¡MUÉVELE!, ¡SIN MOVERLE!
Luis Miguel Urbiña Calvo
Han existido mandatarios buenos, malos y regulares, si se les puede llamar así… En cualquier país, incluso en México. En tratándose de los Estados Unidos de Norteamérica, según se dice, también han existido los malos, buenos o regulares.
Presidentes del país en su momento más poderoso del mundo, nos referimos a Jimmy Carter, sé quién se cuenta fue un estadista, un mandatario completo, sin muchos escándalos, sobresaltos, deslices pasionales, tropiezos económicos o bélicos, cuentan que fue un mandatario sobrio.
Un mandatario proveniente de la política, no así de la farándula ni del sector empresarial. Murió Jimmy Carter hace unos días, se fue con el año viejo del 2024, se le dan dedicado diversas editoriales, columnas, opiniones, incluso libros, etc.
Ya cubría los 100 años de edad, cuánto vivió por los Estados Unidos de Norteamérica, cuánto no vivió en tiempos en los que cómo hoy no había las redes sociales ni internet hasta donde sabemos… aunque en México también hemos tenido expresidentes longevos.
Al parecer don Jimmy Carter no fue tan bélico, ni tan perverso ni frívolo. Ya sabremos que se guardó en su baúl de recuerdos y de “caja negra”. Acordémonos que los norteamericanos son muy buenos para detectar “la paja ajena, pero la viga en su ojo no la ven”.
Creo que el mundo también sentirá y con mayor intensidad a don José Mujica, expresidente sub americano, cuya filosofía de vida y de administrar su país rompió fue muy particular y dejo una gran huella por “ser humano” y “sencillo”.
José Mujica logró impactar en la opinión popular, sobre todo por su sencillez, por la profundidad y claridad de sus ideas y su coherencia política, social y humana. No solo fue político, fue más allá de la vida familiar y social de las personas.
Un ser humano excepcional que quizás no pudo hacer más como presidente que, lo que el propio sistema le permitió, trascendental, sereno, firme, sabio, reflexivo, de esos políticos que, no se dan en maceta.
Esperemos que en el presente-futuro veamos presidentas y presidentes, líderes, estadistas, porque hacen falta para guiar al mundo que, cada día, es más variable, cambiante, sofisticado, dinámico, tecnificado. Confiamos en que las presidentas mujeres sean la firmeza, honestidad y honradez que las sociedades necesitan.
Para nuestra opinión, las mujeres suelen ser más capaces para administrar que los hombres.
Feliz año nuevo 2025. ¡Gracias a Dios!