Eran las cuatro horas de la madrugada y Daniel Gómez, de 21 años, viajaba de México a San Diego para desayunar. Lo hacía antes de prepararse para los entrenamientos de las divisiones inferiores de los Xolos de Tijuana a las 8.00. Conducía a bordo de su Chrysley Sebring y se dirigió a la garita internacional de Mesa Otay, en California. Allí la policía revisó su automóvil. Los agentes notaron que la llanta en el maletero estaba pinchada y pesaba de más. Tras un par de inspecciones encontraron 23 paquetes de metanfetamina envueltos en papel transparente y carbón con un peso de 12.76 gramos.
Antes de que arrestaran a Gómez, el miércoles 5 de abril, su familia le había reportado como desaparecido. A través de las redes sociales difundieron una imagen en la que aseguraban que había tomado un taxi tipo Uber. Sus seres queridos le calificaron de “es una persona muy responsable”. El reporte oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza señala que el deportista aceptó que el automóvil era suyo, pero no la droga.
Gómez, quien jugaba de central, tuvo que esperar detenido en el Centro Correccional Metropolitano de San Diego, tuvo que esperar dos días más para que los agentes fronterizos encontraran 11 nuevos paquetes de metanfetamina en el guardafangos, con un peso de 8,9 kilogramos. Daniel Andrés se defendió al argumentar que el automóvil con el que viajaba lo había intercambiado con otra persona durante un mes.
El mexicano con nacionalidad estadounidense presentó su caso en la corte del distrito sur de California. La fiscal Oleksandra Johnson solicitó que que el futbolista permaneciera detenido luego de que considerara un riesgo que abandonara el país. También se le negó la fianza por esta vez. La directiva del equipo fronterizo aún no da a conocer su postura con respecto a Gómez.
Daniel Andrés Gómez no ha jugado un partido en primera división. Su historial se compone con partidos desde los 15 años con los Xolos. Su paso a sido como el de cualquier chico que aspira a llegar al primer equipo al pasar por todas las categorías y en la segunda división, donde jugó sus últimos partidos. En su ficha, disponible en los archivos de la Federación Mexicana de Fútbol señala que mide un metro con 70 centímetros y pesa 78 kilos. Destaca el número en su dorsal, el 84. A la par que jugaba, Gómez estudiaba Negocios Internacionales en la Universidad Autónoma de Baja California.