Maxime MICHEL SASIA*
Lo que en algún momento fue imaginado como una casa para una familia, habría de convertirse en un hogar para el mundo. El Hotel Flavia fue concebido en sus inicios como una casa particular para refugiar a los familiares cercanos y visitas, sin embargo, en un ímpetu de compartir sus posibilidades, abrió sus puertas para bienvenir y acoger a las amantes del arte, de la sorpresa, de la belleza, del comfort y las delicias que el mundo ofrece.
Ubicado en la punta del cerro de San Felipe del Agua, Flavia no solo cuenta con una de las vistas más espectaculares de Oaxaca, sino es también un legado familiar, una ofrenda a las abuelas, un recordatorio del poder de las ancestras, un proyecto lleno de esfuerzo y empuje que hoy, se erige ante los ojos de sus visitantes como una construcción de arquitectura brutalista y ante sus corazones como una pausa necesaria que nos devuelve a la capacidad de resignificar lo mundano y lo terrenal, de mirar con atención, de recordar lo que es importante, de sentirnos apapachados.
Flavia contiene 11 habitaciones, todas distintas en su diseño, su vibra y sus posibilidades, todas empapadas de piezas de arte únicas, muebles espectaculares e inconmensurable belleza; cada una como una invitación irrepetible a descubrir todas las versiones que habitan dentro de nosotros. Todas pensadas en cada detalle para despertar la curiosidad, el deseo, la sensualidad, el descanso, la inspiración e, incluso, el juego.
Desde este dinamismo de las habitaciones era imposible no imaginar áreas recreativas para los huéspedes que complementaran la invitación a contemplar como el acto más presente en un mundo que nunca para.
Con jardines diseñados por el Maestro Zárate, terrazas que rozan la cima del mundo, vistas dignas de llanto conmovedor y su Restaurante Cruz que ofrece sabores del alma, es imposible no sentirse inmensamente sorprendida, abundante, agradecida, inspirada, acogida y con ganas de no irse jamás.
En definitiva, Flavia no es un lugar de hospedaje, no es un hotel y restaurante, no es algo que hay que visitar, Flavia es una casa del mundo, un sazón de hogar, un lugar que hay que vivir en carne propia y llevar para siempre en el corazón.
*Gerente de Alimentos y Bebidas de Flavia. Emprendedora y profesional, es licenciada en Gastronomía y apasionada del mundo de la hospitalidad y servicio. Desde los 17 años, cuenta con una consultora de Desarrollo Humano para Negocios llamada Micelio.