Milka IBÁÑEZ*
México un país surreal, un país donde muchas veces no podemos confiar ni en nuestra propia sombra y nuestras instituciones de seguridad no son la excepción a la regla, cuántas veces hemos sentido con nervio cuando se nos acerca una patrulla, no sabemos qué puede pasar, ya vivimos con esa idea de temerle a la autoridad, pero ese sentimiento sólo es reflejo de un sistema corrupto donde todos estamos dando vueltas y esto se demuestra de manera dinámica en Una Película de Policías.
Esta es dirigida por Alonso Ruizpalacios, quién ya tiene su sello como autor por proyectos como Güeros y Museo. Una Película de Policías nos cuenta la historia de una pareja de policías, que a la vez son interpretados por la gran actriz oaxaqueña Mónica del Carmen, como Teresa, y Raúl Briones en el papel de Montoya, a través de sus actuaciones nos narran la rutina de estas personas, cómo se conocieron, cómo fue que llegaron a integrarse a los cuerpos de seguridad pública y cuáles son sus temores.
De dientes para fuera pareciera que los documentales de Netflix ya son como una receta, uso de drones, entrevista, imagen de archivo, muy similares en propuesta, pero lo que tiene este es que se maneja de una forma muy especial al contar la historia, empezando porque los actores en un tipo de doblaje de voz van recreando las anécdotas de la pareja de policías, nos llevan en una especie de falso documental para reflexionar sobre la relación de la gente con sus policías.
La fotografía como es de esperar está muy bien cuidada, con una paleta de color que se ha hecho muy representativa del director, por lo que si pueden verla en la pantalla grande no lo duden porque vale muchísimo la pena. Pero lo que más nos sorprende es la técnica actoral, Mónica y Raúl no solo hacen una actuación maravillosa con sus personajes, si no que estuvieron involucrados en academias de policías, lo que le da un valor agregado a su interpretación que conecta en inmediato con el público, nos muestran las carencias de la institución, lo duro que puede ser mentalmente estar en los entrenamientos, se vuelve tan intenso que hay momentos de quiebre donde si no le sale una lágrima o no se le pone la piel chinita, es porque tienes atole en las venas. La edición es una maravilla, el uso de la música y los gráficos para darle un estilo muy parecido a las series de policías de los 70s y 80s, es un gran y divertido acierto.
Para mí hubo momentos en el que al ver la vida de estos personajes moría de risa, pero había tanto bajo sus relatos, como la corrupción, las pocas oportunidades que se tienen, el ser mujer enrolada en las fuerzas de seguridad pública, las pocas herramientas de trabajo y como esto hace que vivan el doble de riesgo. La ciudad se vuelve un personaje que toma la vida de estas personas, donde muchas veces pareciera que ya no hay nada que perder, la relación entre ellos es una bocanada de aire fresco, cómo dentro de la obscuridad se encuentran en un romance muy peculiar, se salvan y luchan por tener un mejor futuro.
Sin duda de los mejores documentales de estos años, una propuesta diferente, un sube y baja de la risa a la indignación, admiración total a los actores que fueron llevados al límite. Por esto y muchas cosas más, deben ver Una Película de Policías, la cuál ya está disponible por la plataforma Netflix y si tienen chance de ver otras películas de director, háganlo es una gran promesa del cine mexicano actual.
*Comunicación y Relaciones Públicas. Directora General 24 Risas por Segundo, Festival de Cine y Comedia.