Elsbeth LENZ*
XALAP, VER.- En 2021 fui a mi chequeo médico anual, el radiólogo me dijo que tenía dos pequeños quistes en los senos, que había que había que monitorearlos y así lo hicimos, hasta que en mayo pasado, el radiólogo me dijo que había que quitar uno de ellos.
Como mi madre me había dicho que ella tenía quistes iguales y que tenía años con ellos, jamás me planteé la idea de que habría que sacarlos, analizarlos y todo el show que viví después.
De inmediato consulté con mi primo el médico y él me dijo que me daría el celular de un oncólogo, ya desde ahí dije ¿Cómo? Porque un oncólogo, luego fui con mi ginecólogo y este me dijo, que lo mejor era que fuera a México, porque aquí en Veracruz, no había oncólogos decentes y que lo mejor es que me atendiera con un amigo suyo, muy buen samaritano que podría venir a operarme a Xalapa por la mitad del precio, de lo que solía cobrar en México, pero sin factura, ahí justo fue donde me volví loca ¿pues que tengo? Que sólo en México me lo pueden atender.
Finalmente me abrieron los ojos, supe que en Veracruz había muy buenos oncólogos y llegué con el doctor Raúl Guzmán, quien me atendió aquí en mi pueblo.
Me operaron el último día de mayo, durante el tiempo de espera entre los estudios y el ajuste de fechas, me prometí no buscar en internet, no obsesionarme con la enfermedad y ocuparme, no podía ni dormir, tengo belenofobia y mi miedo a las agujas me entretuvo, llegó el día de la operación fui con el radiólogo que me marcó y luego me ingresaron al hospital, me canalizaron y vámonos al quirófano, no supe más, volví en la sala de recuperación bastante atontada, me dijeron que todo había salido bien y me llevaron a mi habitación, donde mi madre ya me esperaba.
El mismo día me fui a casa de mi madre, quien me cuidó con su rica sopita de chayote, he de confesar que al final mi miedo a las agujas y la sangre, me tuvieron muy entretenida, pero sólo existieron en mi cabeza, sin embargo, los 10 días de espera de los resultados del laboratorio de patología, fueron demenciales.
En esos 10 días, supe que la primera causa de muerte en la mujer es el cáncer y que lamentablemente en México, no existe la cultura de la prevención y las mujeres llegan a consulta, cuando ya es demasiado tarde.
Bendito sea Dios, el laboratorio dio los resultados y resultó ser benigno el mugroso quiste, sin embargo, me quedo en la mente, las luchas de las mujeres por tantas y tantas cosas, que hoy me parece que son frivolidades, ya que ninguna de nosotras está exigiendo el acceso a la salud y a una vida libre de cáncer, en Xalapa los mastógrafos de salud pública que hay, son pocos y demasiado precarios, lamentablemente la enfermedad nos está rebasando.
Pensemos en ello.
* Mercadóloga de profesión y columnista por elección; apasionada de la razón y profunda admiradora de la coherencia, confieso padecer una profunda aversión al machismo.
@elsbeth_lenz