EL PRESIDENTE A MITAD DE LA CANCHA

Eduardo de Jesús Castellanos Hernández

Lo cierto es que el presidente Andrés Manuel López Obrador está a la mitad de la cancha donde se compite -para 2024- por la presidencia, por la mayoría de los integrantes de las cámaras federales y por todos los demás cargos de elección popular que deberán ser votados el año próximo. Resulta entonces que pretende convertirse, o mejor dicho ya se convirtió, en el árbitro de la contienda electoral, cargando los dados en favor de la y los pre-precandidatos de su coalición partidista, y en particular de una de ellos. Esto no es extraño y sin duda a veces sucede hasta en países con democracias consolidadas y emergentes, pero sobre todo en las híbridas; éstas, donde se oscila entre el autoritarismo y la democracia auténtica, es decir, un autoritarismo disfrazado de democracia.

El único problema es que todo esto de no intervenir, es decir, de no meterse a la cancha, lo prohíben las disposiciones constitucionales y legales que el mismo presidente impulsó cuando estaba en la oposición, mismas que ahora viola sistemáticamente cuando está en el poder. Lo cual explica el carácter híbrido que ya se le aplica en medios internacionales a la supuesta democracia mexicana actual. Veamos algunos detalles.

Entre la prudencia y el temor o la sumisión y la cobardía, finalmente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ni prohibió ni sancionó los actos adelantados de precampaña, primero, de las “corcholatas” del presidente, y más tarde del frente amplio opositor; sino que solamente ordenó al Instituto Nacional Electoral que regulara estos actos anticipados de precampaña y campaña electoral con vistas a las elecciones federales de 2024.

Ahora sí, el Consejo General del INE sustituye al Congreso de la Unión por cuanto a la regulación de los actos electorales anteriores a las precampañas y campañas electorales reguladas por la Constitución y la ley. En tanto que la regulación de precampañas y campañas está en la ley, la regulación de las pre-precampañas estará en los lineamientos que empieza a dictar el INE -pero que están prohibidas en la ley-. Ya no da tiempo, por donde se le quiera ver, para que el Congreso de la Unión regule los actos anticipados de precampaña y campaña que ahora observamos todas y todos los mexicanos que sabemos leer y escribir o que tenemos una televisión o un radio.

Pero como de lo perdido lo que aparezca es bueno, pues es bueno que gracias a dichos lineamientos las “corcholatas” oficialistas empiecen a explicar de dónde obtienen tanto dinero para pagar toda la publicidad que vemos en cada esquina o en cada autobús de pasajeros o en los carteles panorámicos o a lo largo de las carreteras en cada entidad federativa. Como no creo que los vayan a sancionar, ni siquiera que se atreva el INE a preguntarles “¿quién pompó?”, pues lo único que me queda es mi voto para ejercer como ciudadano la sanción que me corresponde imponer.

Desde luego que el primero que debió haber prohibido y sancionado esos actos anticipados debió haber sido el Instituto Nacional Electoral, pero como ya lo he señalado en colaboraciones anteriores, la nueva mayoría de consejeros que integra el Consejo General del INE coloca a esta autoridad electoral en las manos del presidente de la república y de su coalición electoral y legislativa. Todo esto sucede a la luz de la opinión pública, del electorado y la hasta ahora tímida respuesta de los partidos políticos opositores y sus pre-precandidatos. Todo esto explica en parte por qué, a falta de árbitros electorales que cumplan con sus funciones, el presidente en un evidente abuso de poder se pretenda convertir, o se haya convertido, en un árbitro electoral que actúa a la mitad de la cancha. Así es que adelantó los tiempos electorales de su propia sucesión.

Con respecto a este proceso electoral iniciado de manera adelantada, una columnista de temas políticos del diario “El Financiero” (Ana María Salazar, 21/07/2023) apunta los siguientes seis factores a tener presentes: 1) El crimen organizado jugará un papel decisivo en la selección y elección del próximo presidente o presidenta de México; 2) Aunque está por definirse si el apoyo de las organizaciones criminales se limitará a preservar sus territorios habituales o a buscar una mayor actividad política; 3) Andrés Manuel López Obrador, ignorando la legislación electoral y las decisiones del Instituto Nacional Electoral, será el gran promotor de las candidaturas de Morena; 4) Imposibilidad de las autoridades electorales de detener las constantes violaciones legales del presidente, sea por falta de voluntad o incapacidad; 5) El presidente no tiene temor a las autoridades electorales para usar recursos del erario, violando la constitución y legislación correspondiente, por lo que detenerlo será imposible; 6) Campañas (de los pre-precandidatos oficialistas o “corcholatas”) que buscan polarizar más a la población, siguiendo la estrategia del presidente.

Pero ¿qué otras cosas suceden, además de lo hasta aquí anotado? Desde luego que la irrupción inesperada de una pre-precandidata -la senadora Xóchitl Gálvez- que solo buscaba la candidatura a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, pero que gracias a las acusaciones del presidente en su contra, a quien le solicitó el derecho de réplica – acusaciones que al no respetar el derecho de réplica se revirtieron a su favor, no de él sino de la precandidata a jefa de Gobierno-; por lo que de pronto ésta se convirtió en precandidata a la presidencia y en veinte días de precampaña ya ha superado a todos sus contendientes en busca de la candidatura presidencial de la coalición partidista Frente Amplio por México; pero también ha superado ya a todos los precandidatos oficialistas cariñosamente llamados por el presidente “corcholatas”, aunque en realidad son “tapados” puesto que de entre ellos el propio presidente decidirá quién ganará la encuesta a la que se supone concurren; proceso al que, por cierto, acuden con una serie interminable de elogios y ditirambos a favor del presidente, su familia y su supuesto legado al que le llaman “Cuarta Transformación de la República”.

Es oportuno precisar que esa conquista inesperada -para la propia senadora Xóchitl Gálvez- de catapultar su imagen a las alturas se debe, fundamentalmente, a una historia personal de vida de tal manera exitosa en aspectos tan diversos como su vida familiar, su formación profesional, su actividad empresarial o su reconocimiento nacional e internacional, que muy pocas personas pueden igualar en nuestro país. Si a esto se le agrega el hecho de que se trate de una mujer, en un país donde las mujeres tradicionalmente han tenido un destino de dependencia y subordinación, la explosión de simpatía provocada además por su bonhomía y desparpajo frente a la andanada de ataques en contra suya explica fundadamente el resultado.

El domingo 23 de junio la senadora Xóchitl Gálvez visitó la ciudad de Oaxaca, para “dictar una conferencia” sobre el “Derecho de Réplica”, en alusión a lo que ya expuse. Pero, en virtud de la simulación colectiva o fraude a la ley -consecuencia de la sucesión adelantada por el presidente-, no podía decir que venía a Oaxaca a pedir el voto a su favor en la encuesta y en la posterior elección interna en el Frente Amplio por México para elegir candidato a presidente de la República.

Exactamente igual como andan recorriendo el país, pero con muchos mayores recursos, propaganda y apoyo logístico, los pre-precandidatos del oficialismo; quienes no “dictan conferencias” sino que asisten a mítines con miles y miles de personas “transportadas” -particularmente una, la “corcholata” favorita, a cuyo favor todo mundo se da cuenta que están cargados los dados-, es decir, acarreadas y obligadas a asistir; pero cuyo voto secreto y directo en 2024 será libre, salvo que sean obligadas a entregar la fotografía de la boleta electoral que depositen en la urna para conservar empleo o apoyos sociales, como luego dicen que sucede.

Casualmente, un grupo social de personas inconformes por alguna razón bloquearon el local donde la senadora Xóchitl Gálvez iba a “dictar su conferencia” en la ciudad de Oaxaca, por lo que el evento a última hora tuvo que ser cambiado a otro local. Esto no fue obstáculo para que el nuevo local se llenará completamente y la senadora o pre-precandidata del Frente Amplio por México pudiera “dictar su conferencia” a sus simpatizantes.

A pesar de todo lo anterior, los ciudadanos nos damos cuenta de que tanto las “corcholatas” del oficialismo como los pre-precandidatos del Frente Amplio por México están en competencia por llegar a la presidencia de la República, por lo que deben ser informados de las necesidades de las entidades federativas y ciudades que visitan. Lamentablemente el formato de sus eventos no admite que dichos problemas o necesidades sean expuestos, lo que en su momento les permitiría presentar plataformas electorales a partir de dicha información de primera mano y de viva voz. A efecto, además, de que los debates posteriores entre los candidatos a la presidencia fuesen sobre la pertinencia y viabilidad de sus propuestas de solución.

Así es que tanto para los pre-precandidatos de uno y otro bando hasta ahora en competencia -no tardan en terminar de deshojar la margarita en el partido Movimiento Ciudadano para decidir si se van con melón o con sandía o con un candidato propio, así es que también para el o la que resulte su candidata-, propongo y solicito las siguientes acciones de gobierno para ser incluidas en sus respectivas plataformas electorales y oferta política:

1) Una autopista de cuatro carriles de la Ciudad de México al Istmo de Tehuantepec; 2) Mantener, terminar y complementar el proyecto del gobierno actual sobre el corredor industrial del Istmo de Tehuantepec; 3) Concluir la carretera de la ciudad de Oaxaca a Huatulco y Puerto Escondido; 4) Una supercarretera de Oaxaca a Tuxtepec y Matías Romero; y 5) Asegurar la formación escolar básica, media superior y superior de calidad óptima y competitiva a nivel global de la niñez y juventud oaxaqueñas, mediante una solución integral y definitiva del conflicto político-sindical del magisterio.

Desde luego que en cualquier hipótesis la inversión pública será insuficiente para financiar dichos proyectos carreteros, por lo que deberán pensar las y los candidatos presidenciales en la forma de captar inversión privada, nacional y extranjera, si es que estas propuestas les parecen atendibles, de una parte. Por la otra, la concertación política deberá asegurar que se deje de ocultar y se resuelva el grave problema del rezago educativo en Oaxaca y su evidente falta de calidad y competitividad a nivel global. Ni remotamente se trata de las únicas necesidades o problemas que atender o solucionar, pero para eso sirven las campañas electorales, para que la ciudadanía exprese sus puntos de vista; pues sin duda que los pre-precandidatos de ambos lados están en campaña electoral, a pesar de que todas y todos ellos se hagan como que la virgen les habla.

Ciudad de Oaxaca, 24 de julio de 2023.

Eduardo de Jesús Castellanos Hernández.

Profesor e Investigador. Doctor en Estudios Políticos (Francia) y doctor en Derecho (México). Posdoctorado en Control Parlamentario y Políticas Públicas (España) y en Regímenes Políticos Comparados (EUA). Autor de libros de Derecho Público, Privado y Social; Administración Pública y Ciencia Política; Derecho Electoral y Derecho Procesal Electoral; sus libros se encuentran en bibliotecas, librerías, en Amazon y en Mercado Libre. Las recopilaciones de sus artículos semanales anuales están publicadas y a la venta en Amazon; la compilación más reciente aparece bajo el título PURO CHORO MAREADOR. México en tiempos de la 4T” (solo disponible en Amazon).

 

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