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¿Qué es el cabo de año?
julio.palau.ranz@gmail.com
Estimados lectores, el 20 de agosto se cumple un año de que falleció mi mamá, Mercedes Ranz Torrubiano y se dice que es el Cabo de Año.
Así que en este artículo, comentaré sobre lo que significa el Cabo de Año.
Al investigar su significado, de primera instancia me topé con que es una celebración cristiana, El “Cabo de Año” se celebra en numerosas partes del mundo.
Fue introducido por los religiosos católicos durante la Colonia, destinado a “recordar” y confirmar al difunto como miembro de la comunidad cristiana y pedirle a Jesucristo por su salvación.
Esto me sonó raro, porque cristiana (creen en Jesucristo) y católico los primeros creen en Cristo y los segundo son creyentes de la iglesia Católica, que incluye a los santos; también desde la colonia.
Investigando más a fondo me encuentro con que la tradición de las culturas ancestrales, como la Otomí, el “Cabo de Año” se celebra para todos los difuntos, se caracteriza por el levantamiento de la cruz de cal y la procesión familiar que tiene lugar de la casa al cementerio, encabezada por un rezandero.
Vuelve a aparecer la palabra rezandero que corresponde a la Iglesia Católica, así que volví a investigar, para encontrar su origen real y, ahora, se los comparto.
Como ocurrió con el calendario, la Iglesia por medio del Papa Gregorio XII, investigó todo lo relacionado con los conocimientos que se tenían en el Anáhuac o Nuevo Mundo y que rebasaban por mucho el conocimiento que se tenía en Europa.
Sin duda, entender la Muerte, es algo que nos hace humanos. Poder distinguir que los seres vivos trascienden por medio de la muerte, fue algo que podemos observar como distintivo entre los HOMO, hoy hay evidencias con los nuevos hallazgos arqueológicos de que no solo el HOMO SAPIENS enterraba a sus muertos como una ceremonia.
La relevancia de este ritual consiste en reconocer la partida de un ser vivo y constituye un acuerdo no escrito entre la vida y la muerte, donde le damos a nuestro SER fallecido, la libertad para integrarse a una nueva sociedad y alcanzar la ancestralidad.
La ancestralidad es el grado más alto al que una persona puede aspirar en la otra vida.
La condición de ancestro depende tanto de la situación energética al momento de morir como de la relación recíproca y de conveniencia entre la gente cercana y el muerto por conducto de los rituales funerarios.
Esto significa que cuando una persona fallece, su cuerpo es como una fruta, que madura y envejece y finalmente es un estorbo, en ese momento deja ese cuerpo que ahora es un lastre, sin embargo siguen dos elementos: La energía o espíritu y su alma.
La alma es como un disco duro de una computadora, el contenido de la grabación de todo lo que se hizo, un video desde que nacemos hasta que fallecemos y la energía como se ha demostrado, existe en todo.
Esa energía, al cabo de un año, sigue existiendo y es precisamente en este momento, que se libera de este plano y se le permite partir; caso contrario, se convierte en un espíritu que seguirá en este plano o mundo.
Ello nos da elementos para pensar que no es la muerte física lo que marca el final del cargo, sino precisamente el “cabo de año” y aparece otro término que se llama exequias.
El periodo de exequias dura cuatro años. En este ciclo los vivos tienen una amplia participación ritual para auxiliar al difunto a abandonar el mundo y facilitarle la culminación social como ancestro.
Las exequias son elaboradas y tienen una periodicidad larga que abarca no solo el tiempo en que la carne termina por desintegrarse, sino el periodo en que el espíritu de la persona se limpia de la contaminación energética.
Ocurre una transformación escalonada de difunto en ancestro, que puede interpretarse como un ascenso dentro de la sociedad invisible o más allá.
En el proceso de constitución de difunto a ancestro, el ciclo funerario tiene especial importancia, pues constituye el periodo en que los vivos pueden incidir en el destino final del difunto.
Velorio y entierro: Al momento de dejar el cuerpo físico.
Novenario: Nueve días de rezos, cantos y oraciones de que busque la luz.
Cabo de año: Al año de fallecimiento.
Cuatro años: Cuando ya trascendió y pierde su esencia para convertirse en ancestral.
De no llevarse a cabo las exequias, el difunto puede permanecer atrapado en el mundo como espíritu errante y tornarse un depredador energético. No es posible comprender el “Cabo de Año” si se piensa que vida y muerte son “estados” separados o aislados entre sí.
Lo interesante es que lo que nosotros conocemos como cuerpo, alma y espíritu, en nuestra cultura chamánica se conoce como Madre Tierra, la Sirena y la Antigua.
Eso será motivo de otra investigación, donde me llama la atención el nombre de SIRENA, por lo pronto espero que mi madre haya trascendido y sea ahora Ancestral.
Como siempre a la orden, cualquier comentario que gusten hacerme, críticas o felicitaciones, mi correo es julio.palau.ranz@gmail.com