Guadalupe PÉREZ*
PUEBLA, PUE.-Mi acercamiento al mundo al arteterapéutico fue dándose orgánicamente mediante la plástica y su necesidad por ser comprendida, expresada y valorada desde ámbitos psicológicos, neurológicos y hasta geriátricos en mi caso particular. En mi generación de estudios remontándonos al año 2011 las artes plásticas estaban tomando vigor específicamente en Puebla; tuve la fortuna de estudiar la carrera de manera muy práctica, en el que las habilidades, destrezas y talento se desbordan para dar cabida a las artes y oficios, que tenían un peso considerable a la hora de realizar una obra plástica. Posteriormente los estudios sobre historia del arte y arte contemporáneo toman un papel superior sobre la obra y es así como el arte va modificando su historia, sus avances, sus tendencias y por su puesto su praxis. Conforme avanza la carrera, me percato de la falta de introspección de la expresión misma del artista, que sin lugar a duda lo hace, solo que sin un sustento psicológico que logre explicar el entendimiento del sentir. De ahí surgen una serie de cuestionamientos respecto a esas incertidumbres ¿qué me sucede?, ¿Cómo puedo expresar lo que siento?, ¿qué pasa a mi alrededor?, ¿cómo puedo diferenciar las emociones sin confundirlas?, ¿existe algún medio para sobrellevarlo?, y de más asuntos que no tenían respuesta pero que ahí estaban y necesitaban salir de algún modo, pero sobretodo atenderse, entenderse y valorarse.
Si bien terminé mis estudios universitarios aún con ese cosquilleo e inquietud por encontrar estudios relacionados con el arte, la psicología y la psicoterapia. fue ahí, entre la búsqueda donde encontré en la Arteterapia, un mundo completamente nuevo que explorar que se deslinda de lo estético para centrarse en el proceso creador para la resolución de problemas y búsqueda del reconocimiento, aceptación y aprendizaje del ser. Dichos estudios los tomo en línea al ser en Granada España y culmino mi Máster más titulación universitaria en Arteterapia justo como lo imaginaba, especializado en temas psicológicos, explicando su diversificación, tipos, usos, factor gestáltico, su relación con las demás artes como la danzaterapia, la musicoterapia, la escritura creativa, el psicodrama, que me han dejado anonadada de todo este conocimiento que tanto había buscado lo puede efectuar, a tal grado de poner en práctica todos mis conocimientos adquiridos tanto en artes como los recientemente. Fui creciendo laboralmente, he tenido la experiencia de atender todo tipo de públicos, tanto adultos, ancianos y niños, pero que sin lugar a duda mi corazón y mi gusto por trabajar con adultos mayores me rebaso.
Sin duda es un gran camino que recorrer a mis 29 años, siendo Artista Plástica con especialidad en Arteterapia, me enorgullece mi profesión, que a pesar de que no se necesite tener conocimientos de Arte para ser arteterapeuta (según los estudios), para mí ha sido parte fundamental el manejo de las diferentes técnicas y materiales que aportó mi carrera como resultado de un gran bagaje de conocimientos teóricos, históricos y culturales; aunque no sea muy conocida, sus benéficos son indiscutibles, siempre les digo a mis pacientes que dentro de las terapias no farmacológicas ésta es una de las más amigables con nuestro ser, nuestro sentir, el aprender a expresarte para identificar lo que sientes por medio del quehacer de las cosas: es el arte de vivir, de aprender, de escuchar, de aprovechar y amar cada momento de nuestras vidas hasta el final.
* Licenciada en Artes Plásticas con Máster en Arteterapia. Residente de la Ciudad de Puebla de los Ángeles, tiene 29 años de edad y en los últimos 5 años ha explotado ambas profesiones en el ámbito geriátrico.