Lo que no se ve…
Michelle PINO*
Ilustración: Iván Vásquez
Después de un poco más de un año de cuarentena y de ciclo y medio escolar en línea, parece que al titular del Ejecutivo Federal le urge regresar a la niñez a las aulas.
Sin tomar en cuenta las condiciones, la latente tercera ola de contagios por Covid-19 que dicho sea de paso a comenzado a cobrar fuerza en el país, el presidente mexicano ha expresado que “no ve razones, por las que los niños no puedan regresar a las aulas”, puesto que los nuevos contagios son “poquitos”.
Aunado a esto y los desafortunados comentarios de la titular de la Secretaría de Educación Pública del país, han puesto al gremio magisterial un tanto inquietos, ya que si bien para las autoridades mexicanas existe una aparente urgencia disfrazada de preocupación por la “salud emocional de la niñez”, en ningún momento la SEP ha planteado de manera clara y precisa como deberá de trabajarse la modalidad híbrida.
Con el argumento de recuperar “el tiempo perdido” que a principio de pandemia no era perdido porque el flamante esquema de Aprende en Casa era más que suficiente, la actual secretaria de educación decidió aumentar un mes más de clases como si en un mes se pudiera recuperar un año, sin tomar en cuenta que eso afectaría todavía más la salud emocional de las y los alumnos, que se supone es lo que más les preocupa ahora.
Ante este panorama es inquietante ver como se toman decisiones en nuestro país, pues no se toman a partir de análisis, revisiones, ensayos y ajustes, en nuestro México actual, las decisiones se toman a partir de los intereses inmediatos, por no decir del humor de quienes tienen la facultad de hacerlo sin considerar las consecuencias que sus desatinos traerán consigo.
Retornar a las niñas, niños y adolescentes a las escuelas cuando la variante Delta de Covid-19 ha vuelto a saturar hospitales en algunos países y en estados de México (incluyendo a Oaxaca) es una total irresponsabilidad, más aún si se toma en cuenta que de esta variante los principales afectados son las y los infantes, es por demás una decisión poco adecuada, en un país como el nuestro en donde aun no se tiene ni a la mitad de la población adulta vacunada.
Sin embargo, habría que analizar detenidamente que hay detrás del repentino interés de regresar de forma abrupta a las aulas con un modelo cuyo costo-beneficio es bastante desproporcionado ya que por 6 hrs. clase a la semana, el riesgo de enfermarse que correrían las familias será mayor, el avance real con los grupos no será tan significativo si tomamos en cuenta que las y los docentes deberán repetir una clase dos veces ya que los grupos deberán ir segmentados y por un periodo no mayor a 3 horas por día incluyendo en este tiempo un espacio de receso… pero esta improvisación y prisa para las autoridades es algo más de lo que no se ve…
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*Licenciada en Comunicación, con maestría en psicoterapia humanista, en su experiencia profesional ha combinado la Educación y la Comunicación, disfruta escribir y decir lo que piensa. pino.michelle@gmail.com
@RevistamujeresShaíque