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Armando EBOLI ZAPATA

PUEBLA, PUEBLA.-Movimiento Ciudadano se quedó sin candidato a menos de un año de la elección por una serie de malas decisiones. Un trabajo de seis años posicionando al partido como una tercera vía se fue a la basura y al finalizar el año, se han quedado sin candidato y prácticamente sin opciones. El partido mostró todos sus defectos, el exceso de poder que tiene Dante Delgado, su falta de cuadros y su dependencia de políticos y cacicazgos locales.

Aquella fuerte discusión en la que Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, se distanciaba de las decisiones tomadas por el partido, iniciaba también su debacle. Sin el apoyo de Jalisco pocas probabilidades hay de que el partido se consolide como el segundo partido más votado.

El candidato más sonado por mucho tiempo fue Marcelo Ebrard, incluso desde que seguía en funciones como secretario de relaciones exteriores, Todos esperaron un rompimiento que nunca se dio y tras perder la candidatura, Marcelo decidió, para sorpresa de algunos, quedarse en MORENA y no migrar.

MORENA y Movimiento Ciudadano sin llegar a ser aliados, se han apoyado mutuamente, quizá creyendo que mandando al Frente Amplio a un tercer lugar en la elección presidencial, estarían más cerca de su desaparición el PAN y el PRI, consolidándose la renovación total del sistema de partidos. Que Marcelo Ebrard fuera su precandidato más sonado era una señal, pero lo que paso en Nuevo León con Samuel García y los discursos de apoyo del presidente fueron reveladores.

Tras el rompimiento con Alfaro, la única cara conocida, y candidato natural, era Samuel García de Nuevo León. Pero era una candidatura que dependía de la autorización del congreso local dominado por el PRI y el PAN, con quién trae una relación ríspida. A casi nadie le niegan una licencia para dejar el cargo e ir a competir a elecciones, y Samuel no fue la excepción, el conflicto llegó al nombrar al gobernador interino y la falta de capacidad de Samuel de promover a su candidato. La Suprema Corte reconoció el derecho que tenía el Congreso local a nombrar al gobernador interino y casi inmediatamente Samuel dejó botada la candidatura presidencial y regresó a sus funciones como gobernador. En medio de este proceso se hicieron muchas desafortunadas declaraciones e incluso una turba entro al Congreso de Nuevo León por la fuerza.

El hecho fue revelador en muchos sentidos, por un lado, la velocidad de su regreso mostró que Samuel García nunca pensó que ganaría la presidencia y que, con un gobernador interino no afín, incluso su puesto como gobernador peligraba. Tampoco creo que Samuel García y Movimiento Ciudadano se hubieran lanzado a una cruzada tan difícil, sin la promesa de alguien, quizá en gobierno federal, de que la ley podría ser interpretada a su favor, muy similar al intento del gobernador Bonilla en Baja California para gobernar más años.

Samuel García y Marcelo Ebrard fueron malas apuestas de Movimiento Ciudadano y hoy el partido llega tarde a la elección, espero demasiado y perdió valiosos momentos de definición. La crisis de Movimiento Ciudadano beneficia al Frente Amplio en cuanto reduce la competencia, pero no más.

 

 *Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y pasante de la maestría de Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Interesado en relacionar arte con política. De gustos altermundistas pero acostumbrado a vivir en un mundo neoliberal.

exxebo@hotmail.com

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