Karla MARTINEZ DE AGUILAR

Fotografías: Cortesía

Definir a la alpinista Viridiana Álvarez, es fácil: es una mujer tenaz, conferencista, empresaria y co fundadora de “Lideres de Altura AC” que sabe que los sueños se conquistan cuando uno se arriesga a ir por ellos. Con esa premisa, sus ganas de explorar lo que para muchos sería inexplorable, la hizo convertirse en la primera mujer del continente americano en escalar las 14 montañas más altas del mundo.

Sin duda, es fuente de inspiración para hombres y mujeres que buscan conquistar un objetivo sin importar qué tan difícil parezca y que conlleva cambiar radicalmente la comodidad por la incertidumbre que implica modificar un estilo de vida sin pensar que tiempo después, esa decisión se convertiría en un Guinness World Record.

¿Cómo nace el interés por el deporte del alpinismo y qué hacías antes de iniciarte en el deporte profesional de la escalada?

Inició cuando escalé el Pico de Orizaba que es la montaña más alta de México; siempre tuve inquietud por escalarla y hacerlo, definió la vida que ahora llevo.

Estuve muchos años trabajando en el área de investigación y capacitación en la industria automotriz y de autopartes; me gustaba mucho, pero después de conocer El Pico de Orizaba, me puse como meta escalar el Everest y lo logré. Tarde tres años en hacerlo porque por mi trabajo y el tiempo que se requiere para escalarlo, es amplio (pueden ser hasta dos meses).

Después de tener unas montañas como experiencia, sigo con la idea de subir las 14 montañas más altas del planeta; para ello, decidí dejar mi trabajo de oficina y abrir una consultoría enfocada a conferencias.

¿Qué sensaciones te provoca estar ante una montaña que representa un desafío físico y mental?

Para estar en esos lugares donde el hombre no debería estar ahí, definitivamente te tiene que apasionar hacerlo y a mí, ese sentimiento me mueve para estar seguir en la montaña, en ese espacio que me ha dado un sentido de vida donde he podido encontrarme y encontrar a Dios, y donde he podido retarme más allá de la satisfacción que produce el conquistarla.

¡Por supuesto que las dificultades han estado ahí!, han sido parte del camino, pero cada mañana reafirmo que las montañas son mi destino a pesar que muchas personas me han preguntado que para qué subo montañas si puedo morir en el intento.

El peligro que existe al subir una montaña, es constante, pero el mayor enemigo al que nos enfrentamos es contra nosotros mismos, está en nuestra mente. Por ello, es muy importante la preparación mental para seguir adelante cuando físicamente tu cuerpo te indica que ya no puede; hay que tener también mucha inteligencia emocional para aprender a prevenir y resolver los conflictos que puedan aparecer en el plano emocional.

Sin duda, a este deporte en México le hace falta más apoyo a pesar de los logros. ¿Con qué obstáculos te has enfrentado?

Aparte del patrocinio, el financiamiento para llegar a la cima es complicado porque involucra mucho dinero para tener el equipo, los permisos, el trasladarte al otro lado del mundo, los seguros que tienes que tener y, en general, toda la logística que tienes qué hacer.

En mi camino, he encontrado apoyo en empresas como con la zapatería Flexi; confiaron en mí y en mi sueño.

Ahora, también cuento con el apoyo de Electrolit quienes junto con Flexi, apoyan el sueño de las mujeres en un deporte que no es tan común como lo es el fútbol o en apoyar a un atleta conocido, por ejemplo.

Ser mujer en este medio, ¿ha sido un factor positivo o negativo? ¿Ha habido algún cambio a comparación de cuándo iniciaste?

Nunca lo he clasificado como algo positivo o negativo porque siempre lo he querido ver como es: ser mujer no es algo qué elegí, pero sí pude elegir el montañismo que es la profesión que me apasiona. A pesar que sea un poco más complicado para nosotras que para los hombres por las diferencias fisiológicas y biológicas, no ha sido determinante para alcanzar la meta. Por ejemplo, si tengo que cargar el mismo peso que mi compañero europeo que tiene más altura que yo, tengo que entrenar más para poder aguantar ese peso, pero siempre con una actitud positiva porque también hay que entender que no por el hecho de ser mujeres, merecemos estar ahí. Debemos ganarnos el espacio.

La participación de las mujeres sigue siendo menor en este campo, pero sí veo una diferencia de cuando inicié y ahora comparto con más mujeres las expediciones.

Me gusta y respeto mucho que la montaña no hace distinciones si eres hombre o mujer; te va a tratar igual que a los demás¸ ahí es donde debes ganarte el respeto. Ello me ha hecho reafirmar que las mujeres podemos conquistar cualquier sueño por más grande que sea vea.

Detrás de ti, existe un equipo que te apoya en el camino para alcanzar tu meta

Totalmente. Hay muchas personas atrás de mí como mi familia y mi equipo, incluyendo los sherpas se le denomina así a la gente local del Himalaya) que a veces no salen en fotografías, pero que son parte muy importante en mis expediciones. Ello me permite enfocarme en lo que debo de hacer allá que es sobrevivir el proceso, llegar a la cima y bajar de la misma.

Te cuento que, al inicio, para mi familia fue sorpresivo porque tenía una vida establecida (siete años en la empresa y en esa época tenía planearme casarme, pero no lo hice); lo fue más cuando decidí irme a mi expedición al Himalaya. Estaban desconcertados por esos cambios que sucedieron, pero he recibido siempre su apoyo invaluable.

Para alcanzar los logros que has alcanzado hasta el momento, ¿qué has tenido qué hacer?

Hay una frase que me gusta mucho para expresar la respuesta a la pregunta: decidir es rechazar, decidir un camino es rechazar muchos otros.

Yo decidí elegir el camino de las montañas y rechazar mi camino profesional, personal, familiar y financiero. No me arrepiento y por ello, a veces, no me pongo en el papel de víctima porque los procesos de renunciar a algo suelen ser dolorosos; yo los asumo con valentía.

Es un camino gratificante que sé que durará una etapa; ya llegará el momento que retome los proyectos que dejé en pausa.

¿Alguna anécdota que nos puedas compartir que haya marcado tu camino en este deporte?

Recuerdo la primera ocasión que no llegué a la cima en 2021; fue en una de las montañas más altas en Nepal. En medio de la pandemia, un día antes de llegar a la cima, nos pidieron que nos retiráramos porque estábamos enfermos.

Estábamos a nada de alcanzar la meta, pero me di cuenta que lo más importante no era llegar a la cima, sino regresar a casa con bien. Entendí que debemos disfrutar el camino porque estar en la cima de la montaña es cuestión de minutos, pero llegar a ella es cuestión de meses.

Hay que apreciar el momento y cada paso que se da para alcanzar un objetivo. La vida es hoy, no mañana.

¿Qué representa para ti, ser la primera mujer del Continente Americano y la séptima en la historia en conquistar las cuatro montañas más altas del mundo así como tener el récord Guinness?

Es prueba que los sueños se cumplen y tenemos que hacer todo a nuestro alcance para alcanzarlos.

A su vez, siento una gran responsabilidad de haber cumplido mis sueños, pero ahora, tengo la responsabilidad de compartir mi experiencia.

Me siento muy bendecida y agradecida por haber logrado mi meta porque muchos de mis compañeros se quedaron en el camino.

¿Cuáles han sido las claves que te han llevado tan lejos en tu carrera deportiva?

La mentalidad que es la capacidad que se tiene para controlar tus pensamientos donde eliges tus pensamientos acorde a los objetivos que te planteas. Es parte de una meditación activa que nos ayuda a enfocarnos en el momento presente y a cultivar la conciencia plena.

Para mí, ello sigue siendo un reto y de las fortalezas que me han podido ayudar con las dificultades que me he encontrado en las montañas.

¿Esta mentalidad va aunada a seguir manteniendo los pies sobre la tierra después de tantos logros y reconocimientos que tienes?

Creo que la montaña misma nos da la lección de mantener los pies sobre la tierra. Siempre que llego a una montaña, a pesar de la experiencia que tengo, me pregunto si podré subirla por muchas circunstancias que se puedan presentar (el equipo, el físico, el clima, etc.).

La montaña es la maestra que nos hacer ser humildes para tener la capacidad de aceptar los retos que se presenten.

Menciónanos influencias personales y deportivas que tengas

En general, me motivan las personas que ayudan a otros, que son filántropos.De mujeres, admiro mucho a Ruth Bader Ginsburg, defensora de los derechos de la mujer en Estados Unidos; a Karla Wheelock Aguayo, quien es inspiración para seguirme preparando en lo profesional y en el tema de las montañas, que tiene un fundación llamada Karla Wheelock que ayuda a los jóvenes;  Junko Tabei, quien fue la primera mujer en alcanzar el Everest y las siete cimas más altas de cada continente (ahorita me encuentro en ese reto), y con ello, muchos paradigmas.

A partir de la inspiración de ayudar a otros y tener como guía a mujeres que han dejado huella en diversos ámbitos, surge en ti ese compromiso deportivo y social. ¿Qué proyectos tienes en puerta?

En lo deportivo, están terminar las siete cimas más altas de cada continente y con ello obtener otro récord Guinness. De hecho, cuando esté circulando la edición, estaré escalando las últimas dos montañas que me faltan para completar el reto: una está en Indonesia y se llama Carstensz, y la otra está en Alaska y se llama Denali.

En lo personal, ahora me encuentro trabajando en hacer un libro y en cómo llevar un documental a una plataforma de streaming que puedan servir de inspiración.

¿Consideras que las y los mexicanos tenemos talento para alcanzar cualquier propósito?

Sí. Tenemos mucha resiliencia y mucha pasión; tenemos que desarrollar ello. Te cuento que, como mexicana conviviendo con varios extranjeros en las expediciones que viven en zonas montañosas y que podríamos pensar que tienen más facilidad para escalarlas, me di cuenta que puedes escalarlas sin problema. Solo necesitamos creérnosla para llegar a lo que nos propongamos.

¿De qué manera la gente puede sumarse para financiar tus expediciones?

Estamos por lanzar una plataforma para que la gente o empresas, puedan donar aunque ese dinero no irá directamente a la expedición, sino a la fundación Líderes de Altura que tenemos en Aguascalientes para apoyar el tema de la promoción de la salud mental y prevención del suicidio. Por cada montaña que suba, se destinará un porcentaje a dicha fundación.

También, si hay empresas que quieran donar, se hace una colaboración con la marca a través de los medios de comunicación y redes sociales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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