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Armando EBOLI*

PUEBLA, PUEBLA .-El 15 de noviembre se había planeado una marcha de la “Generación Z” que parecía más hecha desde al marketing, queriendo repetir el fenómeno de Nepal. Lo que pasó en Nepal fue algo orgánico, el gobierno prohibió redes sociales y justo ahí nos dimos cuenta que las redes sociales son una necesidad y un motivo de marcha para las nuevas generaciones. En México sólo aparecieron vídeos de IA o banderas de One Piece llamando a una marcha sin motivo alguno más que buscaba repetir el fenómeno.

A esta marcha agendada se le atravesó uno de esos eventos inesperados, el asesinato de Carlos Manzo en Uruapan, un líder que había formado parte de MORENA y ahora como alcalde independiente, formaba un bloque duro contra la delincuencia en Michoacán. Una política de mano dura contra la violencia que ya ha desbordado México y que la gente que vive en lugares de alta peligrosidad sea parece suscribir. El asesinato de Carlos Manzo dolió en Michoacán, y nos hizo sentir a todos, expuestos. Cualquiera que intente por su cuenta resolver el problema de la violencia encuentra el mismo destino.

La marcha de la Generación Z se convirtió en la marcha por Carlos Manzo y por la seguridad, pero ¿que pide esta marcha? En realidad, más que pedir algo es la válvula de escape de una frustración, no es que podamos pedir otro tipo de política de seguridad más dura de la que tenemos ahora con Claudia Sheinbaum y su secretario Omar García Harfuch, hay elementos para pensar que genuinamente hay mejorías en el tema, pero los resultados siguen siendo decepcionantes.

Hasta Carlos Manzo, 10 alcaldes han sido asesinados este año, líderes sociales, ecologistas, cualquiera que se meta en su territorio paga las consecuencias, las cosas no mejoran, pero nos quedamos sin opciones y la sociedad exige ya resultados, mucho se pospuso la seguridad diciendo que había que atender las causas, es decir, priorizar el combate a la pobreza, una cosa no excluía a la otra.

Fue un error grave de AMLO pensar que “atender las causas” solucionaría el problema de la violencia. Los cárteles ya no te ofrecen sólo el pan de cada día o cubrir tus necesidades básicas, te ofrecen un tipo de éxito, de glamour, excesos y lujos que se escuchan en canciones de trap y corridos. Es una lástima que la pasividad de seis años le haya explotado a Claudia Sheinbaum, porque si veo un genuino interés en trabajar el problema.

 

*Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y pasante de la maestría de Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Interesado en relacionar arte con política. De gustos altermundistas pero acostumbrado a vivir en un mundo neoliberal.

exxebo@hotmail.com

 

 

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