Michelle PINO*

En marzo, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, una fecha que poco a poco se ha ido resignificando y haciendo cada vez más indispensable dejar de lado la percepción social de un festejo para dar cabida a la realidad a la cual las mujeres de todas las edades y de todas las épocas hemos enfrentado.

Pese a los esfuerzos por tratar de que cada vez las condiciones de vida de las mujeres sean mejores, es lamentable que pareciera que vamos en retroceso dadas las altas cifras de desapariciones y feminicidios que en lo que va del año han ocurrido en el Estado.

Además de todo este contexto, algo que es realmente indignante es esta doble moral que sigue existiendo en las personas y sobretodo en aquellas que tienen una voz en algún medio de comunicación o red social respecto a las actividades que se realizan en el marco del 8 de marzo, específicamente en lo que se refiere a las marchas y manifestaciones que suelen realizarse.

Es realmente preocupante que aun en 2022, sigan existiendo estos lamentables comentarios, notas periodísticas, columnas y demás en donde siguen valorándose desde una mirada patriarcal actos como el realizar una pinta en algún espacio público.

Si bien es cierto , que realizar una pinta o vandalizar cualquier inmueble es algo ilegal al igual que hacer uso indebido de algún monumento, fuente o espacio representativo, también es cierto que si en el contexto del triunfo de un equipo de futbol, el realizar una pinta o vandalizar los monumentos históricos como la Fuente de las 8 Regiones en Oaxaca o el Ángel de la Independencia en la Ciudad de México apenas y se menciona en los medios, porque la algarabía y euforia por el deporte lo justifica, sin embargo, si un grupo de mujeres expresa su molestia, su enojo, indignación o incluso miedo ante la situación de violencia que se vive en el país, entonces sí, se hacen comentarios y exclamaciones sobre la falta de educación, la falta de respeto hacia este tipo de monumentos.

Aunado a eso, están los comentarios que se leen y escuchan como la desafortunada publicación que cierto conductor de radio publicó en una de sus redes sociales en la cual escribía “ya andan bravas las tías”, lamentable que esta persona se encuentre frente a un micrófono y en sus espacios sea capaz de alimentar esta creencia machista en la cual puede justificarse una pinta si gana un torneo un equipo de futbol o la selección tiene una buena actuación en el mundial, mientras que el defender la vida, la dignidad y el respeto de las mujeres se califique como una acción feminazi.

Ojalá, que este tipo de personas además de leer y documentarse para comenzar a deconstruir este tipo de discursos no solo en su ejercicio profesional sino también en su vida personal, nunca tengan  que enfrentar la lamentable situación de salir a las calles a solicitar apoyo porque alguna mujer significativa en sus vidas haya sido víctima de algún tipo de violencia y tengan que recurrir a estos grupos de mujeres a quienes peyorativamente denominó “las tías” para pedir apoyo y entonces, reconozca el impacto de sus palabras dejen de pensar que eso es algo de lo que no se ve…

*Licenciada en Comunicación, con maestría en psicoterapia humanista, en su experiencia profesional ha combinado la Educación y la Comunicación, disfruta escribir  y decir lo que piensa.

pino.michelle@gmail.com

@MichellePino1

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