Jeniffer JIMENEZ*
GUADALAJARA, JAL.- La duda de si estamos con personas integras, sanas emocionalmente, no tóxicas, nos asalta de pronto en silencio, sin previo aviso, y más con el bombardeo de memes, noticas, videos de terapeutas alertando en las redes, la amiga de una amiga, en fin. Pero la incógnita en realidad sería ¿somos una pareja sana para la otra parte? ¿somos alguien de fiar cuando se trata de cuidar el corazón de otra persona?
La mayoría de los solteros van buscando por las calles, entre reuniones, encuentros fortuitos idealizados y fantaseados, a la persona que les de estabilidad, les de una esperanza del “felices para siempre”, o les prometa un futuro en la relación perfecta, en la que reine la empatía, el respeto, la confianza, y la complicidad por supuesto. Pero habría que analizar si somos humanos sanos, con estos requisitos como base de nuestro propio estilo de vida.
Después de la relación con nuestra madre y padre, por amor y supervivencia, cuando nacemos y hasta la total independencia, la tercera relación más importante es con nosotros mimos. ¿Hemos logrado trabajar duro para ser empáticos, respetuosos, leales y amorosos con nuestra persona? Sí la respuesta es sí, tenemos una posibilidad grande de coincidir con otra que sea sana emocionalmente, con la cual podríamos establecer un vinculo más seguro para ambos corazones.
Pero no se puede ni por un segundo creer que la responsabilidad de nuestras emociones y vida sentimental está en las manos de nuestra pareja. Hemos primero de ser conscientes de nuestras fallas y carencias para poder enfrentarlas y no ser una pareja tóxica. Pero no, no solo se trata de controlar los celos, y decir: “por supuesto que no soy toxico o toxica”, pues la toxicidad no solo baila con los celos, también seduce a una baja autoestima, a una sed de control, a un indomable egocentrismo o a una fiera herida.
He aquí entonces el verdadero sentido. Antes si quiera de preguntarte si la persona con la que estás es toxica, las preguntas sinceras serían: ¿estoy siendo toxica con mi relación y por añadidura conmigo? ¿Qué aspectos de mi relación me perturban? ¿Qué aspectos de mi me hacen sentir insegura o inseguro que no me permiten disfrutar de mi relación? ¿Qué pasa dentro que lo estoy proyectando hacia afuera?
Todos tenemos heridas que sanar, aprendizajes forzosos y lecciones inminentes. Una buena forma de reconocer aquellas personas que podrían ser nuestros grandes aliados como pareja, es justamente haciéndonos responsables de los cambios a los que necesitamos enfrentarnos, por mucho que duela, de pereza o nos resistamos, ser humanos sanos energéticamente debería de ser considerado materia primordial desde el kínder hasta la maestría. Para poder ambicionar a experimentar una relación de esas bonitas, exóticas y de las que se cree que “ya no hay”, no es negociable el trabajo interior.
No es que no haya esas parejas o relaciones, sí las hay, pero la pareja o relación se compone de dos partes, de dos elementos, y el problema es la pretensión de que la otra persona deber ser la responsable de brindar todos los trampolines y zonas seguras de la relación. El trabajo interior, no solo ayuda y potencializa la interacción con otras personas, da innumerables beneficios también en lo material, mental, espiritual y salud física. Y esto aplica aun cuando ya estés dentro de una relación.
Si hablamos de cualquier tipo de vinculo, matrimonio, unión libre, ocasional, noviazgo, cualquiera ¿Cuál podría ser el mejor regalo? Que te conviertas para ti en una persona con solvencia emocional, y por ende para los demás. Una buena forma de alimentar tu espíritu, renovarlo, encontrar respuestas y resolver el caos interno siempre será la meditación, es la forma más perfecta de ser responsable con nuestro corazón y el de los demás. Las relaciones sanas no son cuestión de suerte, si estás esperando a que esta toque tu puerta quizá te estés condenando a los reintegros.
*Escritora e instructora de meditación. Apasionada por los temas espirituales y de superación personal. He tomado diferentes estudios, diplomados y cursos que me han llevado a conocer y compartir lo que aprendo y experimento sobre el poder de nuestra mente y espíritu.
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