Melinda SZABADOS-BÁNYAI AZ*

JÁSZFÉNYSZARU, HUNGRÍA.- Tremenda felicidad y tristeza al mismo tiempo, sentimientos contradictorios y de culpa constantes…en fin, ser madre a veces no es nada rosado para mí. Constantes problemas por resolver, angustias, retos, incapacidad de mantener la calma o de no perder la cabeza. Ser madre en breve para mí es un sueño que se convierte en pesadilla. Llanto, risa, grito; el orden puede variar, pero los tres están presentes diariamente en nuestra vida.

A veces me preguntó que si tengo todo lo que soñé ¿por qué me resulta tan difícil todo?

Intento hacer las cosas bien, pero ¡fallo constantemente! ¿Dónde, cómo y cuándo voy a sentirme más llena, más feliz, con más calma? ¿Cómo lograr mantener la calma ante la tempestad que provoca la mayor y cómo crear un ámbito más armonioso para la menor? Preguntas por el momento retóricas, pero a las cuales busco respuestas.

Estoy escribiendo el 8 de Marzo, a las 10 de la noche, hora en que por fin todos duermen y tengo posibilidad de ordenar mis pensamientos. Es el Día Internacional de la Mujer, un día con mucho significado y carga, un momento ideal para tomarse el tiempo y reflexionar cómo somos nosotras las mujeres y cuántas luchas diarias tenemos qué llevar.

¡Cuánto valor se necesita para tener hijos en un mundo como este! Te animas a tenerlo y luego te sacan de quicio. ¿Cuántos sacrificios haces y cuándo puedes sentirte verdaderamente feliz? ¿Qué es la felicidad? ¿Es una ilusión o un estado real, tangible?

Considero que tener un buen marido, dos hijas, salud y un techo sobre mi cabeza, representan gran parte de la felicidad que se puede alcanzar, sin embargo, a veces siento que algo me falta, que algo no encaja. ¿Dónde está el sol que siempre sale detrás de la nubes? ¿Dónde está mi arcoíris después de la tormenta, del huracán de hoy? ¿Cómo hacer las cosas mejor? ¿Cómo mejorar como madre? Preguntas y preguntas que se quedan conmigo esperando ser contestadas.

Me falta paciencia, me falta calma y después de días tan difíciles, me falta ánimo, entusiasmo. El sol saldrá mañana y espero tener un día mejor, un día que abunde en risa, cariño y en el que falten los llantos por completo.

¿Utopía o posibilidad? Aún no lo sé, pero estoy llevando una lucha continua para encontrar mis recursos y superarme. Es difícil ser mamá de dos y son días en que siento que todo es más fuerte que yo. Estoy tratando de encontrarme, de construir una versión mejor de mí misma. Ojalá encuentre mis respuestas y esto es lo que les deseo: tener las respuestas, disponer de lo necesario para construir una mujer y una mamá indudablemente feliz, y que no nos demos por vencidas.

 

* Master en escritura creativa, amante de la literatura, teatro y música. Madre de dos hijas.

szabadosbanyaimelinda@gmail.com

 

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