• “Con once años de trayectoria y un reconocimiento ganado a pulso, la agrupación musical le apuesta al talento infantil y adolescente de Buenaventura”

Salvatore Laudicina
@s.laudicina
Foto: Luis Felipe Lemus.

Son Cimarrón es mucho más que música tradicional del Pacífico sur colombiano. Sin temor a equivocaciones, puede decirse que es una escuela de vida donde sus integrantes aprenden a diario la importancia de contribuir a la construcción de una mejor sociedad.
Para Mónica María Correa Gómez, directora de la agrupación, “Son Cimarrón busca que los niños y adolescentes entiendan que la música es vital para contribuir al fortalecimiento del sentido de pertenencia y a la sana convivencia en el territorio”.
La actual generación del grupo está conformada por Keissi Valeria Garcés Angulo (voz femenina), Juan Sebastián Valverde Torres (voz masculina), Luis Ángel Caicedo Mosquera (voz masculina), Emmanuel González Pérez (voz masculina), Leidy Pamela Bonilla (cununo), Víctor David Torres (cununo) John Alexander Cuama Caicedo (Marimba), Alex Fernando Angulo Viveros (marimba-cununo), José Riascos Riascos (cununo), Yarlin Michelle Paz Martínez (bombo) y Leider Andrés Perea Molina (bombo).

Música para la esperanza
Son Cimarrón nace en un momento histórico muy complejo para Buenaventura. En 2007, la ciudad es el epicentro de un conflicto social que se apodera de distintos barrios, entre ellos el barrio Lleras y el barrio San Francisco. En medio de la violencia y el miedo, surge la idea de crear el grupo.
“Los sonidos de la marimba, el cununo y el guasá fueron más poderosos que el sonido de las balas en estos barrios”, comenta Correa Gómez.

Herencia familiar
Para John Alexander Cuama Caicedo, nieto de Baudilio Cuama, reconocido músico tradicional y gestor cultural de Buenaventura, su paso por la agrupación ha sido importante para continuar la tradición familiar.
“Ahora valoro muchísimo más la incansable labor de mi abuelo. Cuando toco la marimba, siento orgullo de pertenecer a esta mágica región de Colombia”, afirma.

Proyecto de vida
Una vez culminen sus estudios escolares, los integrantes de la actual generación de Son Cimarrón desean dedicarse a la música y convertirse en gestores culturales.
“No podemos permitir que nuestra música deje de escucharse en Buenaventura y en el país”, recalcan para finalizar.

Revista mujeres Shaíque

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