Edgar SAAVEDRA

Se dice fácil: 20 años; una cifra, dos números, cuatro palabras. Pero las cifras son un nervio poderoso de la dialéctica cuando se desgranan en referencias históricas. Veamos. La revista mujeres Shaíque tiene 20 años circulando en la capital oaxaqueña y con el tiempo su destino de lectores se ha diversificado a lo largo de varios estados de México. Otra vez: 20 años, es decir, 2 décadas, 240 meses —la misma cantidad de ediciones— 7300 días picando piedra para que cada número sea el testimonio de circunstancias, acontecimientos, situaciones y personajes incontables circulen por los pasadizos de la política, la gastronomía, la cultura, las letras, la música, la opinión, el ensayo, la poesía o la pintura. Todo ello ha estado a la orden del día, de los meses y años en esta miscelánea de misceláneas, marcando y recogiendo parte de la historia de una sociedad tan complicada y compleja como la nuestra, Oaxaca, donde las cifras son el punto de inflexión para imaginar nuestro destino de caleidoscopio: 16 lenguas maternas y sus variantes, 8 regiones, 8 moles que se multiplican de casa en casa; mar, montañas, desierto, mezcal, flora y fauna endémica, hombres y mujeres, luces y sombras de una región del mundo que han movido una y otra vez la palanca de la historia de este país para cambiar el rumbo. Durante nuestra vital línea de tiempo han pasado diversas voces de otras geografías.

Hoy, mujeres Shaíque enarbola la bandera de la manifestación plural de ideas de hombres y mujeres por igual. En su nombre lleva la responsabilidad que así será. No promulga la ideología de género entendida como un “conjunto de ideas anti científicas con propósitos políticos autoritarios, que desarraigan la sexualidad humana de su naturaleza para explicarla de acuerdo a la cultura”. Este espacio, más bien, se abre como un foro, no de confrontación, sino de cordialidad y aceptación de las diferencias racionales vengan de donde vengan, bajo el concepto de honradez intelectual, esto es, la “disposición para verificar lo que uno cree que es cierto y prestar la suficiente atención a las pruebas que se aportan”.

No es presunción, sino humano reconocimiento, decir que ningún proyecto editorial en esta ciudad ha aguantado –esa es la palabra—tantos años y tempestades como mujeres. Incluso, en los meses más aciagos de 2006, año de la confrontación socio-política más severa de los últimos tiempos, no dejó nunca de imprimirse mes con mes, con atrasos hasta de 15 días, no obstante, al final la publicación salía en medio de los gases lacrimógenos de esa batalla absurda y sangrienta. ¿Y qué podemos decir de esta pandemia? Más de dos años luchando codo a codo para que se mantenga a flote nuestro proyecto editorial, proveyendo a los lectores una simbólica luz de supervivencia con toda la dignidad y propiedad posible. Eso y mucho, mucho más es hoy mujeres Shaíque. ¿Qué viene, ahora, para nosotros? O mejor planteado: ¿qué viene para la humanidad? Mientras llega o descubrimos la respuesta seguiremos escribiendo, que de eso no quede duda. Y gracias, lector, gracias anunciante, gracias colegas, gracias amigos Alfredo y Karla Martínez de Aguilar, directora editorial ¡Gracias! Hemos durado lo que los mosqueteros, y un poco más.

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