunque en todas las técnicas puedes hacer ello, pero en esta es mucho más. Este material es muy noble.

3 influencias en su vida, personales o profesionales

Mis padres influyeron mucho en mi carácter porque sí fueron unos padres, sobre todo mi madre, de quien forjé un carácter fuerte. El deporte, sería la segunda influencia y la tercera,  mi esposo Dilip Verma que ya tiene acompañándome en mi vida por 30 años, que me ha apoyado y  ha influido para seguir adelante, la cuarta es el arte mediante el cual he podido expresarme de diferentes maneras; a través de el he podido expresar mi identidad, mis tristezas y alegrías. Detrás de mis obras se cuentan historias, se cuentan parte de mis vivencias.

Quiero finalizar esta plática diciéndote que estoy muy contenta porque les he inculcado valores a mis hijos y se han formado con disciplinada, además, han visto que su mamá se ha movido para hacer varias cosas: como conseguir lograr mi Licenciatura en Enseñanza en Lenguas, lograr mi Maestría en Ciencias Educativas, conseguir mis certificación en pintura y dibujo, y ahora, mi Licenciatura en Derecho.

Quiero que mis hijos sepan que pueden lograr y conseguir cualquier cosa con disciplina y constancia.

 

 

 

 

 

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