Michelle PINO
El día internacional de la Mujer, es una fecha que se conmemora en muchos países del mundo desde hace algún tiempo, es una fecha que tiene sus orígenes en las manifestaciones de la mujeres y su lucha por su derecho al voto, a mejores condiciones de trabajo y por el derecho a la igualdad.
A pesar del tiempo transcurrido desde esas primeras manifestaciones, el panorama para las mujeres sigue siendo complicado, pues la brecha de género sigue marcando una diferencia significativa en la vida de las mujeres.
Actualmente, la lucha de las mujeres continúa en la búsqueda por lograr que mujeres, adolescentes y niñas puedan tener las condiciones necesarias para su desarrollo integral, sin embargo, en nuestro país y en nuestro Estado, pareciera que las mujeres tienen que luchar no solo por sus derechos y condiciones de vida, sino también por el respeto a su vida misma.
En Oaxaca los feminicidios continúan, los más recientes, los ocurridos en el Istmo donde una menor de 3 años fue asesinada con un disparo en la cabeza junto con otras mujeres de su familia, y en la Sierra Sur, son hechos cada vez más violentos y tristemente, comunes en nuestra sociedad.
Esta problemática, como lo he mencionado en otras columnas, ha dejado niñas y niños huérfanos, familias mutiladas y en la mayoría de los casos, a la deriva pues de acuerdo con datos del INEGI, más del 80% de los hogares en Oaxaca, son sostenidos económicamente por mujeres.
Ante este panorama, es mucho el trabajo que las instituciones responsables de impartir justicia, de transversalizar la perspectiva de género y garantizar el pleno ejercicio de los derechos humanos de las ciudadanas oaxaqueñas, hoy enfrentan uno de los retos más importantes y pareciera que debido al cierre de sexenio, ya no se esfuerzan por preservar la vida de las mujeres, adolescentes y niñas oaxaqueñas.
Es importante que como sociedad continuemos visibilizando y exigiendo el respeto a los derechos de las mujeres, exigiendo hacer valer nuestro derecho a una vida libre de violencia y nuestro derecho a vivir en una ciudad, en un Estado seguro, en donde ser mujer no represente un riesgo, en una ciudad en donde los empresarios que violentan u hostigan sexualmente a sus trabajadoras sean sancionados, un Estado donde las mujeres cuenten con salarios dignos que les permitan darle una buena calidad de vida a sus hijas e hijos, un lugar donde aquellos padres deudores se hagan responsables de la manutención de sus hijas e hijos, un Estado en el que la violencia hacia sus ciudadanas deje de ser algo más de lo que no se ve…
*Licenciada en Comunicación, con maestría en psicoterapia humanista, en su experiencia profesional ha combinado la Educación y la Comunicación, disfruta escribir y decir lo que piensa. pino.michelle@gmail.com