Milka IBÁÑEZ*
CDMX.-En una era donde lo virtual y lo real se entrelazan, Grand Theft Hamlet, es un documental fascinante donde como espectador seguimos a Sam Crane y Pinny Grylls en su quijotesco proyecto: montar una obra de teatro completita, Hamlet, pero dentro del caótico mundo de GTA Online, un video juego donde el mundo virtual no tiene reglas, en el que robar carros, echar balazo y huir de la policía es lo normal, ahí puedes ser un animal, hombre, mujer, marciano, lo que quieras. Lo que comienza como un espacio de diversión para el encierro pandémico se transforma en una profunda reflexión sobre el arte, la obsesión y la conexión humana en espacios digitales.
La película captura con ingenio cómo el confinamiento impulsó a estos actores a buscar refugio creativo en los mundos virtuales. A través de entrevistas íntimas, descubrimos sus motivaciones, los conflictos internos que arroparon a muchos, sobretodo en el ámbito del arte, durante la pandemia: la incertidumbre laboral, el aislamiento y esa necesidad humana de crear, incluso en las circunstancias más absurdas. La elección de Hamlet- obra sobre la indecisión y la melancolía – resulta perfecta para retratar su propio estado emocional.
El proceso de producción es tan irreal, incluso divertido, así como conmovedor. Ensayos interrumpidos por jugadores que atropellan a otros jugadores a mitad de soliloquio, escenarios destruidos por asaltos o tiroteos aleatorios, y las ingeniosas soluciones que inventan para superar las limitaciones técnicas dentro del juego ¿cómo representar el fantasma del padre de Hamlet sin efectos especiales? Cada obstáculo se convierte en una metáfora de la persistencia del arte frente al caos, de lo difícil que es la realización de un proyecto, de seguir buscando con pasión un sueño, y sigue demostrando que producir no es fácil ni el mundo donde todo puede ser posible.
El documental brilla al explorar las múltiples capas de realidad: podemos observar y escuchar a los actores en sus habitaciones, a sus avatares en el juego, y cómo este proyecto afecta sus vidas fuera de pantalla. Hay momentos de genuina emoción cuando, pese a los gráficos toscos y las interferencias técnicas, logran transmitir la esencia trágica de Shakespeare, pero ¿qué tanto esto pasa en la vida real? Es otra de las dudas que enfrentan nuestros personajes.
Grand Theft Hamlet celebra la locura de crear contra toda lógica. Es un testimonio de cómo el arte puede florecer en los lugares más inesperados, y de cómo los mundos virtuales, diseñados para el caos, pueden convertirse en inesperados espacios de conexión humana y expresión artística.
¿Qué tanto dejamos nuestra vida real para lograr algo?¿Qué tanto estamos presentes en nuestro propio espacio? ¿Qué tanto el mundo virtual nos separá de los nuestros aún estando bajo el mismo techo? Una joya inclasificable que deleitará por igual a amantes del teatro, videojuegos y documentales creativos.
Este intenso y divertido documental lo pueden disfrutar dentro de la plataforma MUBI.
*Comunicación y Relaciones Públicas. Directora General 24 Risas por Segundo, Festival de Cine y Comedia.