📣 Confesionario de Moro
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▶ ¿Aspiracionistas?
Enriqueta PÉREZ*
SAN LUIS POTOSÍ, SLP.- A últimas fechas hemos escuchado la palabra “aspiracionista” como una daga filosa que sigue segregando la sociedad en partes desiguales, usualmente se ha interpretado como un insulto a las clases medias, me parece conveniente reflexionar al respecto.
De primera instancia debo decir que no es cierto que tengamos sólo tres clases sociales, hay una multiplicidad de divisiones entre sí, ni todos los que se perciben como de la “alta” lo son, ni los de la media y la baja.
La clase responde entonces a la posición que se ocupa dentro de la sociedad y que responde usualmente al ingreso económico, a la capacidad de consumir bienes de consumo que permitan la dignificación de la vida cotidiana de los ciudadanos, es decir, que abonen a su bienestar familiar, estas clases sociales dependen en mucho desde donde está actuando el estado como un órgano regulador de la distribución de la riqueza en beneficio de los colectivos o la sociedad, es decir, debemos ver la función del estado para proveer educación de calidad, servicios de salud adecuados, preventivos y restaurativos de la salud, así como una infraestructura que apoye a la seguridad social, tales como espacios de recreación, calles iluminadas, drenaje y acceso al agua entre otros.
Todos tenemos la genuina aspiración de tener una vida mejor, una calidad de vida mejor y esa calidad de vida, depende como ya lo había dicho, de qué tanto estamos destinando de nuestro ingreso para satisfacer educación de calidad, el acceso a hospitales y medicinas dignos, así como la libertad de transitar libre y de manera segura por los espacios de acceso público.
Se ha interpretado que la clase social media, es decir aquella que tiene un promedio de ingreso mensual entre treinta y sesenta mil pesos mensuales, como aquella que, aunque es un ingreso adecuado, tiene inmensas deudas y que gasta de sobre manera en los bienes que deben ser proporcionados por el estado y de óptima calidad -como la salud y la educación-. La clase media usualmente catalogada como aspiracionista es aquella que efectivamente aspira a tener un nivel de vida mejor, así como genuinamente también aspira la clase baja a dejar de serlo y la alta aspira a no dejar de serlo.
El tema aquí no sólo es aspirar a serlo, sino la manera en cómo se desea, de cómo se aspira, no coincido con el término cuando se ubica en una aspiración a partir de la postura retrógrada de la autoexplotación, de la falsa filosofía del “sí se puede” y del “si estas jodido y eres pobre es porque eres flojo o no quieres dejar de serlo”, porque tampoco es así, debemos reconocer las condiciones y los accesos a que cada segmento de la sociedad ha tenido para poder mejorar sus condiciones materiales de existencia, no es trabajar 12 horas en promedio al día para poder pagar una casa, una escuela, un hospital y la alimentación, sino que, con las horas de trabajo regulado se acceda a ello, dejando tiempo para la recreación, la socialización, la capacitación, etc.
No se trata de la autocomplacencia y presumir “tengo tres trabajos” y todos son tan mal pagados que ni con esos se cubren las necesidades básicas. Sino de tener un trabajo bien pagado, no seguir cayendo en la autoexplotación autoinfligida como respuesta a la evidente explotación del sistema económico presente y por ende del dueño del capital. Si, soy aspiracionista, aspiracionista que seamos una clase media generalizada donde todos los ciudadanos accedan a una educación digna -que no requieran de escuela particulares que diferencian más las brechas de desigualdad entre el acceso a una buena educación y quien no, a hospitales de calidad -donde no se requieran de los privados que toman los pacientes como escalones para cubrir sus necesidades y dejar en la pobreza a quienes los requieren, a medicinas adecuadas – a la salud- en general. Descarto totalmente la idea de plantarse sólo en la idea pequeño burguesa del aspiracionismo, de esa racista, clasista, de la blanquitud en exceso, no de aquella que sólo se queda en la ideología individual, en el bienestar individual o de “su” familia sin ver el colectivo. Aspiro a una sociedad donde todos puedan vivir dignamente.
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*Licenciada en Sociología por la UNAM, se desempeña actualmente como Coordinadora Académica de la Sección Bachillerato del Colegio Internacional Terranova, Consejera Ciudadana de la Coordinación de Prevención Social de Violencia y la Delincuencia con Participación Ciudadana, representante legal de Ambientare AC, y participante en diversas ONG del Estado.
@RevistamujeresShaíque