Armando EBOLI ZAPATA 

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS.- Como mexicanos, parecemos resignados al actual estado de las cosas, encontrar una fosa con más de 10 cadáveres ya no es noticia por lo frecuente que es. Nos escudamos en la fatalidad; bajamos las manos y afirmamos que no podremos resolver el problema de los cárteles mientras en Estados Unidos sigan consumiendo, o no apliquen un control de armas más estrictos, nos rendimos pues ningún gobierno, desde Calderón, hasta hoy con Sheinbaum han logrado transmitir la sensación de que “vamos ganando”.

Hasta el momento parece que Claudia Sheinbaum sigue la línea de ruta del gobierno anterior, sin embargo, en la política de seguridad, encabezada por Omar García Harfuch, vemos la mayor diferencia con López Obrador. La actual política de seguridad a veces recuerda a la conservadora y estricta política de seguridad de Felipe Calderón, arrestos y decomisos espectaculares para mandar mensajes de que se está trabajando en el problema, mensajes tanto para los mexicanos como para el gobierno de Estados Unidos que, encabezado por Donald Trump, está exigiendo más resultados por parte de México.

Actualmente se han reducido las capacidades del amparo, se ha fortalecido la prisión preventiva, se ha esparcido PEGASUS en casi todos los teléfonos, se ha anulado a la CNDH (agradeciendo que no la hayan desaparecido), probablemente este gobierno está diseñando una especie de Estado policía en el que, aunque los objetivos son los líderes de las mafias, seguramente activistas, periodistas y políticos incómodos en varios niveles, serán víctimas colaterales. La seguridad del país se ha vuelto la prioridad y la principal crítica a la cuarta transformación, así que se recurre a actos desesperados.

No podemos negar que el fracaso de México en la lucha contra el narcotráfico está relacionado al éxito de Colombia en la misma. Pero Colombia no dudó en aceptar la invasiva ayuda de Estados Unidos, una cosa a la que México se niega si quiera a considerar. Mientras tanto, en México se está gestando una poderosa base de adictos suficiente para que los cárteles no dependan totalmente de los ingresos que consiguen en Estados Unidos.

Si existen otras formas de combatir al narcotráfico, la legalización es una de ellas, pero señales como la prohibición de los vapeadores, también son un mensaje a los activistas de la legalización del cannabis, este sexenio también será difícil para ellos.

 

*Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y pasante de la maestría de Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Interesado en relacionar arte con política. De gustos altermundistas pero acostumbrado a vivir en un mundo neoliberal. exxebo@hotmail.com

 

 

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