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Armando EBOLI*

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS.- Ha sido un inicio de año complicado para el gobierno. Es un año electoral y a diferencia de Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), parece que recibió una inyección de energía; el lugar en el que el presidente se siente más cómodo, siempre ha sido en la arena electoral y se está moviendo más que nunca. Se han cometido errores que al gobierno le han salido gratis porque no han sido capitalizados por una oposición que parece más aliada del gobierno que su enemiga. Pero en general, AMLO está tratando de consolidar su proyecto de gobierno y de rebote la campaña de quien aspira a ser su sucesora.

Me parece que hay cuatro hechos que han sacudido su gobierno este año y que hasta el momento no le han dañado:

El primero fue la incómoda acusación de corrupción de Sanjuana Martínez sobre los secretarios del trabajo y gobernación, además de Jesús Ramírez, el vocero de presidencia, sobre el cual, incluso, sacó un audio.  El desmantelamiento de Notimex fue respaldada por Andrés Manuel, sin embargo, las cosas dentro del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) se están moviendo y las lealtades han ido cambiando; se supone que estos funcionarios intentaron mover dinero de Notimex para la campaña de Claudia Sheinbaum. Hoy, Sanjuana sigue sin renegar de MORENA y afirma no querer dañar al presidente o la campaña de Claudia. La razón por la que una de las soldados más fieles al presidente durante el desmantelamiento de NOTIMEX lanza una acusación tan fuerte, parece ser consecuencia de los movimientos internos dentro del partido.

El segundo es el nombramiento de Lena Batres. AMLO ha sido tosco al negociar con el Poder Judicial y este nombramiento se hizo de una manera sucia sin cuidar las formas después que algunos jueces que él mismo nombró, le han dicho que no a varias leyes y reformas propuestas. AMLO ha intentado llenar la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de personas afines sin importar los requerimientos, como Yazmin Esquivel y ahora Lena Batres, la hermana del actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Incluso, más que no dañar, ha fortalecido su influencia dentro de la SCJN.

El tercero ha sido la acusación de una investigación periodística, respaldada por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y también por Anabel Hernández, famosa periodista especializada en asuntos del narcotráfico, en la que se señala que AMLO recibió dinero del cártel de Sinaloa en su campaña de 2006. El pez, por su boca muere y, a veces, en estos discursos tan a la ligera que se dicen en la mañanera, el presidente ha acusado a periodistas, gobiernos u organismos de tratar de sabotear su gobierno. La DEA alguna vez pasó por su boca y parece que ésta tomó una revancha filtrando información a varios medios internacionales. Sin una investigación concluyente, se insinúa que AMLO podría haber sabido de este dinero, pero sin llegar a afirmarlo. Si esto no daña necesariamente a su gobierno, por lo menos parece una advertencia del organismo norteamericano para que sea más cuidadoso con sus palabras.

El cuarto, es que hoy, AMLO, ha logrado sacar estos hechos del ojo público, moviéndose rápido desde mediados de febrero cambiando las principales noticias desde entonces a la reapertura del caso Colosio y la presentación de un paquete de reformas que sabiendo que no tiene lo necesario para pasarlas, las pone en el ojo público para que su electorado las respalde, haciendo de la elección 2024 prácticamente una consulta de revocación de mandato, pero no a él, sino a ese ambiguo concepto que llaman la Cuarta Transformación.

Podremos decirle de todo a Andrés Manuel, menos que sea tonto.

 

*Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y pasante de la maestría de Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Interesado en relacionar arte con política. De gustos altermundistas pero acostumbrado a vivir en un mundo neoliberal. exxebo@hotmail.com

 

 

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