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Edgar SAAVEDRA

¿Por qué la pintura abstracta no se ha desarrollado tanto como debiera en los escenarios del arte en Oaxaca? Quizás porque a la ausencia de figura se le tilde como algo nunca terminado, digamos, como manchas, líneas y colores que se extienden, incluso estallan en el lienzo, pero no conducen a ninguna parte, a ningún lugar común, no aparece el colibrí, el elefante, el maguey, etc. Esta es una manera de pensar muy primitiva, sin embargo, prevalece, peor aún, las galerías se concentran en los estereotipos más comerciales, como ya insinuamos, aunque eso signifique anular propuestas y narrativas diferentes que abran nuevos vasos comunicantes. Por supuesto, no es que no exista la pintura abstracta en el Sur, solo que se ha demorado demasiado tiempo en fluir y ganar un espacio digno de ser referencial. Y, no obstante, no hay duda que este género nunca dejará de latir de una u otra manera en la comunidad artística. Reska Ventura es la evidencia

Reska es un pintor joven, pero ha ido acumulando suficiente «oficio alquímico» y experimentando varios años sobre la marcha como para proponer novedosas lecturas en el ámbito. Según sus convicciones teóricas la abstracción es una vorágine de sentimientos que se genera a lo largo de la vida, aunque dure poco, incluso. Ninguna emoción en sí misma es básica o automática, todo lo contrario. El ser humano es un cúmulo de complejidades y generador de perplejos. Esa aventura se puede sintetizar en un corazón figurativo que contenga, provoque o desborde motivos, sentimientos, pensamientos y acciones en una multitud de facetas. La artística es una ruta que nos llevan al abismo, al absurdo, a la inteligencia, a la creatividad, al amor, a la muerte, al rompimiento de escuelas y rutinas universales… o en su defecto, a la discusión de nudos dialécticos, existenciales, pragmáticos, algunos quizás demasiado vanos en un mundo que perece a una velocidad desternillante. Pensar qué aporta la abstracción es lo mismo que dirimir para qué sirve la poesía.

¿Hacia dónde vamos con este hilo? A mirar la exposición. Reska Ventura se ha planteado que la materia intervenida por la chispa y gracia de la creatividad bien concebida nos lleva de la mano a un “soñar despierto dirigido”. Nosotros mismos somos materia, polvo revivido, la caña que piensa. La pintura abstracta puede ser un delgado argumento sin conceptos reconocidos; su manufactura logra reacciones emocionales, en ocasiones es el desparpajo cuasi erótico de los sentidos, pulpa de sangre reventada sobre el paisaje telar, orografía de una corazonada personalísima sometida a capricho o simplemente la suave aspereza de una lengua pletórica de papilas gustativas, subjetivas hasta el delirio. ¿Y si la pintura abstracta de Reska Ventura fuera un espejo en el hondo vacío humano?

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