- El proyecto político de Claudia Sheinbaum para la CDMX planteó 12 ejes fundamentales con acciones específicas, de las cuales no se cumplió ninguna. En cambio, el proyecto de Clara Brugada se sustenta en hechos visibles y comprobados.
Nora VILLEGAS*
CDMX.- El pasado 11 de noviembre, después de más de 20 horas de suspenso, el Consejo Estatal de Morena eligió a la ex Alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada Molina, como precandidata a la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México. Muchos capitalinos soltamos el aire contenido ante la temible posibilidad de que el elegido, favorito de las encuestas, fuera Omar García Harfuch. ¡Bendito sea Dios! Exclamamos algunos, porque la elección del precandidato implicaba también la designación de un gabinete local y ahí es en donde está el talón de Aquiles de García Harfuch, la gente que trabaja para él y no para la gente.
Clara Brugada Molina es una mujer dedicada a la política desde hace 40 años, gobernó una de las alcaldías más grandes y con más problemas de seguridad, agua, transporte y acceso a servicios básicos como educación y cultura en la Ciudad de México. En Iztapalapa viven más de un millón 800 mil personas, lo que la convierte en la segunda más poblada de la capital mexicana, “ya he gobernado la cuarta parte de esta Ciudad y el resultado ha sido positivo”, aseguró la edil.
Entre las acciones más significativas de la gestión de Clara Brugada como alcaldesa de Iztapalapa, están la Línea 2 del Cablebús, el Trolebús elevado y la exitosa estrategia de combate a la inseguridad implementada en la demarcación; sin embargo, sin duda la más importante fue la construcción de los 12 Centros Culturales denominados Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y Armonía Social “UTOPÍAS”, que son considerados “lugares para estar bien”, diseñados por la arquitecta María del Rocío Lombera González, directora General de Planeación y Participación Ciudadana en la Alcaldía Iztapalapa.
Los centros “UTOPÍAS” responden a la necesidad de los habitantes de la demarcación de contar con espacios que promuevan el arte, la cultura, el deporte y la regeneración del tejido social, impactando no solo dentro de la Alcaldía, sino en toda la capital mexicana, siendo un eje del Programa Caminos Mujeres Libres y Seguras. Además, concentra un trabajo integral de mejoramiento urbano como iluminación, reparación de baches, poda, reforestación, señalización peatonal e instalación de cámaras para garantizar la seguridad de todos, pero principalmente, de mujeres y niñas.
La jefatura de gobierno representa para Clara Brugada un desafío mayor y pretende crear con la ciudadanía capitalina una agenda que considere primeramente la unidad en derechos y libertades, además de replicar las estrategias que implementó en Iztapalapa, a otras alcaldías. Para lo cual, debe contar con un equipo de trabajo que conozca a fondo la importancia de dotar a los habitantes de la capital con espacios y oportunidades que históricamente se les habían negado.
Si no hay imposición por parte del equipo de Claudia Sheinbaum, el equipo político que acompañará a Brugada en la Ciudad de México ha trabajado cercanamente a las personas y sabe de primera mano los problemas más arraigados a nivel municipal, lo que permitirá una visión y planeación ciertamente vanguardista de su proyecto de gobierno, que considera a las mujeres la inspiración necesaria para la trasformación social y cultural, además de la clase trabajadora.
Desde esta lógica, no tendría que haber lugar en un gobierno estatal de izquierda, progresista y acorde con las luchas sociales para funcionarios de antaño, funcionarios de la oposición e ineficaces servidores públicos que durante las administraciones de Sheinbaum y Batres, continuaron desempeñando cargos decisivos y replicando los modelos establecidos, gracias a los cuales, las personas hemos dejado de creer en el proyecto de nación de López Obrador y las cosas siguen sin funcionar.
El proyecto político de Claudia Sheinbaum, planteó 12 ejes fundamentales con acciones específicas, de las cuales no se cumplió ninguna, excepto que realizó audiencias públicas por parte de la fiscal Ernestina Godoy y redujo el gasto público a niveles históricos para hacer su campaña, de todas las demás, tal vez hubo avances, pero ningún resultado contundente como para subirla a la candidatura a la presidencia.
Durante el gobierno de Sheinbaum no se rescató, ni se mejoró la seguridad ciudadana, no se implementó ninguna estrategia de desarrollo urbano, vivienda y espacio público; en cuanto al fomento a la cultura únicamente se realizaron conciertos masivos en el Zócalo y eventos que siempre se han realizado como las ferias del libro; con respecto a la movilidad segura y disminución de tiempos de traslado, no hubo ningún avance, al contrario; el mejoramiento de los servicios urbanos y acceso al agua continuó exactamente igual de deficiente que con los gobiernos anteriores; en cuanto a educación, cultura, deporte, igualdad de derechos y equidad de género todo igual; ¿rescate a los pueblos originarios?, nada; desarrollo económico sustentable, preservación del medio ambiente, disminución de la contaminación, apoyo al campo y protección al suelo de conservación y el último eje, la reconstrucción y gestión integral de riesgos lo vino a terminar Martí Batres mucho tiempo después.
Clara no necesita de mucho hablar, para votar, no hay que dejarnos llevar por las promesas, vamos a dar una vuelta por Iztapalapa y ver con ojos propios que las promesas de gobierno se pueden ver y tocar, que la atención integral es la base de un buen gobierno.
*Periodista egresada de la UNAM. Amplia experiencia en el campo laboral más por necesidad que por convicción. Amante apasionada de las causas perdidas, de las buenas historias, de la vida, la libertad y sus enjuagues.