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Karla MARTINEZ DE AGUILAR

Fotografías: Moctezuma

Locación: Palacio de Gobierno del Estado de Jalisco

Nació en Guadalajara, Jalisco, y se formó en Derecho en la Universidad de Guadalajara, donde también cursó una Maestría en Derecho con Orientación en Civil y Familiar; mediadora certificada, cursó una Maestría en Valuación Inmobiliaria, Industrial y de Bienes Nacionales, un Doctorado en Derecho, es Maestra en Derecho de la Empresa por la Universidad Panamericana, donde actualmente es docente y, justo concluyó una Maestría en Finanzas. Desde 2016, se ha desempeñado como Corredor Público.

¿Por qué decidiste estudiar abogacía?

Tengo que decirlo con toda la sinceridad. Yo quería estudiar arquitectura porque desde niña me gustó el tema del dibujo, es una de las actividades que más me relaja, y en la preparatoria hice muchas exposiciones.

Cuando se viene el momento de elegir una carrera universitaria en los 2000, inmediatamente dije arquitectura e, inclusive, fui a preguntar con los del primer semestre lo que implicaba estudiarla y al escuchar que necesitabas al menos cinco mil pesos para los materiales básicos que iban entre computadora, blocs de dibujo, restirador para dibujar, etc., me desanimé porque en mi familia, en ese tiempo, la economía no era la mejor.

Haciendo números y siendo consciente de la situación, decidí estudiar otra carrera en la que no me pidieran tantos materiales, que sabía que podía concluir, que me quedara a un camión de distancia de mi hogar, que me diera la oportunidad de trabajar y que, en general, no me exijiera tanto en el tema económico porque no podía darle esa carga a la familia. Entonces, la carrera de derecho estaba a un camión de mi hogar, los libros los podía consultar en la biblioteca y sabía que podía encontrar un trabajo.

Mi madre quería que estudiara medicina, pero la sangre y yo, no nos llevamos bien; fue un tema hacerla entender en ese momento.

Estoy agradecida por los rumbos que ha tomado la vida y me sorprendo de ella porque aunque ahorita con el tema de la correduría pública vemos los temas de evaluación y todo lo relacionado con ello, termino viendo muchos asuntos de arquitectura e, cinlusive, estoy en Colegios de Arquitectos y soy muy feliz haciendo lo que hago.

¿Qué te enamoró de la licenciatura en Derecho?

La parte humana porque ayudas a la gente y que coloquialmente conocemos como hacer justicia, pero no todo lo justo es legal y no todo lo legal es justo.

Me gusta mucho convivir con las personas para escucharlas y buscar darle una solución a alguna una circunstancia o problemática legal que tenga; disfruto mucho el tema de la asesoría jurídica. Además, Dios me ha puesto en ciertos lugares para dirimir controversias entre las partes y que la solución sea lo mejor para poder firmar un convenio y que salgan contentos. A lo mejor no salen de la mano y abrazándose, pero salen satisfechos sabiendo que se hizo lo mejor y así, evitaron un conflicto futuro. El asesoramiento jurídico es lo que realmente me apasiona.

¿Cómo fue que te convertiste en corredora pública y cómo ha sido el camino porque, sin duda,  aún predomina el género masculino en ese ámbito?

De los casi 500 corredores públicos que hay en toda la República Mexicana menos de 80 son mujeres. El camino no fue fácil, pero tampoco fue complicado porque cuando nos establecemos una meta, haces todo lo posible para llegar a la misma.

Tuve qué prepararme y estuve realizando muchos cursos de evaluación porque un corredor público es un perito valuador; yo desconocía el tema porque en la universidad no te enseñan sobre valuación, pero al irme preparando, descubrí sobre la valuación inmobiliaria, comercial, industrial, de maquinaria, de bienes industriales, entre otros muchos temas, y empiezo a convivir con muchos arquitectos.

Recuerdo que reprobé mi primer examen para ser corredor público y supe que tenía que estudiar y así es como estudié una Maestría en Valuación Inmobiliaria, Industrial y de Bienes Nacionales, en Derecho con Orientación en Civil y Familiar, Mastra en Derecho de la Empresa y por último, un Doctorado en Derecho. Volví a presentar el examen para ser corredor públio y lo pasé.

Me di cuenta que en este medio, nunca dejamos de estudiar porque nos apasiona y porque el medio nos exige una capacitación constante para poder dar una buena asesoría a nuestros clientes.

Realmente no es fácil estar capacitándote siempre porque tienes qué priorizar entre entre el estudio y la familia, y buscas encontrar un punto de equilibrio incluyendo los retos que ello implica.

¿Cómo logras compaginar estos diversos roles como mujer con tu trabajo y capacitaciones?

Las mujeres somos multifacéticas que nos damos tiempo hasta de arreglarnos para vernos más bonitas y, en mi caso, doy el 1000% lo que implica que a veces, le resto tiempo a mi familia y a mis hijos para llevarlos o acompañarlos a diversas actividades que tienen, pero siempre busco que lo que hago, me haga sentir feliz sin lastimar a nadie en el proceso. Uno tiene que aprender a negociar el tiempo con tu familia y el trabajo.

Definitivamente no es sencillo, aunque hay que negociar muchos el tiempo para dedicarle a mis hijos y mi trabajo, y es un reto cada día tomar decisiones, por ejemplo, de repente me digo que ya no tomaré todas las actividades que salgan en el trabajo para tener tiempo para mis hijos, pero a veces, no hacerlo también es difícil porque me apasiona lo que hago.

Al día de hoy, mucha gente desconoce qué es y qué hace un Corredor Público. Cuéntanos sobre ello y cómo ha sido desarrollar esta profesión

Mucha gente piensa que el corredor público es como un notario, pero sin tantas facultades y cuando a mi me preguntan lo qué es, les digo -en términos muy genéricos- que es como un notario público federal.

A diferencia de un notario público que se rige por la Ley del Notariado de su estado, a los corredores públicos los rige la Ley Federal de Correduría Pública y la Secretaría de Economía es responsable de la aplicación de la misma.

Los corredores públicos vemos todos los temas de comercio, todas las actividades de los comerciantes, el gobierno corporativo, todo lo que tenga que ver y que se relacione con una empresa; podemos dar cualquier tipo de asesoría o hacer cualquier instrumento que tenga que ver el comercio de una persona como su Acta Constitutiva.

Certificamos contratos, convenios y actos jurídicos mercantiles, asesoramos en temas de revisión de las empresas respecto a la legislación empresarial, hacemos avalúos comerciales, avalúos de marcas, de patentes, de inmuebles y en sí, todo lo que le interese a los comerciantes en el ámbito de su ejercicio mercantil.  Asimismo, fungimos como agente mediador, perito valuador, asesor jurídico, árbitro y fedatario público.

La Ley Federal de Correduría Pública entró en vigor el 28 de enero de 1993 estando en el poder el Presidente Carlos Salinas de Gortari.

 

¿Cuáles consideras que son las habilidades más importantes que has podido desarrollar a lo largo de tu carrera?

El desarrollo de mi personalidad. Me gusta mucho quién soy, me gusta ser Ale, la mamá, la hija, la hermana, la corredora pública, la compañera, la amiga, la confidente, la deportista, a la que le gusta tocar el chelo y la que es parte de un equipo de trabajo (no soy ni me considero jefa, soy parte de un equipo en donde todos trabajamos juntos).

Me gusta mucho hacer todo lo que me permita desarrollarme integralmente.

Dentro de este trabajo y la trayectoria que tienes, ¿cuál ha sido alguna de tus mayores experiencias o reto?

Una de mis mayores experiencias o más maravilloso que me pudo haber pasado en la vida fue reprobar mi  primer examen corredor público porque siempre fui una niña de excelencia académica y me di cuenta que la vida no se rige por una nota.

Me di cuenta de esto cuando entré a trabajar en una notaria pública estando en mi segundo año de la facultad, mi jefe me dijo que me relajara y me fijara bien en lo que estaba haciendo porque ya estaba en la vida real donde tuve que llevarle un vaso con agua al cliente, sacar unas copias o traerle el bolillo al jefe. Me di cuenta de lo que implicaba realmente.

Y regresando al tema de esa experiencia,  me repetía una y otra vez me repetía que no debía llorar porque al ser un examen público, todo mundo me vería además que fue un golpe darme cuenta que por mucho que creas que estás preparada, a lo mejor no es así. Tomé positivamente esta experiencia porque siempre hay algo más por dar y algo más por aprender; ello me hizo crecer personal y profesionalmente.

De hecho, mi esposo fue el que me alentó a ser corredor público cuando me preguntaba si me gustaba la fe pública, asesor, mediar, etc. además porque para ser notario público se necesitan otras cosas aparte de preparación académica.

Mientras yo me preparaba, mi hijo tenía tres años y mi esposo se hacía cargo de él. Sin su apoyo, como el de mi familia, no hubiera sido posible llegar a donde estoy y sé que puedo fungir como un ejemplo para mis hijos al ver que su madre sigue estudiando aunque ello implique descansar poco o no tener tiempo para hacer diversas actividades.

De hecho, estoy tomando un diplomado para certificarme como consejera empresarial en el Instituto Mexicano de Mejores Prácticas Corporativas (IMMPC) y mi hijo me preguntó porqué lo hacía si sabía que eso implicaba restarles tiempo a ellos. Le contesté que ello me abriría más el panorama además que me gusta prepararme, conocer gente de diferentes ámbitos y áreas académicas y complementar mi carrera.

Dinos 3 influencias en tu vida

Mi madre y marido personalmente y profesionalmente. El tercero serían los corredores públicos del país.

Mi porque me formó, me ha enseñado lo que es ser mamá y mujer, y en la medida de sus posibilidades siempre ha estado conmigo. Mi marido porque siempre le he tenido una admiración y respeto desde que lo conocí; me impresiona cómo es como ser humano, en la forma en la que se toma la vida en la que no se aferra a las cosas. Me ha servido tomar el ejemplo de ambos para vivir mejor así como para ser mejor.

Los corredores públicos porque admiro sus carreras profesionales. Veo a cada uno de ellos como mis maestros y de cada uno de ellos tengo mucho que aprender todos los días.

Aparte de ser una excelente profesionista, te gusta tocar el chelo. Cuéntanos sobre ello.

Cuando toco el chelo, no soy la mejor del mundo, no he estado en una filarmónica ni doy clases del instrumento, pero me gusta mucho tocarlo.

Antes, iba a clases con mi maestro de toda la vida, pero ahora, por temas de mi agenda, él tiene que venir una o dos veces a la oficina para darme clases mientras tomamos un cafecito; ese tiempo hace que me desconecte mi mente de todo y sólo siento cómo la música vibra a través de mi cuerpo y como tú hablas a través del instrumento. ¡Me encanta el chelo y me encanta dibujar!

¿Cuáles son tus gustos culposos?

El café y el vino tinto principalmente. No tiene que ser un vino o un café muy especial para que lo disfrute.

¡También dar clases me encanta! Me llena de energía y así como como al tocar el chelo, quiero transmitir lo poco que sé.

¿Volvería a elegir tu vida y qué consejo les darías a nuestros lectores?

Sí, 1000 veces, sí, pero me pondría a dieta como unos cinco años atrás.

El consejo sería que luchen por sus metas y por sus sueños porque realmente nada es imposible y el obstáculo más grande que tenemos en nuestra vida somos nosotros mismos.

Si físicamente les es posible y les gusta, busquen la manera de llegar a establecer una meta, un proyecto de vida, encaminarse y luchar siempre por ello.

Un maestro que tuve filosofía en cuarto semestre de la preparatoria nos dijo que al menos debemos tener un proyecto de vida de cinco años hacia adelante; si no lo teníamos no íbamos a tener futuro. A mis 42 años sé qué es lo que quiero en mi vida, cómo quiero terminar al final de mi vida, qué es lo que quiero hacer profesionalmente y lo que me gustaría que hicieran mis hijos

 

 

 

 

 

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