LA AUDACIA DE LAS EMPRESAS CHINAS

Mtro. José María Villalobos Rodríguez

Con constancia ejemplar y un proceso imparable de fortalecimiento en ciencia y tecnología China está cada vez arrebatando nichos de mercado a empresas europeas o norteamericanas en sectores como el automotriz, los electrodomésticos, diagnóstico automatizado en medicina, computadoras e, incluso, en moda y cosméticos.

Poseen la mayor flota naval mercante del mundo con 6,100 navíos y sus US$ 193 mil 300 millones de dólares gastados en defensa en 2020 solo fueron superados por Estados Unidos con US$ 738 mil millones.  Sus fuerzas armadas suman 2 millones 35 mil efectivos seguidas de cerca por la India que ronda 1 millón y medio de uniformados en activo. En total la población china ronda 1,500 millones de personas, superada solo por la India. Lo que en 2019 produjo China de bienes y servicios fue el segundo valor mayor del mundo con 14 mil 343 miles de millones de dólares – solo 33% por debajo de Estados Unidos.

De las ciudades que existen en el mundo con población arriba de 12 millones de habitantes en China se encuentran Shanghai, Pekín, Tianjin y Guangzhou y Shenzenh.  Cuenta con 405 satélites en el espacio superando a la suma de los del Reino Unido, Rusia, Japón, India y Canadá. Solo Estados Unidos con 1,878 lo superan.

Primera potencia mundial en industria manufacturera, en generación y consumo de energía, telecomunicaciones, en reservas de hidrocarburos, en carbón posee la tercera red mundial en extensión de carreteras y es líder mundial en producción de automóviles.   Fue líder mundial en reforestación entre 2007-2017 y sus bosques suman 2 millones 143 mil 395 km2 – equivalentes a la suma de los de México, Colombia, Venezuela y Perú.

China fue en 2019 el segundo mayor productor mundial de trigo, primero en té y arroz y quinto en azúcar. Es el mayor productor agrícola con hidroponía.           Previo al COVID en su territorio se dio el mayor número de audiencia a cines con 1 mil 727 millones de personas superando a India y a los Estados Unidos.  Cuando viajaron al extranjero en 2019 los chinos gastaron US$ 250 mil 700 millones de dólares – siendo el primer lugar mundial por arriba de Estados Unidos (US$ 182 mil 400 millones de dólares) y de Alemania $US 99 mil 900 millones.

En visitantes China es ahora un mercado en expansión.

La ingeniería china se está aplicando en la renovación de las líneas del Metro de la Ciudad de México, en la fabricación masiva de durmientes para el Tren Maya, en los trolebuses eléctricos y en la telefonía celular 5 G.

En 2019 su industria automotriz produjo 21 millones 360 mil automóviles, cantidad 14.4 veces superior a los que en ese año fabricó México. En la crisis financiera de 2008 adquirieron a la VOLVO- empresa emblemática de Suecia – y a la inglesa MG.

Están ya ofreciendo autos eléctricos con un precio bajo (US$ 10,000) y en cuanto a su penetración en 2023 al mercado mexicano es cada vez más visible la presencia de su modelos y marcas.

En el estado de Hidalgo ya tienen una ensambladora de autos y en el puerto de Lázaro Cárdenas tienen miles de vehículos en espera para desembarco hacia las ciudades mexicanas. Son nación líder en fabricación de chips y en las baterías de litio. Su esquema de compra a crédito es ventajoso para sus clientes en comparación con los de la competencia y su plan de garantías es competitivo.

A diferencia de la austeridad de los autos eléctricos que fabrica TESLA la gama alta de calidad de los chinos incluyen interiores de lujo y sensores digitalizados del funcionamiento de la máquina.

Mientras que la división de vehículos electrónicos de FORD o de la General Motors está lejos de ser rentables, los fabricantes chinos ya están en utilidades porque le están apostando a lograr costos más bajos de manufactura que le permitan llegar a consumidores urbanos de poder de compra medio.

El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha significado para China una situación difícil de sobrellevar. La administración BIDEN ha sido punzante en la relación comercial y de inversión hacia China.

El manejo diferente que hizo China del COVID redujo el ritmo de crecimiento de la economía del gigante asiático y la solidaridad mostrada hacia Rusia no pasó más de un acercamiento con viejos planes de inversión o de comercio.

La tecnología de telefonía celular china se adelantó en la carrera de 5G a las de la Unión Europea o Estados Unidos. Empresas como HUAWEI tienen como socio capitalista al propio gobierno chino y sus competidores occidentales reclaman que ciertas marcas poseen capacidad de espionaje.

En Latinoamérica la telefonía celular con equipos chinos es la dominante en el mercado y sus usuarios siguen lealmente las marcas mientras que Estados Unidos prohíbe la compra de estos- alegando posible espionaje.

Para la seguridad pública China posee el sistema de reconocimiento facial más avanzado del mundo. Esta tecnología es rechazada en algunos países occidentales bajo el argumento de que atenta contra los derechos humanos al invadir la privacidad. En los equipos de diagnóstico avanzado para aplicaciones en medicina (tomógrafos, rayos X) China ofrece por calidad similar a la alemana un precio diez veces inferior. Para Latinoamérica y el poder adquisitivo de sus habitantes será una buena noticia al abatir el costo de los diagnósticos digitales de uso masivo.

El salto económico y tecnológico de China no fue producto de la casualidad, sino de un proceso planificado de inversión en su gente talentosa. Repatriaron chinos exitosos en negocios, logística, ingeniería y les dieron toda la calidad de vida que tenían en Occidente. Becaron con dinero de los contribuyentes a miles de jóvenes que estudiaron en las mejores universidades de Europa, Canadá y Estados Unidos. Ahora recoge China los frutos de una visión correcta del futuro.

Compartir