Milka IBÁÑEZ*
CDMX.-La maternidad es un tema que por lo general tenemos romantizado. El hecho de ser madre para muchos y muchas, es considerar a una mujer plena, a una mujer con un objetivo, a una madre que siempre está feliz de entregar todo por sus hijos, que lo debe hacer sin dudar y de todo corazón. Pocas veces, se habla de lo contrario e, incluso, puede ser considerado un tabú hacerlo, es por eso que Huesera ha explorado este tema de manera terroríficamente genial.
Huesera es la primera película de la directora Michelle Garza Cervera. Nos cuenta la historia de Valeria, quien, junto con su marido, buscan la forma de quedar embarazados con tratamientos y peripecia y media para poder tener completa la familia. Un día, Valeria llega con la anhelada noticia… ¡por fin está embarazada! La felicidad y la plenitud toman otro color cuando la futura madre empieza a ver y a sentir cosas paranormales, cosas que la hacen sentir terror y reflexión sobre quién es ella. Esta película se ha considerado una de las mejores películas de terror mexicanas de los últimos tiempos.
Empecemos con el manejo del terror. Por lo general, estamos acostumbrados a sustos estrepitosos (que los hay), pero aquí la historia justifica cada temor en el personaje de Valeria, cada duda es un fantasma que la mortifica y la hace pensar sobre las mil cosas que le pasan a ella, que le pasan a su cuerpo, que le pasa a su futuro. El guion está muy bien sentado en la subida de ritmo y tono, lo que hace que te tenga a la orilla de la butaca cada minuto. El sonido es pieza fundamental que nos denota momentos de estrés en específico: la desesperación, el crujir de los huesos, ese ruidito que es incómodo y doloroso, que le da hilo al título de la película.
¿Por qué ha sido tan sonada esta película? porque se ha atrevido a tocar un tema que tenemos idealizado culturalmente, la maternidad. En un país donde las madres lo son todo, desde la figura de la virgen María y nuestra devoción a ella, la de la madre abnegada que entrega la vida a sus hijos, muy pocas veces se habla del miedo que como mujeres sentimos a la maternidad, el miedo a perder la individualidad, el tiempo libre, a que los planes sean diferentes, a una responsabilidad de no solo mantener vivo y sano a ese pequeño ser, sino también que se vuelva una persona de bien, a un futuro feliz, etc., son muchísimas cosas.
Debo decir que la maternidad es algo que he pensado y desde pequeña siempre quise ser madre, pero es algo que me da pavor. Tuve la oportunidad de presentar esta película en el Festival Ternium de Cine Latinoamericano en Puebla, donde después de cada proyección, se tiene un diálogo con el público. No sabía ni por dónde empezar, no soy madre, qué puedo decir sobre el tema, quizá no mucho, y descubrí que me daba pena aceptar que me da terror la maternidad. De pronto, mientras avanzaba la plática con el público, vi que a todas nos pasa, vi que las madres hablaban de lo difícil que era para ellas poder aceptar la incertidumbre, que fueran mal vistas por quejarse de poder tener tiempo para ellas, de ser juzgadas, de que después de tener a los hijos hay cambios hormonales, una avalancha de emociones que van de la mano con poco sueño, que eso no hace que dejen de quererlos, pero no quita eso sea una realidad.
La manera en que esta película conecta con el público, es maravillosa, los hombres reflexionaban sobre el papel del padre dentro de la crianza, sobre que hoy en día se debe mantener un papel más activo y que no los hace más o menos varoniles, pero que sí los hace unas grandes personas.
En serio, les invito a pasar un rato de terrorífica reflexión con esta gran, pero gran película Huesera, la cual ya pueden ver en Prime video, pero si por alguna razón tienen la oportunidad de verla en cines, háganlo, lo vale muchísimo.
*Comunicación y Relaciones Públicas. Directora General 24 Risas por Segundo, Festival de Cine y Comedia.