Arturo DIEZ*

LEÓN, GTO.-Entre las lecturas de principio de año, decidí retomar un libro de Michel Foucault que, por diferentes circunstancias, no había continuado. Lleva por título La hermenéutica del sujeto y son las transcripciones de uno de los cursos que impartió en el Collège de France. Es un libro extenso y, en protesta a estos tiempos en que todo está acelerado, hago una lectura sin prisa. Mi preocupación no es abarcar las más de 500 páginas rápidamente, sino entender las múltiples ideas que ahí se expresan, conservar algunas de ellas en mi mente y también aplicarlas en mi cotidianidad.

El curso, apunta, está centrado en la siguiente expresión griega: epimeleia heautou, la cual traduce como “inquietud de sí mismo”. A su parecer, esta expresión tuvo gran importancia en la antigüedad griega y en el periodo helenístico como un precepto filosófico. Sin embargo, por diferentes cuestiones que desentraña, con el paso del tiempo perdió relevancia; una de las razones es por otro precepto que tomó un lugar predilecto, el mandamiento délfico: gnothi seauton (“conócete a ti mismo”).

Para desarrollar su interpretación respecto a por qué ocurrió esto y a la necesidad de tomar en cuenta otra vez la inquietud de sí mismo, recurre a diversos textos, pero sobre todo, en las primeras sesiones del curso, se centra en el segundo Alcibíades de los diálogos platónicos. No voy a detenerme en los detalles, me sería imposible en una página, sin embargo, lo que destaco es que la búsqueda de Foucault no es que la inquietud de sí mismo reemplace al conócete a ti mismo, sino que la primera recupere su importancia para hacer más completa la segunda noción. Es decir, ambos preceptos filosóficos se complementan.

La inquietud de sí es una preocupación por el ser, preguntarse qué es eso que somos para poder después ocuparnos de ello. En términos platónicos, podríamos pensar en el alma, y en palabras más de nuestra época, podríamos decir que es el autoconocimiento (y aquí volvemos entonces al conócete a ti mismo). Pero sin esta inquietud por nosotros, no podemos empezar el trabajo de autoconocimiento. Entonces, cuando logramos conocernos y siguiendo las interpretaciones que Foucault hace de Platón, podemos alcanzar la sabiduría.

Una de las líneas de interpretación por las cuales Foucault opina que quizá la inquietud de sí perdió relevancia es que pareciera apuntar a cierto individualismo o egoísmo del sujeto. No obstante, un primer paso para poder relacionarnos mejor con el otro y la sociedad, es tener esta inquietud por nosotros, después ocuparnos de nosotros para posteriormente relacionarnos mejor con los demás. Si uno no alcanza a entenderse medianamente a sí mismo, mucho menos podrá entender u ocuparse del otro.

 

*Nací y crecí en Xalapa. Estudié ciencias de la comunicación en la UNAM y en mi tiempo libre me aficiona leer para vivir otras vidas, así como escribir para contar algo de la mía. Contacto: arturodiezg@outlook.com y arturodiezgutierrez.wordpress.com

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