Graciela RAMIREZ*
En la actualidad, es innegable que vivimos en la era de la información y frecuentemente, es necesario dar nuestros datos personales para poder acceder a diversos servicios pues para cualquiera cosa, nos piden información personal y confidencial (desde el reservar un hotel, cuando sacamos una tarjeta de crédito, cuando navegamos por internet o compramos por este medio, etc.)
Damos nuestro nombre, apellidos, dirección, fecha de nacimiento, curp, número de identificación oficial o incluso, nuestros datos bancarios; en ocasiones, lo normalizamos y no nos damos cuenta que esta información nos identifica directa o indirectamente, pero no solo se trata de nuestros datos. También tratamos datos de otras personas y, probablemente, no tenemos en cuenta que quizás ellos no están de acuerdo con esto.
Por todo ello, la protección de datos personales debe ser prioridad debido al creciente valor económico de la información de los servicios que ofrecen las grandes empresas de correo, almacenamiento, aplicaciones, entretenimiento, comunicaciones y, en general, de los servicios en línea que con frecuencia no tienen costo por instalación o uso.
En el caso de México, según un estudio de la ENDUTIH 2018 (Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Usos de Tecnologías de la Información en los Hogares), existen 74.3 millones de usuarios de Internet de seis años o más. Ello significa el riesgo de sufrir alguna vulneración a la seguridad de los datos personales ya que la mayoría de las aplicaciones los solicitan como es el caso de las redes sociales, en donde te piden el acceso a los contactos de forma automática, acceso a las cámaras, ubicación, etc.
Asimismo, de acuerdo con el 17º Estudio sobre Hábitos de los Usuarios en Internet del año 2021, cada usuario en promedio tiene 5 redes sociales entre las que destacan: facebook, whatsapp, youtube, instagram y twitter. Y actualmente, vemos el uso cada vez mayor de Tik Tok, por lo que es de advertir su inevitable uso, haciéndolos dependientes de estas.
El prevenir es la mejor forma en que podemos evitar vulneraciones en la información que manejamos en ellas, puesto que estas tienen información y documentos sobre las actividades de la vida real de las personas que hacemos uso de ellas. Ello, en muchos casos, con el objetivo de generar perfiles que permitan conocer los gustos y hábitos de las personas, para ofrecer bienes o servicios por parte de empresas.
Por ello, hay que ser cuidadosos al instalar las aplicaciones que descargamos, pues estas generalmente vienen con la configuración de seguridad desactivada, teniendo y debiendo de configurar la privacidad en forma adecuada para que esta sea segura, cuidando la información que sea publica.
Algunos cuidados que debemos tener para la protección de nuestros datos personales en redes sociales son: utilizar distintas contraseñas y nombres de usuarios para diferentes sitios; configurar la privacidad de las redes sociales y no aceptar cualquier solicitud de amistad a menos que te encuentres seguro de conocer a la persona que la envía; pensar antes de publicar información personal; configurar los niveles de privacidad entre tus contactos; asimismo, al navegar en internet, evita cambiar información personal o contraseñas en sitios no seguros, no abrir archivos adjuntos de un correo electrónico que provengan de un remitente desconocido, revisar las políticas de privacidad de los sitios que se visitan para conocer el uso que se le dará a la información que se proporcione, entre muchas otras que el INAI (Instituto Nacional de Acceso a la Información) recomienda.
“Si miras cualquier tipo de organización moderna y piensas ¿Cuál es el instrumento de poder más potente?, verás que es la información”. (Warren y Brandeis).
*Abogada oaxaqueña comprometida con la sociedad, defensora de los derechos de la mujer y la familia. Maestra en Derecho Constitucional, Diplomada en Derecho Sanitario y Auditoría Legal de empresas. IG / FB: RamírezLunaCorporativo