Fotografías: Manuel Jiménez

Locación: Ex Hacienda San José

Alianzas Estratégicas

Somos oaxaqueños, egresados de la Licenciatura en Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Regional del Sureste en la generación 1999 -2004, de nuestra generación, algunos están en la función pública, otros son empresarios, pocos somos los dedicados al litigio; sin duda tras convivir cinco años en las aulas, no solo percibes los conocimientos y habilidades de tus compañeros y te vas haciendo afín a quien comparte tus ideales.

Saliendo de la licenciatura cada uno tomó su propio camino, Graciela trabajó en el Senado de la República como asesor jurídico y, posteriormente en un despacho en la Ciudad de Oaxaca para después formar Corporativo Ramírez Luna.

Por su parte Pedro Carlos estuvo en la entonces Comisión Estatal de Derechos Humanos y posteriormente en un despacho jurídico en la Ciudad de Oaxaca, para después ser director general de Corporativo Jurídico Zamora y Martínez en Juchitán, Oaxaca.

Coincidimos nuevamente en la Universidad Regional del Sureste, Graciela para estudiar la maestría en Derecho Constitucional y Pedro Carlos en Derecho Fiscal. Estamos agradecidos con nuestra Alma Mater que nos formó en el ámbito profesional, sin duda esta ha sido semillero de valiosos profesionistas no solo del derecho, sino de la medicina, arquitectura, etc.

Más de 20 años de conocernos, nos ha permitido tener intereses compartidos, en nuestro caso, la concepción empresarial que debe tener todo asesor legal nos unió para buscar el dinamismo comercial que implica la globalización, que requiere de abogados que además de dominar el marco jurídico de su especialidad, busquen en todo momento ser facilitadores e impulsores de negocio para sus clientes, detecten de manera oportuna áreas de mejora y proporcionen información útil a los clientes para la adecuada toma de decisiones empresariales. Buscamos agregar valor a ambas partes, lo que nos ha permitido realizar operaciones comerciales en la Ciudad de Oaxaca, la región del Istmo y la Ciudad de Mérida; así como en Ciudad de México, Pachuca, Guadalajara convirtiéndonos en asesores que los apoyarán durante todo el proceso, tanto en su lugar de origen como en otro estado del país.

El cambio en el mundo, las nuevas tecnologías, la transformación digital, las oportunidades de negocios, etc., debe cambiar la forma de trabajar del abogado, debemos pensar que no somos competencia, sino que podemos construir sinergias no sólo en Oaxaca sino en cualquier parte de México y el mundo, no sólo con abogados, sino en cualquier otra rama que sea necesaria. Observamos que muchos abogados trabajan aisladamente, pero consideramos en un mundo global y cambiante, ya no es posible.

Nuestra intención es extender nuestra red, con el propósito de crecer profesionalmente, expandir nuestras firmas, reducir costos para nuestros clientes, y unir nuestras capacidades para obtener el acceso a nuevos mercados.

Tenemos claro que las alianzas que estamos construyendo, van de la mano de la pasión que tenemos por nuestra profesión, nos gusta lo que hacemos, pero también compartimos ideales y valores como personas.

Creemos que se requiere humanizar la práctica legal, la política, la administración de justicia etc., y darle de un sentido de trascendencia que vaya mucho más allá de la rentabilidad del negocio. 

Pedro Carlos Zamora y Martínez

Soy oaxaqueño, abogado de profesión, esposo y padre de dos niños. Soy el primogénito de tres hijos y considero que mi vocación viene en la sangre ya que mis padres son abogados.

Desde hace más de 45 años, mi padre abrió las puertas del despacho, asesorando a personas físicas y prestigiosas empresas en la Región del Istmo de Tehuantepec, hace 16 años nos constituimos como Corporativo Zamora y Martínez, nombrándome Director General de Firma.

Oaxaca, es sin duda un motor de crecimiento económico y ahora con el Plan de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, queremos como Corporativo seguir siendo la opción para las empresas que requieran un servicio de los que ofrecemos.

Otorgamos asesoría en las áreas laboral, civil, mercantil, administrativa, fiscal, penal y familiar, tenemos un equipo de trabajo que ha crecido con nosotros y se ha especializado en cada una de las ramas a la que nos dedicamos. Hace unos años, decidí abrir nuevas oportunidades profesionales en Mérida; Yucatán, lo que representa un reto más a mi carrera profesional y familiar

así que en ocasiones me toca viajar un poco, pero para todo hay tiempo.

Éxito:

En el ejercicio de cualquier profesión, considero que la ética y la capacitación continua son la clave para el éxito. En mi vida MI FAMILIA.

 

Graciela Ramírez Luna

Soy oaxaqueña, de profesión abogada, esposa y madre de una niña que me ha cambiado la perspectiva de la vida.

El empoderamiento femenino ha estado presente a lo largo de mi vida, estoy convencida que romper cánones establecidos y luchar por una igualdad efectiva, desde mi trinchera es obligatorio.

He descubierto que el empoderamiento de la mujer no sólo es el ser una emprendedora o empresaria, romper el techo de cristal o luchar por romperlo; también este empoderamiento se define en el significado de ser mamá. Quiero que mi hija vea que en todos los ámbitos de la vida – profesional, personal, familiar – es posible correr, pero que también existe la posibilidad de caer y esto te enseña a levantarte y hacerlo mejor en la siguiente vez; pues la vida es un constante intento, un camino de prueba y error que tienes que ir resolviendo.

Creo firmemente que debemos luchar por eliminar las desigualdades entre las mujeres y los hombres y para ello se requiere educación como factor de crecimiento y justicia como factor de protección. Hombres y mujeres debemos tener las mismas posibilidades y oportunidades en todos los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural, profesional y familiar.

Específicamente en el ámbito en que me desenvuelvo, debe haber una transformación en la administración de justicia, para construir un sistema capaz de encargarse de la resolución de los conflictos desde una perspectiva de derechos humanos y de género pues la construcción de una administración de justicia accesible, igualitaria y comprometida es una obligación ineludible del Estado Mexicano y una deuda de la democracia.

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