Periodismo Trascendente:
Raymundo Ibáñez del Castillo periodismotrascendente2025@gmail.com
La verdad, por sobre la mentira
(Primera de dos partes).
Hoy, cuando se cumplen los diez primeros meses de la herencia maldita del exacerbado autoritarismo y la dictadura comunista en México, es momento propicio, para retomar el contenido de la “CARTA A LA PRESIDENTA DE MEXICO”, que le fue enviada a Claudia Sheinbaum Pardo, por Azucena Uresti, quien es una destacada periodista mexicana, cuya carrera profesional, ha estado marcada por su firme compromiso con el periodismo crítico y la libertad de expresión.
Por atreverse a hacerlo, Azucena Uresti, no tan solo recibió el respaldo y el apoyo de miles y miles de mexicanos que conocieron el contenido de la misiva a través de las redes sociales, sino que, incluso, la opinión pública nacional, se volcó materialmente a su favor, haciendo suya la opinión a la que han calificado como “valiente, consciente y responsable”, considerándola como la fiel intérprete del sentimiento de México y de los aproximadamente 132 millones de mexicanos, que quisieran decir lo mismo, y que no se atreven por temor a las represalias y a la persecución instrumentada hace casi ya siete años, por el iniciador de esta tragedia, Andrés Manuel López Obrador.
La carta enviada a Claudia Sheinbaum Pardo, a la misma que hoy, una vez más, en el marco del dizque “Primer Informe de Gobierno”, se mostró ante México y el mundo entero, como lo que es: una agitadora y provocadora irracional, que en lugar de mostrarse y asumir la responsabilidad de jefa de Estado, que está muy lejos de proyectar, ya no digamos, una mujer estadista como lo reclama el encargo que tiene bajo su mando y que solamente le ha servido para despotricar en contra de todos, o mejor dicho, en contra de quienes no están de acuerdo con ella y la “mafia en el poder”, empieza por preguntarle a la “Señora Presidente”: ¿A quién defiende realmente?
Con el reconocimiento pleno de los mexicanos, porque, por fin, alguien lo dijo tal y como es y que incuestionablemente, refleja el sentimiento de muchos mexicanos; de toda una nación, pudiéramos decir, la periodista Azucena Uresti, nacida en México y quien ha dedicado su vida profesional a la comunicación, expresa en la misiva en mención:
“Hoy me dirijo a usted, presidente, Claudia Sheinbaum y a todos los mexicanos que escuchan su discurso patriótico, ése que promete defender a la nación de las “amenazas extranjeras”, especialmente de Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, quien ha insinuado una posible intervención militar en México para combatir al crimen organizado”.
“Bajo la bandera de la soberanía nacional, usted nos llama a cerrar filas contra un “enemigo externo”, mientras que el verdadero enemigo, sigue creciendo desde dentro, protegido, en parte, por las decisiones de su Gobierno”, termina textualmente el primer párrafo de la misiva, enviada por la periodista en forma previa a un acto que debería de ser constitucional y
republicano y no para satisfacer a la camarilla del poder en turno, como es el informe gubernamental.
“Hablemos claro”, le dice en la misiva la periodista a la “presidenta” y agrega: “la amenaza que Trump representa es retórica, pero la amenaza que enfrentamos día a día en nuestras calles no lo es”.
“El crimen organizado, declarado como un grupo terrorista por nuestros vecinos de norte, ha sembrado el terror en nuestro país durante décadas. Las comunidades viven secuestradas por la violencia, las extorsiones, los feminicidios, los desplazamientos y la impunidad. El problema no son las palabras de Trump, el problema es que esas palabras encuentran eco porque el Estado mexicano ha fracasado en proteger a su propia gente”, dice Azucena Uresti, en otra parte de la carta.