Compartir

Jennifer JIMÉNEZ*

GUADALAJARA, JAL.- Caminando por las cafeterías de mi ciudad, sintiendo en mis mejillas, algún que otro día, el cambio de temperatura anunciando la pronta llegada del invierno, el olor a pumpkin latte tan conmemorativo para estas fechas no hace tregua con mi nariz, y mucho menos con mis antojos. Las decoraciones de temporada me hacen aterrizarme en que estos diez meses se me han escurrido de las manos, y claramente con aquel sentimiento de temporalidad mis reflexiones no se hicieron esperar.

Sé que estamos en la recta final de año y probablemente sientas que este, por algún motivo, no fue lo que esperabas. Tal vez has experimentado relaciones fallidas, rupturas dolorosas, proyectos inconclusos, distanciamientos familiares o con amistades, en fin, algún que otro momento eureka en tu vida. Que si fuiste inteligente lo tomaste como parte fundamental de tu crecimiento, pero que, si por el contrario la lucidez no fue tu mejor aliada, entonces seguramente lo recibiste como una maldición.

El tiempo es subjetivo, y si nos volvemos amigos de el, podremos descubrir que aún cuando cometieras el error de verlo como maldición, puedes cambiarlo en este instante. Con una simple y sencilla reflexión. Basta con abrir tu mente y cuestionarte a ti mismo sobre la forma en la que sobrellevas o les das la bienvenida a estos acontecimientos. Si te has sentido abandonado o abandonada por la vida, por tu Dios, por el universo, por la energía, o como desees llamarle a esa fuerza creadora que impulsa, te vengo a decir que no es así. No se ha olvidado de ti, no te tiene castigada en la banca. No.

Quiero que te hagas la siguiente pregunta: ¿Cuán a tu favor puede estar el universo que te envía derrotas o caídas para tu misma expansión y crecimiento? Si tú, por un momento, te has creído esta idea fatalista, este diálogo que te sitúa como la víctima, no te has dado cuenta del enorme pedazo de favor que te está haciendo. Tal vez, en la mayoría de los casos, las cosas no resultan como queremos o esperamos, creyendo que estamos salados. ¿Salados? ¡Por favor! Pero si la vida te está mostrando una forma de construirte con ladrillos de fuerza, resiliencia, aceptación y sabiduría.

No puedes ni por un momento decirme que eso es estar en tu contra. En tu contra sería convertirte en un mendigo, en un desgraciado, en un despojo. Pero, al contrario, te está fortaleciendo, te recompone mucho más fuerte. Tú piensas que esa energía que impulsa todo te ha abandonado, eliges pensar esto porque, ¿sabes qué? Es lo más cómodo. Sí, es lo más cómodo creer que no eres tú, creer que no tienes la capacidad, creer que no eres merecedor o merecedora. Has elegido creerte todas estas fantasías para alimentar tu mediocridad, tus faltas de ganas y determinación.

Ves que la forma en la que decides observar tus experiencias sí influye en tu progreso en esta dimensión, vida, experiencia o como le llames. Es el cambio de lentes, de perspectiva, lo que puede transformar tu vida en un segundo. Elegir mirar con ojos distintos las situaciones no tan gratas que experimentas es la clave para construir una mejor versión de ti, una donde puedas enfrentar cualquier vivencia con sabiduría, resiliencia, fortaleza y aceptación.

 

 

 

 

*Escritora e instructora de meditación. Apasionada por los temas espirituales y de superación personal. He tomado diferentes estudios, diplomados y cursos que me han llevado a conocer y compartir lo que aprendo y experimento sobre el poder de nuestra mente y espíritu.

Tik Tok: JenifferJimenez_escritora

FB: Jeniffer Jimenez – Mentora & Escritora

IG: jenifferjimenez_escritora

Compartir