Tlacochahuaya, un lugar para volver una y otra vez
SENDEROS OAX*
¿Por qué será que me gustas tanto? Por alguna razón, siempre me hago esta pregunta en el mismo lugar, exactamente cruzando el umbral del atrio del templo de San Jerónimo Tlacochahuaya. Le hago esta pregunta a este lugar cada vez que vengo y...
Santo Tomás Jalieza, entrelazando los hilos de la vida
SenderosOAX*
Oaxaca tiene la peculiaridad de ofrecer sorpresas que distan pocos kilómetros entre sí. Cada lugar, cuando no guarda una joya arquitectónica, ofrece algún platillo suculento, una pieza significativa de nuestra historia o, en este caso, un conjunto de saberes que se expresa en un...
Coixtlahuaca, los recuerdos ocultos
Senderos*
Cuando abrí la carpeta y empecé a ver las fotografías, un escalofrío recorrió mi espalda, eran las fotografías perdidas de Coixtlahuaca.
Mi corazón empezó a latir de forma acelerada, porque sabía que entre una de esas imágenes podía aparecer tu rostro. Empezaron a correr, primero,...
Tu mirada en el espejo, Santa Ana Zegache
@Senderosoax
Santa Ana Zegache es como el bordado “hazme si puedes” de esa misma región, complejo, lleno de detalles, que requiere toda nuestra atención para descifrarlo.
Como en muchas comunidades del estado, un templo suele ser el eje de la población, en este caso, un tesoro...
Yanhuitlán, el silencio y el paso de un ángel
Ángel OSORIO*
Si hay algún lugar donde pude percatarme con toda claridad de lo que significa el silencio, ese es Yanhuitlán, en el magnífico templo de Santo Domingo.
Construido para la posteridad y con destino de grandeza, este templo destaca a kilómetros de distancia. Yanhuitlán está...
Donde los diablos son felices: Carnaval en Zaachila
Ángel OSORIO*
Es el martes previo al Miércoles de Ceniza, es martes de carnaval. Estamos en Zaachila. Todo comienza en el Barrio del Niño. Los danzantes de la pluma bailan frente al templo en señal de respeto, se tiene que pedir permiso.
Los diablos se van...
Una vez quise olvidarme de ti: El Chilar Cuicatlán
Ángel OSORIO*
Una vez quise olvidarme de ti. Simple y sencillamente tomé mi mochila y busqué un lugar donde no hubiera ido contigo, donde nada me recordara tu presencia, así llegué al Chilar.
En la Cañada, camino a Cuicatlán, justo en el punto en el que...