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Armando EBOLI*

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIS.-Desde el inicio de su campaña en 2018, el presidente López Obrador ha intentado y logrado cambiar el sistema de partidos. Antes vivíamos en un sistema pluripartidista donde el poder se dividía en tres, PRI, PAN y PRD, en ese sistema el PRI, siendo el menos ideológico y más pragmático, solía, como partido visagra, sacar muchas ventajas.

Tras fundar MORENA, el PRD recibió una estocada de muerte y tomó su lugar, después, apeló a los sectores más afines dentro del PRI y lo redujo al mínimo. Desde ese lugar creó el mito del PRIAN. El PRIAN serían los panistas y los priístas más afines a ellos, la gente de derecha, la más dogmática. La sorpresa para todos fue que, tras los malos resultados electorales de 2018, con un abrumador triunfo de AMLO, lo que quedó del PRI y el PAN efectivamente se aliaron para competir ante un rival al que ven infinitamente superior. El mito del PRIAN se convirtió en una realidad tangible.

La oposición natural de MORENA, que es un partido que por lo menos le da voz a la izquierda dentro del sistema político, es el PAN; y es en gran parte el fracaso del PAN como partido opositor lo que nos ha dejado una elección tan dispar. Le cerró la puerta a los Calderón, los grandes rivales de AMLO y los únicos cuya popularidad compite con la del presidente, no en balde han sido mencionado en tantas mañaneras, aún sin formar parte de la vida pública actualmente. Marko Córtes ha sacrificado la capacidad electoral de su partido con tal de mantenerse en la presidencia de éste. Perdió la mitad de sus gobernaturas durante el gobierno de AMLO, le regaló Durango al PRI para mantener su alianza e incluso elecciones que antes era seguras, hoy peligran, como Guanajuato y Yucatán.

No voy a afirmar que Movimiento Ciudadano sea un partido aliado a MORENA, pero sí que hoy sus intereses convergen, no es ignorado que, tanto en Nuevo León como en Jalisco, donde MC gobierna, el partido se nutrió de una desbandada de panistas que ya estaban en desacuerdo con la dirigencia nacional. A MC le gustaría repetir lo que MORENA le hizo al PRD, tomar el centro derecha del espectro político, quedarse con los panistas y priistas más afines, empujar al PAN a la extrema derecha católica y dogmática, y convertirse en el rival de MORENA en un hipotético sistema bipartidista.

El Frente Amplio le pide a MC que decline a su favor, pero en estas circunstancias ¿Por qué hacerlo? MC necesita un candidato presidencial para impulsar sus candidaturas locales. Pero a parte, para crecer como partido, hoy, a un mes de la elección cuando escribo este articulo, MC sólo necesita esperar el fracaso del Frente Amplio para presentarse como una opción viable para sus votantes decepcionados, cosa que no conseguiría declinando o apoyando abiertamente a MORENA.

 

*Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y pasante de la maestría de Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Interesado en relacionar arte con política. De gustos altermundistas pero acostumbrado a vivir en un mundo neoliberal.

exxebo@hotmail.com

 

 

 

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