• Esta amenaza, lejos de decrecer, se incrementará aún más

La pandemia por el coronavirus SARS-Cov-2, que causa la enfermedad COVID-19, y su arribo en México, nos obligó a cambiar por tiempo indefinido nuestro estilo de vida. Las restricciones y prohibiciones de movilidad nos conminan a resguardarnos en nuestro hogar.

Ante ello el cibercrimen se frota las manos con la situación actual provocada por el coronavirus. Con unas cifras récord de profesionales teletrabajando, son miles los potenciales objetivos de las acciones maliciosas.

Los delincuentes aprovechan la oportunidad que la pandemia les ha brindado, para adaptar sus modus operandi y explotar nuevas actividades en la Red. Los equipos obsoletos a nivel de seguridad que muchos usuarios utilizan, no ayudan en mucho.

Cifras reveladas por la Dirección General Científica de la Guardia Nacional arrojan que los ciberdelitos, como el fraude y la comercialización de pornografía infantil, así como la información falsa en internet, se incrementaron 14% entre marzo y abril, periodo de la contingencia sanitaria y confinamiento social para evitar la propagación del COVID-19.

La situación por la que está atravesando el país ha generado que la ciberdelincuencia dedique más tiempo a la actividad criminal, mediante el uso de las tecnologías las modalidades de operar son las siguientes:

  •  Phishing: se ofrecen supuestos programas sociales se piden donativos o se dan prórrogas de pagos.
  •  Smishing: Se engaña a los usuarios con servicios gratuitos recargas y suscripciones a plataformas de entretenimiento.
  •  Fraude cibernético: Se ofrecen propiedades o vehículos a un costo por debajo del comercial
  •  Malware: ola difusión de Spam.

Lo anterior no propicia un entorno favorable para los mexicanos, por lo que desde la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) hacemos un llamado a las entidades del sistema financiero, Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana (SSPC) y a la GN, en tomar medidas de prevención ante esta problemática.

Ello con la finalidad de reforzar áreas específicas como lo es la seguridad cibernética, en la cual sean particularmente vigilantes de los delitos cometidos a través de sus redes de tecnologías de la información y datos no públicos; riesgo de proveedores; así como desarrollar planes de respuesta a incidentes de seguridad cibernética; además de concentrar esfuerzos adicionales en campañas de capacitación y sensibilización del personal para que se protejan ante estos delitos.

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