Michelle PINO

A casi seis meses de que termine el sexenio, parece que en materia de obra pública, nuestro gobierno se espero hasta el último minuto para realizar todas las rehabilitaciones y obras en la ciudad al mismo tiempo, sin importar el caos en el que se ha convertido la ciudad.

En pocas semanas se llevará a cabo la Guelaguetza, una de las festividades más significativas de nuestro estado, misma que atrae a una de las principales fuentes económicas para el mismo: el turismo y nuestra ciudad parece territorio habitado por los topos; traslados que regularmente se realizan en 20 o 30 minutos, hoy se realizan en más de una hora, gracias a que se decidió que era buena idea realizar todos los pendientes al mismo tiempo.

Pese a ello, no existe calle en la ciudad e incluso en las carreteras al interior del Estado, que no tenga algún bache, las pocas vialidades “rápidas” han dejado de serlo pues ya sea iniciativa del municipio o bien de las colonias y comunidades, ya cuentan con topes, muchas veces mal realizados, semáforos innecesarios, haciendo que la circulación vial sea cada vez más pesada y complicada.

Por si fuera poco este caos, cada vez son más las motocicletas dirigidas por intrépidos conductores que piensan que por manejar una motocicleta se vuelven inmortales, pues no sólo desafían las reglas de tránsito al no respetar carriles, sentido de la circulación, semáforos, sino que también se sienten con las capacidades necesarias para zigzaguear entre los vehículos, muchas veces doblando los espejos laterales, invadiendo carriles contrarios y todo esto sin utilizar casco, protecciones, sin portar placas y trasladando hasta familias enteras, sin que las autoridades competentes hagan algo.

Si esto no fuera suficiente, los mototaxis se han vuelto una amenaza, pues al igual que los motociclistas se han adueñado de las calles circulando por donde mejor les parece, sin respetar el sentido de las calles, invadiendo carriles, parando el tráfico para abrirse paso ellos, al igual que los taxistas foráneos que cada vez, se adueñan de más calles de la zona de la central y que también hacen imposible transitar la zona.

Así, ante la falta de planeación para evitar aglomeraciones, pero sobre todo afectaciones a la ciudadanía (que parece importarle poco a quienes toman estas decisiones) y ante la falta de autoridad, para poner orden y hacer valer el reglamento de tránsito, la ciudadanía oaxaqueña dará la bienvenida al turismo, ofertando tours por los mejores hoyos y baches de la ciudad, se les invitará a vivir el safari del que desde hace meses disfrutamos las y los oaxaqueños para trasladarnos por la ciudad para realizar nuestras actividades.

Ojalá, todas y todos tuviéramos escoltas y camionetas blindadas que nos abrieran paso, ojalá todas y todos los ciudadanos, tuviéramos la oportunidad de vivir en la zona privilegiada de Oaxaca y así pretender que este tipo de situaciones son algo más de lo que no se ve…

 

*Licenciada en Comunicación, con maestría en psicoterapia humanista, en su experiencia profesional ha combinado la Educación y la Comunicación, disfruta escribir  y decir lo que piensa. pino.michelle@gmail.com @MichellePino1

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