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Alexandra MARTINEZ DE AGUILAR*

Sin duda, es imposible no hablar de política y más cuando sabemos que este 2024 será un año de decisiones, ya que hay elecciones para elegir 20,375 cargos (629 federales y 19,746 locales) que incluyen la Presidencia de la República, en las que podrán votar aproximadamente 97,046,780 ciudadanos siendo 50,692,569 mujeres, 46,965,781 hombres y 68 no binario, con credencial electoral vigente, a través de 170,003 casillas totales estimadas (864 especiales, 8,706 extraordinarias, 91,124 contiguas y 69,309 básicas) en 317,094,216 boletas.

Por el lado de Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) es bien sabido que buscará retener los estados conquistados (Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz); expandir sus posiciones en los 9 estados que son gobernados por la oposición; mantener la unión interna para no repetir lo sucedido con el ex canciller Marcelo Ebrard y en Coahuila, o como lo último ocurrido entre la diferencia que se suscitó entre Claudia Sheinbaum y el Presidente Andrés Manuel López Obrador ante la renovación de los ministros de la Suprema Corte de la Justicia; equilibrar las promesas electorales con la realidad económica para continuar estando en el ánimo de la gente que ha creído en él; conquistar Guanajuato (Movimiento Ciudadano –MC-), Jalisco (Partido Acción Nacional –PAN) y Yucatán (PAN) para pintar el mapa electoral de guinda en 25 entidades federativas y con ello, sacar adelante algunas reformas clave propuestas por el  presidente (el “Plan C” que incluye una reforma profunda al Poder Judicial, la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional) y no entorpecer la construcción del Segundo Piso de la Cuarta Transformación a Claudia Sheinbaum.

La oposición ha argumentado que el presidente quiere someter a una crisis de gobernabilidad interna al Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), con el fin de coartar la voluntad libre de los ciudadanos y hacer más complicado poder sancionar las irregularidades que puedan suscitarse en las elecciones venideras.

Por otro lado, ante el escenario que Morena gobierne la mayoría de los estados, argumentan que los organismos autónomos desaparecerán, lo que nos llevará a una posible dictadura, que México se convierta en Venezuela, Cuba o Nicaragua; y continuar sembrando el miedo para polarizar a la población.

Mientras tanto, a finales del mes pasado, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, dio a conocer que son seis los principales objetivos para este año: Ganar en Todos los Frentes Electorales; obtener la Presidencia de la República; asegurar la jefatura de Gobierno; conquistar las ocho gubernaturas en juego; alcanzar la mayoría en el Congreso de la Unión; y realizar el Plan C.

Al final del día, la militancia de Morena sabe que debe continuar fortaleciéndose a través de su formación política que verse en una crítica propositiva que aliente un análisis y reflexión sobre los procesos políticos que se viven para el cambio social, sumando voluntades en razón de la ideología que representa y al programa de acción que asume.

Por el lado de la coalición Fuerza y Corazón por México (FCM), desde su inicio, el hecho de informar que se abrían las puertas a cualquier ciudadano que quisiera participar, invitaba a realizar una reflexión interesante sobre un posible cambio en las formas tradicionales de hacer política, pero se enfrentaron al desencanto de los mismos por incluir a personajes marcados por monopolizar las negociaciones para beneficiar sus intereses personales cuando parecía que la participación del ex FAM era una opción que no pertenecía a la partidocracia tradicional.

Asimismo, cometen el error de confiar la esperanza de su triunfo en las capacidades operativas de las maquinarias partidistas y las decisiones que tomen las élites políticas en vez de centrar su atención principal en movilizarse socialmente, sin dejar que los partidos políticos asuman un protagonismo excesivo. Pareciera que Xóchitl Gálvez actúa con autonomía, pero al final, da cumplimiento a los compromisos adquiridos terminando en las escenas que con anterioridad hemos visto: entre ella y los partidos terminarán repartiéndose los restos de la derrota.

Por otro lado, a finales de noviembre del año pasado, José Ángel Gurría presentó el documento “Hacia un Programa de Gobierno 2024-2030”, Proyecto de Nación que aborda 13 temas prioritarios para impulsar a México hacia el desarrollo y la prosperidad, partiendo de la premisa que el reto principal que enfrentará el nuevo gobierno será el tema de la seguridad pública y la procuración de justicia.

En términos generales, dada la importancia del programa de gobierno, faltó una elaboración más amplia sobre la conveniencia del mismo en el contexto político y social en el que se enmarca, ya que, de modo introductorio, en poco espacio, se aborda el proceso de recolección de propuestas con el cual se redactó. En general, al documento le falta más contenido que no refleje que lo escueto del mismo quizás es el reflejo de la ausencia de acuerdos internos.

Habrá que ver si Xóchitl Gálvez puede recuperar el mando de su campaña para evitar que las pugnas partidistas la distancien aún más del electorado que la ve como abanderada de un proyecto ciudadano independiente y alejado de los vicios de quienes forman parte de esta coalición.

 

*Lic. en Ciencias Políticas interesada en aprender constantemente de todo y todos.

 

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