Compartir

DETRÁS DE LA NOTICIA

Alfredo MARTÍNEZ DE AGUILAR

Narcoterrorismo, la otra cara de la complicidad y la traición gubernamental al narcotráfico en México: Una catástrofe con consecuencias devastadoras porque justifica la intervención de EEUU

  • En un ejercicio de creación de escenarios futuros podemos adelantar que no solo continuará la cancelación de visas a políticos de Morena cómplices del narco, sino que estos serán detenidos.

  • Y serán precisamente los grandes capos traicionados por el gobierno de la 4T y extraditados a EEUU, quienes como testigos protegidos entreguen toda la información que necesita Trump.

Mientras Sheinbaum celebraba en el Zócalo 7-4T, un coche bomba explotó frente a la comandancia de la policía de Coahuayana, Michoacán, matando a 5 personas e hiriendo a 12 más.

El Blog del Narco dice: “No hay Terrorismo!, Explota coche bomba en base de Narcocomunitarios de Coahuayana, Michoacán, que trabajan para El Abuelo Farías del Cartel de Tepalcatepec”.

En la última fase de la “colombianización” de México y la brutal violencia del narcoterrorismo con la explosión de carros bomba, poco se ha observado su génesis y sus devastadoras consecuencias.

La catástrofe del narcoterrorismo representa la otra cara de la complicidad y la traición gubernamental de la 4T al narcotráfico como “vendetta” de este contra el narcoestado mexicano.

Regidos por la complicidad y la traición, a diferencia de los narcos guiados por un código de honor y lealtad, a los morenistas se les ha hecho fácil traicionarlos y extraditarlos a Estados Unidos.

Por su desmedida ambición, sin límite ni llenadera por el dinero fácil y rápido, unos y otros, incurren, sin embargo, en el grave error de abrir las puertas a la intervención armada de EEUU.

Óscar Balderas @oscarbalmen, experto en seguridad nacional y pública y en narcotráfico tuitea: “El 7 de junio publiqué en DOMINGA, la revista de periodismo narrativo de MILENIO:

Una fuente de alto nivel me confirmó que el gobierno de México había solicitado al de Estados Unidos que no se hiciera alguna acción de captura o eliminación de Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, durante el 2026 por la violencia que podría generarse en las sedes mundialistas en México”.

Esta es la más amarga y dolorosa lección de vida que aprendimos durante nuestras investigaciones en Colombia: Traicionado por el gobierno de Gaviria, Pablo Escobar detonó el narcoterrorismo.

No obstante, al afectar los intereses económicos y geopolíticos de EEUU, ambos prohijaron la mayor intervención de la CIA y la DEA y crearon el Bloque de Búsqueda para dar caza a Escobar.

Al igual que con Rafael Caro Quintero, El Chapo Guzmán y El Mayo Zambada, a Pablo Escobar lo traicionaron políticos, policías y militares cómplices y en la nómina del Cártel de Medellín.

Por razones de seguridad nacional es la justificación que cada día tiene en mayor medida el presidente Trump para combatir a los cárteles en México como organizaciones terroristas.

En un ejercicio de creación de escenarios futuros podemos adelantar que no solo continuará la cancelación de visas a políticos de Morena cómplices del narco, sino que estos serán detenidos.

Y serán precisamente los grandes capos traicionados por el gobierno de la 4T y extraditados a EE.UU., quienes como testigos protegidos entreguen toda la información que necesita Trump.

El narcoterrorismo en México se ha convertido en uno de los problemas más complejos y devastadores que enfrenta el país en las últimas décadas con la explosión de drones y carros bomba.

La violencia del narcotráfico con el terrorismo, a través del terror, el control territorial o la coacción a la población, genera una crisis que afecta no solo la seguridad pública, sino también la estabilidad social, económica y política del país, y abre las puertas a la intervención de EE.UU.

alfredo_daguilar@hotmail.com                                                                                director@revista-mujeres.com                                                                                    @efektoaguila

Compartir