RAZÓN, TESÓN Y CORAZÓN
“¿EL SECRETO DEL ÉXITO?”

“¡Hay que ser amado para ganar, no ganar para ser amado!” (Marcelo Bielsa)
Por Alejandro Ruíz Robles
FORMAS DE SER
Hace unos días tuve la oportunidad de platicar con amigos vinculados en el deporte, ya fuera directamente por participar de alguna liga o bien, indirectamente al ser seguidores de algún club.
Dentro de los temas que planteábamos destacaban los que tenían directamente relación con el talento; es decir, cuestionábamos si la habilidad era innata o se generaba de la práctica constante.
De repente, todos empezamos a citar ejemplos de deportistas destacados y leer sus biografías en los medios que teníamos a las manos, ya fueran en portales digitales, enciclopedias o incluso, anuarios y revistas especializadas.
Era un gran momento para ejercer nuestra mente y encontrar elementos que nos llevaran a generar guías para nuestros propósitos, atendiendo a que, si bien sabíamos que no descubriríamos algo increíble, nuestra actitud entusiasta si daba para tener un buen rato de ejercicio mental y entretenido.
Abrimos con la frase del entrenador de basquetbol Tim Notke, que mencionaba “el trabajo duro supera al talento, cuando el talento no trabaja duro”.
Y de ahí surgieron las primeras reacciones, porque si bien todos defendían la disciplina de ejercitarse física y mentalmente, sabían que lo que de ahí resultará era mecanizado y no necesariamente una habilidad natural.
A mayor abundamiento, la repetición de actos no genera acciones distintas, pero si un conocimiento pleno de la reacción que se da. Si surge algo diferente, siempre será bienvenido.
Comentábamos que el talento es espontáneo y quien lo tiene … lo tiene y quién no, lo suple con las cualidades que brinda el trabajo exhaustivo.
Muchos nos consideramos hombres de trabajo y como tal, los ejemplos que surgían representaban cascadas de sudor por nuestro esfuerzo; sin duda alguna que el revivir pasajes de ello, nos provocaban sonrisas o lágrimas, pero en ambos casos … ¡grandes satisfacciones!
En ese sentido, las palabras de los beisbolistas Derek Jeter y Don Zimmer se hicieron presentes: “puede haber personas que tengan más talento que tú, pero no hay
excusa para que cualquiera pueda trabajar más que tú” y “lo que te falta en talento puede estar compuesto por el deseo, el ajetreo y dar el ciento diez por ciento todo el tiempo” y con ellas, pasamos a darnos cuenta de la historia de cada uno de los que estábamos ahí.
Es curioso, pero nos percatamos que éramos más personas de esfuerzo que de dones y por increíble que pareciera, nos sentíamos honrados de ello.
Sabíamos que nadie nos había regalado nada y que la constancia y el hambre por ser personas alineadas con nuestros objetivos eran la auténtica magia; sin duda alguna rogábamos a Dios y a cada paso, nos abríamos camino con el mazo.
En fin, ¿te has puesto a pensar si eres una persona de talento o de perseverancia?
LOS ELEMENTOS
El futbolista Diego Armando Maradona mencionó: “Cuando la gente tiene éxito, es gracias al trabajo duro. La suerte no tiene nada que ver con el éxito” y vaya que el lo tuvo; sin embargo, surge otro elemento: la suerte.
En ese sentido, si consideramos dentro del talento todo aquello que sea distinto de la preparación, notaremos que al hablar de ello podemos encontrar la “magia” y la “suerte”.
La “magia” la identificamos como un don natural de hacer algo extraordinario, a diferencia de la “suerte” que son aquellos fenómenos que van más allá del control de una persona; en el entendido que lo que para alguien es una situación accidental, para otros puede ser una cuestión de fe. En este contexto, me encanta la frase del golfista Gary Player: “cuanto más entreno, más suerte tengo”.
Al ver la obra deportiva de Maradona, notamos que prácticamente lo ganó todo y sorprende que a pesar de que contaba con la magia y la citada “suerte”, él se reconocía más como un trabajador constante.
No obstante, basta recordar la Copa del Mundo de 1986 en México para percatarnos que por la forma en que jugó, estos tres elementos se hicieron presentes; es decir, la “suerte”, la magia y la disciplina de trabajo acompañaron a Maradona en el camino del Campeonato de Argentina.
Pero siendo realistas, al volver a hablar de la “suerte”, reflexionamos y la desechamos de nuestro análisis porque entendimos que, si bien podíamos vivir momentos insólitos o extraños, éstos eran mínimos y no eran la constante en una vida; sin embargo, insistíamos que la magia era un don que pocos lo tenían y que cuando se presentaba, algo icónico se vivía.
En fin, al insistir en la magia, lo vimos como un don sobrenatural que sólo las personas virtuosas lo tenían y si bien, en ocasiones vivíamos momentos extraordinarios, era mejor prescindir de considerarlos y a partir de ello, como personas de trabajo, muy comprometidas con nuestro esfuerzo.
Es decir, si los virtuosos reconocen el trabajo como la clave del triunfo, es porque están convencidos de ello.
Me encanta escuchar a un futbolista del tamaño de Lionel Messi con esta expresión: “empiezo temprano y me quedo hasta tarde, día tras día, año tras año. Me tomó 17 años y 114 días para triunfar de un día a otro.”
En fin, podemos concluir que el trabajar con ahínco en nosotros es la inversión más grande que podemos hacer en nuestra vida, si se presenta la magia o la “suerte” serán bienvenidas; no obstante, no esperaremos a que esto pasé para darle sentido a nuestros días.
A todo esto … ¿has sentido que la magia o la “suerte” se han hecho presentes en tu camino?
¡SIN BRONCAS!
A todos nos encantan leer o mirar en el cine biografías de triunfadores, lo que pasaron hasta alcanzar la gloria; sin duda alguna que su éxito radilla en una medalla, pódium, triunfo o un marcador notable.
Esto que se observa sencillo en lo deportistas … ¿cómo lo trasladamos a las demás profesiones o, formas de vida?, realmente a veces no resulta fácil.
Michael Jordan, para muchos el mejor basquetbolista que ha existido, señalaba que: “tienes que esperar cosas de ti mismo antes de poder hacerlas”.
En ese sentido, el entrenador de baloncesto John Wooden decía: “no te midas por lo que has logrado, sino por lo que deberías haber logrado con tu habilidad”.
Al analizar estas frases y entender que la vida no es una competencia física, un entrenamiento o la obtención de una presea, coincidimos que el triunfo en nuestras vidas atendía a lo que nosotros esperábamos de ellas, la manera en que visualizábamos nuestras metas y la forma en que habíamos empleado nuestros recursos y esfuerzos para lograrlas, siempre con la mentalidad de perseverar y resistir hasta lograr, sin importar la edad y expulsando las limitaciones propias.
Es curioso, pero todos nos sentimos orgullosos de que sin ser las figuras públicas siempre habíamos contado una base familiar y afectiva que nos impulsaban en todo momento a dar más, aplaudían nuestros resultados y lo más importante, nos apoyaban para levantarnos y seguir hasta conseguir.
Hacerlo bien es difícil; sin embargo, hacerlo mal siempre trae consecuencias desastrosas, por más fácil que parezca.
Eric Mangini, entrenador de fútbol americano, dijo algo muy cierto: “cada día debes elegir, el dolor de la disciplina o el dolor del arrepentimiento” y el consenso general es que duele crecer, pero es fascinante hacerlo conforme a nuestros valores.
Nadie de los que estábamos ahí reunidos comentó que haya tenido una vida sin contratiempos, encontramos paso a paso nuestras limitaciones y trabajos mucho por intentar superarlas, siempre con la firme intención de ser las mejores versiones de nosotros mismos para nosotros y nuestras comunidades. Muchos disfrutamos más el camino que la meta, quizás por que el primero fuera más largo, pero una vez que entendimos que cada momento es la parte del todo que nos pertenece, nos sentimos sumamente satisfechos.
Ninguno hablo de que la comparación con otros fuera un motivo preponderante al andar y en lo que todos encontramos semejanzas es en vivir la vida bajo nuestras propias reglas y pretensiones.
Al salir de esa reunión, pude encontrar tantas historias inspiradoras como estrellas en el cielo y realmente, sentí que no era necesario tener una medalla en el cuello para actuar como un campeón en la vida.
Finalmente, corroboré que quien pretende llegar lejos, trabaja mucho en ello y que es realmente lo único que depende de nosotros; si contamos con la gracia de tener un don o un o varios actos milagrosos, éstos serán bienvenidos, pero no dependeremos de que ocurran para limitar nuestros avances.
Somos personas de lucha y hacemos lo que nos corresponde por nosotros y lo que amamos, creemos en nosotros, hacemos que las cosas pasen y buscamos salir adelante a pesar de nuestros miedos … ¿ESTÁS DE ACUERDO?
Facebook: @RuizRoblesCP22 Twitter: @22Publica Linkedin: Correduría Pública 22
Posdata: ¡Agradezco a la Federación de Comercio e Industria de San Nicólas la reunión que tuvimos para desarrollar y consolidar el comercio bilateral entre México y Argentina!

Importante: Síguenos “EN TUS PROPIAS PALABRAS” todos los miércoles de 16 a 18 horas a través de www.wowmx.tv o www.astl.tv … ¡Te esperamos!








