Jennifer JIMENEZ*

GUADALAJARA, JAL.- El tema del dinero suele ser algo complicado, porque cada persona tiene sus creencias y percepción sobre este medio. Si usamos el común denominador que la gran mayoría tiene planes con respecto a la riqueza, planes para aumentarla, primero tenemos qué analizar qué tipo de relación se tiene con el dinero para después ir descubriendo las creencias que han hecho que económicamente estemos en donde estamos.

Veámoslo como energía. Es energía porque el valor del dinero realmente proviene de nosotros.; te lo explico en un ejemplo. Tal vez para nosotros el tener un auto deportivo último modelo es símbolo de status, de riqueza, pero si ese mismo auto lo ponemos en medio de una de las civilizaciones más antiguas, no tendrá valor; tal vez se convierta en un objeto de contemplación y despertará la curiosidad entre los observadores, pero hasta ahí quedará.

Entendamos que el dinero vendría siendo el cuerpo del valor, la representación física del valor y el valor es lo que el observador quiere que sea; esto explica por qué las acciones de una empresa pueden devaluarse. En realidad, no es un fenómeno natural, sino que sucede por los temores de la sociedad como puede ser por algún movimiento político, cultural o climático. El miedo pude matar el valor de muchos bienes.

Partiendo de este razonamiento, podemos concluir que medimos el valor basado en nuestro propio valor; el que podemos percibir en nosotros es el que manifestaremos. En realidad, todos tenemos la capacidad de ser ricos, pero lo que probablemente nos frena es el nivel de conciencia. Expandir nuestro nivel de conciencia sobre el valor interno va a contribuir a que se pueda materializar en el cuerpo es decir, en billetes, monedas y oro.

Ahora, como somos nosotros quienes determinamos el valor, imagina que constantemente te estás quejando del dinero, menosprecias lo que tienes sin agradecerlo, estás siempre en lucha con el. ¿Qué valor entonces le estás dando? ¿Te manifestarías en un lugar en el que continuamente se quejan de ti o te menosprecian? ¡Por supuesto que no! Incluso, evitarías estar ahí y si por obra del destino estás en esa situación, no te sientes bien energéticamente y buscarás cualquier pretexto para salir de ahí tal como sucede con los imprevistos económicos.

¿A dónde nos lleva todo esto? A comprender -si queremos empezar a aumentar nuestra economía y que fluya mejor- que es necesario aumentar primeramente nuestra conciencia sobre nosotros mismos para que el valor que determinemos que tenemos se vea reflejado en el exterior. Se podría decir que nuestra riqueza exterior es directamente proporcional a nuestra riqueza interior así que empieza por darte el valor que te corresponde sin entrar en temas de egocentrismo y pretensión. Hablo de un valor real donde te sientas suficiente, valiosa o valiosa, donde reconozcas tus esfuerzos y merecimientos.

Cuando cambies tu relación con el dinero, probablemente este querrá mantenerse a tu lado, en donde se siente valorado, reconocido, aceptado y bienvenido, llegando a la proliferación, porque en donde la rosa se siente con las condiciones óptimas, florece.

Haz pequeños cambios en la forma en la que te diriges a tu economía, en la forma en la que piensas de la riqueza; hazlo con ahínco, con disciplina, como si se tratara de los cuidados de una planta. Tal vez, te sorprendas de la capacidad que tienes de manifestar riqueza.

 

*Escritora e instructora de meditación. Apasionada por los temas espirituales y de superación personal. He tomado diferentes estudios, diplomados y cursos que me han llevado a conocer y compartir lo que aprendo y experimento sobre el poder de nuestra mente y espíritu. www.meditaconmigo.mx. IG: meditaconmigomx

 

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