Armando EBOLI ZAPATA
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIS. -Ayotzinapa fue tan traumático, que vinieron diferentes expertos a señalarnos todos los defectos en el sistema político mexicano que causaron y extendieron la tragedia, desde la poca conexión que existe entre autoridades municipales, estatales y federales, hasta el difícil acceso a la justicia causado por un estado hiperburocratizado. Aunque poco hicieron al respecto Peña Nieto y López Obrador. El diagnóstico ya está ahí esperando a ser resuelto. El horroroso hallazgo de Rancho Izaguirre en Jalisco, un presunto lugar de entrenamiento de sicarios con varios restos humanos, es igual de traumático, pues sigue revelando las mismas fallas que no se atienden.
No sabemos si por desidia, corrupción, ineptitud o falta de recursos, el gobierno nos falló otra vez. El rancho había sido asegurado e investigado en septiembre de 2024 por autoridades estatales y federales, según BBC Mundo, pero no encontraron nada. Es bastante triste, para todos, que hayan sido los grupos de búsqueda de personas desaparecidas quienes hicieron el atroz descubrimiento, revela una vez más que es el mismo ciudadano es quién tiene que resolver los delitos de los que es víctima, justifica incluso la existencia de las autodefensas, pues el Estado parece empeñarse en mostrar que aunque tiene los recursos, es incapaz de garantizar todavía la seguridad de los ciudadanos, de hacer justicia, o mínimo, trabajar seriamente en encontrar a los miles de desaparecidos que hay hoy en el país.
No podemos negar, que el actual gobierno de Sheinbaum, tomó la seguridad como una de sus prioridades, sobre todo porque ya no había margen de maniobra, ni por los muertos, ni por las perdidas, ni por la paciencia de Donald Trump, que exige resultados a cambio de no poner aranceles. MORENA ha basado gran parte de su plataforma presentándose como la antítesis de Felipe Calderón, así lo quiso López Obrador, desapareciendo la policía federal para convertir esos recursos en ayudas gubernamentales, según para atender las causas de la pobreza. Le pasó la papa caliente a Claudia Sheinbaum, quién rodeada de varios frentes, ha tenido que instaurar una política de seguridad tan dura como la de Felipe Calderón. Irónico es que ahora a este gobierno le quede muy bien la célebre frase: “Si ven polvo es porque limpiamos la casa”.
A diferencia de López Obrador, que por mantener sus altos índices de popularidad maquilló los números de homicidios, convirtiéndolos en desaparecidos, y luego saboteo la lista de desaparecidos. Sheinbaum parece tener un compromiso real con resolver el problema, sin embargo, el reto es que mientras mejor haga su trabajo, más lugares como Rancho Izaguirre o masacres como la de los estudiantes de Tlaxcala saldrán a la luz, quizá reflejándose en una mala percepción de la ciudadanía ¿Será Sheinbaum lo suficientemente fuerte para resistir el escrutinio social para reforzar la política de seguridad?
*Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y pasante de la maestría de Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Interesado en relacionar arte con política. De gustos altermundistas pero acostumbrado a vivir en un mundo neoliberal.