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Toño SALDAÑA*

 BARCELONA, ESP.- Un nuevo año comienza y nos llenamos de propósitos, hacer ejercicio, comer más sano, encontrar trabajo, ganar más dinero, etc., sin embargo conforme van pasando las semanas esos deseos se van diluyendo y poco a poco se convierten en lo que debimos haber hecho, pero ya lo haremos el próximo año. No es fácil hacerse de nuevos hábitos, primero, porque nuestra mente se resiste al cambio y nos da los motivos por el cuál “no podemos” hacerlo y segundo porque muchas veces los deseos los planteamos con buena intención más no con gran convicción.

Cuando comenzó el 2021 decidí que quería terminar mi obra para poder exponerla al año siguiente, iba muy bien de tiempo hasta que me ofrecen un proyecto de decoración el cual me venía muy bien para el currículum, pero sobre todo para el bolsillo, así que, los últimos meses estuve trabajando de sol a sol, literalmente: el despertador suena a las 5:00 me despierto, hago todo lo que tengo que hacer y me voy directo al trabajo a las 19:00 regreso a casa rápidamente para ponerme a pintar. Los primeros días voy bien, pero a la semana siento que los brazos me pesan y la espalda me duele, sin embargo, contínuo. Cada día es uno menos que me acerca más al día de la inauguración (12-01-2022) y veo que me faltan 3 cuadros, barnizar, hacer cédulas y los detalles técnicos. Había días en los que tenía muchas ganas de llorar de lo cansado que estaba, pero no tenía ni tiempo ni fuerza para ello, así que, continuaba trabajando, incluso el día antes de la exposición seguía terminando partes de la obra, el galerista asustado me llama para decirme que nunca había montado una exposición un día antes de su inauguración yo solo le pido que confíe en mí (tampoco había muchas opciones). Llegó el 12 de enero, por la mañana fui a trabajar, salgo corriendo, llego a casa, me arreglo y voy directo a la galería para inaugurar. De lo agotado que estaba no recuerdo ni lo que pasó toda la noche, solo quería descansar. La inauguración fue un éxito y el jueves 13 estando por fin estuve libre y todo el día me quedé en la cama viendo tv. Te cuento esta historia porque me di cuenta de algo que quiero transmitirte.

Muchas veces creemos que las personas exitosas lo son porque lo tienen fácil, no tienen miedo, tienen contactos, tienen dinero, vienen de familias perfectas, no conocen los problemas y sobre todo nunca se cansan, si nosotros tuviéramos lo que tiene la gente exitosa también lo seríamos, pensamos. No hay nada más falso que eso, la gente que tiene éxito tiene problemas, muchas veces no tienen dinero e incluso enfermedades, preocupaciones, miedos o carecen de apoyos, sin embargo la diferencia está en que estas personas hacen que las cosas sucedan a pesar de… del clima, del cansancio, del miedo o de las preocupaciones; el éxito no es algo mágico o exclusivo de unos pocos, el éxito es de quien lo trabaja día a día y paga por tenerlo, ese precio puede ser desde que los amigos se vayan, que no vayas a fiestas, que la familia te haga chantaje, no tener vacaciones o tener que  llegar por la noche agotado para terminar una exposición.

Tú puedes conseguir lo que desees, llegar a dónde quieras, vivir la vida que anheles o viajar a donde te guste, pero siempre sabiendo que antes tendrás que haber pagado el precio que conlleva eso; comienza por dejar de escuchar los motivos, tuyos o de los demás, por los que no vas a poder conseguirlo tú tienes que saber que llegarás, porque la gente exitosa, te repito, es la que hace que sucedan las cosas a pesar de…

*Licenciado en Diseño Gráfico con Maestría en PNL e Inteligencia Emocional. Especializado en pintura y expresión gráfica, Restaurador de Arte. Artista Plástico multidisiplinario con más de 25 exposiciones individuales dentro y fuera de México.

IG: tonosaldanaartista

YouTube.com/c/TonitoBonito

 

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