Antonio SALDAÑA*
BARCELONA, ESP.-Estos estilos de apego, aunque parecen opuestos, a menudo se atraen y crean una dinámica única que puede ser difícil de manejar sin la comprensión adecuada y pueden ser muy desafiantes, ya que por lo general se presenta el ciclo “persigue y aleja”. En otras palabras, el estilo de apego ansioso perseguirá, rogará, sufrirá, mientras el evitativo se alejará cada vez más o se encerrará en sí mismo como si de una ostra se tratase.
Las personas con apego ansioso tienden a buscar constantemente la cercanía y la validación de sus parejas. Temen el abandono y pueden sentirse inseguras cuando su pareja no está disponible emocionalmente. Como lo he explicado en artículos anteriores, este estilo de apego suele desarrollarse a partir de experiencias infantiles de cuidado inconsistente o intermitentes, donde el cuidador alternaba entre estar presente y ser emocionalmente distante.
Por otro lado, las personas con apego evitativo valoran su independencia y autonomía. Pueden sentirse incómodas con la cercanía emocional y tienden a distanciarse cuando las relaciones se vuelven demasiado intensas, demandantes o íntimas. Este estilo de apego se forma a menudo en respuesta a cuidadores que no estaban disponibles emocionalmente o que no respondían a las necesidades del niño(a).
Por eso la interacción entre estos dos estilos de apego puede crear una dinámica de “estira y afloja”. La persona con apego ansioso busca constantemente la cercanía y la validación, mientras que la persona con apego evitativo tiende a alejarse cuando siente que su autonomía está en peligro. Este ciclo puede llevar a una relación disfuncional donde ninguna de las dos partes ve satisfechas sus necesidades emocionales.
A pesar de sus diferencias, las personas con apego ansioso y evitativo a menudo se sienten atraídas entre sí. Esta atracción puede deberse a un deseo inconsciente de satisfacer necesidades emocionales insatisfechas desde la infancia. La persona con apego ansioso puede ver en la persona evitativa una oportunidad para finalmente obtener la validación y la cercanía que anhela, mientras que la persona evitativa puede sentirse atraída por la intensidad emocional de la persona ansiosa.
Para que una relación entre personas con estos estilos de apego funcione, es crucial desarrollar la autoconciencia y la comprensión de los propios estilos de apego. La terapia de pareja puede ser una herramienta valiosa para ayudar a ambas partes a comunicarse de manera más efectiva y a desarrollar un apego más seguro.
Algunas estrategias incluyen:
- Comunicación abierta: Es esencial que ambas partes expresen sus necesidades y preocupaciones de manera abierta y honesta.
- Establecer límites saludables: La persona con apego evitativo puede necesitar espacio, mientras que la persona con apego ansioso puede necesitar más cercanía. Encontrar un equilibrio es clave.
- Practicar la empatía: Comprender y validar los sentimientos de la pareja puede ayudar a reducir la ansiedad y el distanciamiento.
- Buscar apoyo profesional: Un terapeuta puede proporcionar herramientas y técnicas para manejar los desafíos específicos de la relación.
Las relaciones entre personas con apego ansioso y evitativo pueden ser complejas, pero no imposibles de manejar. Con la comprensión adecuada y el esfuerzo mutuo, es posible desarrollar una relación saludable y satisfactoria. La clave está en la comunicación, la empatía y la disposición para trabajar juntos en superar los desafíos.
*Master en coaching en inteligencia emocional y PNL por la Universidad Isabel I de Castilla. Nº 20213960. Diploma en especialización en coaching y programación neurolingüística (PNL) por la Escuela de Negocios Europea de Barcelona.
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