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El origen de uno de los pioneros de la producción de mezcal en Oaxaca está envuelto en un halo de misterio. Cuentan los lugareños que un domingo de plaza, allá por el año de 1880, durante la fiesta dedicada al Santo Cristo de Tlacolula, patrono del pueblo, después de un torrencial aguacero que obligó a la gente del tianguis a resguardarse, Petrona Sánchez -segunda esposa de Don Rómulo Chagoya- de camino a su casa, encontró a un lado del atrio de la iglesia a un niño de escasos cinco años, quien lloraba desconsoladamente. Al interrogarlo para saber de dónde venía y no obtener respuesta, Petrona lo tomó en brazos y lo llevó ante su marido, quien inició una búsqueda de los, padres del niño, cuyas vestimentas finas, rasgos físicos, color de piel y ojos, mostraban a todas luces que no pertenecía al rumbo.
Pasado un tiempo y agotada toda esperanza de encontrar a la familia del pequeño, Don Rómulo decidió adoptarlo y bautizarlo con el nombre de Jorge Chagoya Sánchez. El chico creció al lado de Juan y Dolores Chagoya Llaguno, hijos del primer matrimonio de Rómulo. Jorge destacó por su carácter indómito e inquieto que lo llevó a incursionar en actividades diferentes al promedio de la época.
La tercera generación
De los hermanos Chagoya Hernández, fue Porfirio quien continuó la tradición familiar de producir mezcal. A partir de 1940, al frente de la empresa Maguey Azul, promueve sus marcas “Maguey Azul” y “Chagoya” y echó mano de los más novedosos recursos publicitarios de la época para iniciar una intensa campaña de prensa y radio (la televisión llegaría a México diez años después), la cual quedó bien grabada en la memoria de los consumidores, quienes aún recitan algunos versos.
Debido a la incomunicación en el medio rural, Porfirio se convirtió en mecenas de pequeños palenques a los que proporcionó equipos, capacitación, capital de trabajo y compra de su producción. Este patrocinio duró hasta los años setenta, cuando los antiguos aprendices se convirtieron en sus competidores e hicieron perder a Porfirio sus mercados. Esta situación se agudizó al enfrentar dificultades personales, físicas y morales que lo llevaron a refugiarse en la región del Istmo, donde disponía de cierta infraestructura de distribución.
En tiempo, Porfirio Chagoya Hernández se casó con Judith Méndez, su inseparable compañera, y tuvieron doce hijos: cuatro varones y ocho mujeres. Todos realizaron estudios superiores. Don Porfirio, seguramente influido por el “valor social” que se adjudicaba al profesionista, no quiso involucrar a sus hijos en sus negocios del mezcal.
La cuarta generación
Entre 1977 y 1979, Porfirio Raymundo, Víctor Manuel, Jorge Octavio y Ernesto Chagoya Méndez, regresan a Oaxaca después de haber consumado sus estudios en la capital del país y cada cual, con acciones independientes, se involucra en la producción de agave y mezcal.
En 1979 Porfirio Raymundo, ingeniero mecánico, egresado del Instituto Politécnico Nacional, diseña, promueve y gestiona el Plan de Desarrollo de la Agroindustria del Agave. En 1981 consigue financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de la propia SEP. Al siguiente año, con más del cincuenta por ciento de avance en la investigación, Porfirio se integra a otra institución con actividades también relacionadas con el agave y el mezcal. El resultado de este proyecto fue publicado en 1984.
Víctor Manuel, ingeniero agrónomo, egresado de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, se dedica de lleno a la producción y cultivo de agave. Atiende las plantaciones familiares, establece viveros y comercializa la planta. Jorge Octavio, ingeniero químico, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, interviene en el mejoramiento de técnicas de producción y envasamiento de mezcal.
Durante la década de los ochenta los hermanos Chagoya se asocian y orientan sus esfuerzos para integrar cabalmente la cadena productiva del mezcal: cultivo de agave, elaboración de la misma bebida alcohólica, envasa miento y comercialización región al, nacional e internacional y, por ende, garantizar la calidad de sus productos. Esta experiencia de fraternidad fortalecida, única en el estado de Oaxaca, los ha llevado a adoptar el slogan: “Tradición Chagoya”. Hoy, la experiencia de las cuatro generaciones se cifra en la fundación y manejo de la empresa Bebidas Excelentes S.A. de C.V.
La quinta generación
La quinta generación de Tradición Chagoya se representa, a través de Expendio Tradición, una glorificación al Mezcal, a las tradiciones de su elaboración y a la familia Chagoya que lo ha trabajado durante siglos.
Busca crear una experiencia única y diferente de tomar mezcal, conservando la tradición de un mezcal auténtico producido por la Tradición Chagoya.
En Expendio Tradición se encuentra un ambiente acogedor creado especialmente para compartir la tradición de la familia y su amor por el mezcal, relatar las vivencias en la producción del mezcal, experimentar los sabores que se han descubierto a través del tiempo y unir en un espacio íntegro dedicado a disfrutar de esta bebida de alta calidad. Se ofrece una experiencia que involucra todos los sentidos y gran tradición al disfrutar el mezcal. Sus visitantes experimentan en un solo lugar todos los elementos que definen lo que es el mezcal y la Tradición Chagoya en Oaxaca.
*Col. Reforma esquina Murguía 206, Col. Centro, Oaxaca de Juárez, México.
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