¡MUEVELE!, ¡SIN MOVERLE!
Luis Miguel Urbiña Calvo
Desde este sencillo espacio decimos: ¡muévele!, ¡sin moverle!, reconocemos de antemano la crítica alguna vez ácida, alguna vez melodramática, alguna vez en buena elite otras veces frontal y otras risueñas, esta vez, no diré más que la costumbre, el modismo, la forma de hablar, pues, da la razón debido a la realidad oaxaqueña a lo largo de nuestro magno estado de Oaxaca.
La trascendencia de lo normal, lo cotidiano, lo diario nos hizo ver y entretejernos en una alborada de cuestiones tan claras como la sencillez de un pueblo, como su majestuosidad, es decir, su forma de hablar que muchos, ja, ja, ja, muchos airadamente critican a lo ahí se va… ¡Pásame la esa del de ese!, ¿le permite un refresquito?, ¡como dijo aquel…!, ¡como dices tú!, tantas y tantas palabras que, no son sin sentido. Sin sentido, son las críticas a lo endejo…
Si, muchas palabras, frases, modos de hablar que aquel que ose decir que, están mal dichas palabras o frases, está fuera del lugar, fuera de base, porque son correctas, muy correctas desde el punto de vista del lenguaje de un pueblo u otro u, otro, porque Oaxaca, se puede jactar de saber conservar hasta donde ¡Dios! Lo permite siglos de costumbres y, nos consta.
A diferencia de ello, en otras partes del propio México, América del Norte, Europa y otros, la urbe se ha comido en poca, mediana o mucha medida al lenguaje natural de su pueblo, absorbiendo hasta la sociedad su idiosincrasia, su origen, forma de vivir, forma de comer, vestir, venerar, festejar e incluso reír o llorar.
Oaxaca, como se decía en Veracruz, en los años 90, es O p… O p… se cuece aparte culturalmente, se sienta en la mesa de los machuchones, de la sencillez y humildad, pero con la sabiduría del poder que da el ser genuino y auténtico. Oaxaca no es un estado, es una Entidad Federativa, Oaxaca son ocho estados entrelazados y hermanados por su liderazgo cultural en el mundo.
Oaxaca, son ocho mágicos estados en uno: Valles, Sierra Sur, Sierra Norte, Mixteca, Sierra de los hermanos Flores, Magón, Papaloapan, Costa e, Istmo, ocho mundos en uno, por lo pluricultural, porque cada uno tiene su identidad, es diferente, variado, su historia y, obviamente su lenguaje es singular.
Y todos sus lenguajes son netamente genuinos, con significado y significante, a modo de que todo tiene su porqué. Lo que nos hace diferentes al mundo entero.