Elsbeth LENZ*
XALAPA, VER.-Aquí en Veracruz, con la llegada de Miguel Alemán a la gubernatura, llegaron un montón de muchachos guapos de la Ciudad de México a trabajar en el gobierno estatal, recuerdo que muchas niñas casaderas de la región, se ennovietaron con algunos de ellos, hubo quien hasta se casó, pero algunas otras prefirieron pasar y todo quedó en un buen recuerdo, casi todos partieron de regreso a sus ciudades de origen una vez terminado el periodo de Miguel Alemán, veo a algunos por redes sociales y muchos de ellos siguen en la política, otros más se volvieron empresarios y algunos más hasta siguen guapos.
Con la llegada de Fidel Herrera Beltrán todo fue diferente, llegaron como parte de su gabinete, una pandilla de sátrapas que se rodearon de corifeos que les conseguían chicas muy jóvenes, con las cuales estos se divertían sin compromiso alguno; de pronto veías aparecer por Palacio de Gobierno, hordas de mujeres mega producidas, con su par de Lolas de silicona al frente y tremendo bootie en la retaguardia, uniformadas con vestidos embarrados, extensiones de cabello larguísimas, bolso, zapato y reloj de buena marca, pero eso si, con la cruz de la parroquia al frente, que es imposible de ocultar.
Con Javier Duarte de Ochoa, la cosa fue más discreta, ahí si que muchos de esos sátrapas que llegaron casados con la novia del pueblo, que los acompañó en la pobreza y la necesidad, decidieron divorciarse, porque ya les habían dado su shaineada y según ellos hasta guapos se veían; con ellos muchas niñas bien, cayeron por interés y se ennovietaron con el próspero funcionario de la Sefiplan, de la Segob y hubo quien hasta recogió uno que otro de Seguridad Pública, que un día les regalaba una camioneta nueva y al otro día, las sorprendía con un reloj Rolex; hubo muchas que se casaron enamoradas del poder y el dinero, que fluía como nunca en aquellos años.
Terminado el sexenio de Duarte de Ochoa, muchas de ellas, se encontraron solas y en desgracia, porque con la llegada de Yunes Linares, la cacería se puso ruda y hubo muchos que cayeron hasta en la cárcel, era terrible ver a la señora costeada con sus buenos zapatos y su bolso fino, llegando en su camioneta de lujo a Pacho Viejo, al CERESO a la visita conyugal, por eso y por la pulsión punitiva que hoy existe en nuestro país, mis chulas nunca se hagan novias de un político, casi siempre termina mal la cosa.
*Mercadóloga de profesión y columnista por elección; apasionada de la razón y profunda admiradora de la coherencia, confieso padecer una profunda aversión al machismo. @elsbeth_lenz www.lapoliticaenrosa.com