Seres que fluyen en la senda del destino
Mariana Navarro
GUADALAJARA, JALISCO.- <<Quédate con quién… dice el adagio >>.
“quedarnos con quién…”.
Aunque bien intencionado, esta postura de pasividad, pareciera sentenciarnos , como si el propósito final de nuestra vida fuera ser “escogidos” o “aceptados” por el otro.
Empero, he aquí una perspectiva distinta y quizás más poderosa:
“En lugar de permanecer estáticos, dándoles a otros el control de quedarse o no , es preferible
avanzar con determinación”, y permitirnos estar con aquellos que realmente desean nuestra compañía ,
ello nos engrandece en nuestro periplo de nuestro recorrido espiritual y nuestro acontecer humano .
El Valor de Andar en Solitario
Emprender el camino solos puede ser una experiencia sublime y transformadora.
Nos brinda la oportunidad de introspección profunda, de conocer nuestras fortalezas y flaquezas, y de descubrir nuestras más auténticas aspiraciones.
A veces , sumidos en el <<quiero que me quieran>> , gastamos tanto de nuestro amor propio , que la devaluada imagen de ti mismo se permea en el otro , como un diluido fantasmal..
¿Y qué si ese otro no está , lo quiere estar o ya tuvo de ti lo suficiente ?
¿Y qué, si para ti , ese otro ya hasta el nombre olvidaste y le llamas de otra forma ?.
Esta independencia no sólo fortalece nuestro espíritu,
sino que también nos prepara para relaciones más equilibradas y edificantes.
Comprendes que no necesitas de ese , de este , o de aquel ,
de esa , de aquello o por ello …
Hay tanto camino sin ellos , que la verdad , cuando se fueron te dejaron tan libre , que entendiste que
estorban ya en el basto océano de posibilidades,
que es el propio mar de tu propio ser .
Optar por andar, en lugar de quedarnos, implica asumir el timón de nuestra propia existencia.
Nos convierte en protagonistas activos, no en meros figurantes , en la narrativa de otro.
La autonomía , nos permite tomar decisiones basadas en nuestras propias necesidades y deseos, en lugar de conformarnos con las expectativas ajenas.
Al avanzar, trazamos un rumbo claro y firme, invitando a otros a unirse a nuestro trayecto <<sólo si
y sólo si >>
tú se lo permites , no , no es que ellos te escojan ; es que los soltaste ,
y aquellos que están en el nuevo sendero iluminan tu esencia vital , pues
comparten nuestra visión y nuestros valores.
Relaciones Forjadas en el Movimiento
Las relaciones que se forjan mientras avanzamos son, en muchos casos, más genuinas y duraderas.
Cuando progresamos por nuestra propia voluntad y permitimos que otros lo hagan a su propio ritmo, fomentamos una dinámica de respeto y reciprocidad.
Estas relaciones no están basadas en la necesidad o la dependencia,
sino en el deseo mutuo de compartir un sendero común.
Quien quiere , que avance contigo ; quien no , pues … ! adiós ,que le vaya bien!
Permitir que otros avancen con nosotros, significa valorar la compañía de aquellos que eligen estar a nuestro lado , sin necesidad de aferrarse a ellos , (ni ellos a ti ), porque es manipulador querer saberse amado , por el sentido de que si están lo amas y si no , no .
Amar es la libertad de saberse encontrar en uno mismo , sin el cordón umbilical que ya cortaste .
Sin la mano , que ya cerraste y en el camino donde tú estás para auto elegirte .
Quizás , ellos van en el sendero que a ti no te va y en su caminar quizás descubrirán, si en algún lapso del tiempo de su coexistir , tiene un punto de encuentro ;más si no lo hay , las conexiones equidistantes también son sanas .
Al final, la vida no se trata de encontrar quién se quede, sino de avanzar con paso firme y permitir que aquellos dignos de nuestro camino nos acompañen.
Porque, como dijo el poeta, “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”.
En la marcha constante hacia nuestros sueños, hallaremos quienes compartan nuestro ritmo y nuestra visión, forjando juntos un sendero de propósito y plenitud.
Optar por andar, en lugar de quedarnos, implica asumir el timón de nuestra propia existencia.
Nos convierte en protagonistas activos, no en meros figurantes en la narrativa del otro.
La autonomía ,
nos permite tomar decisiones basadas en nuestras propias necesidades y deseos, en lugar de conformarnos con las expectativas ajenas.
Al avanzar, sin este , sin esta , !sin aquellos !,
trazamos un rumbo claro y firme, invitando a otros a unirse a nuestro trayecto , solo si comparten nuestra visión y nuestros valores.
Así que , sigamos adelante, mano a mano, corazón con corazón,
en este eterno baile de relaciones en movimiento.
Porque en el fluir constante de la vida,
encontramos la verdadera esencia de nuestra existencia.
Recuerda :
Caminante, no hay camino … se hace camino al andar ..